La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



jueves, 6 de septiembre de 2012


EL GOBIERNO DEL DIRECTOR DE ESTADO CARLOS MARÍA DE ALVEAR

Por: Roberto Antonio Lizarazu

A partir de la Asamblea del año XIII se instauró como forma de gobierno del Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, un cargo denominado “Director de Estado”. Este sistema perduró entre 1814 y 1820 y fueron sus titulares los siguientes funcionarios: 

Gervasio Antonio de Posadas. Del 31 de enero de 1814 al 9 de enero de 1815.

Carlos María de Alvear. Del 11 de enero de 1815 al 18 de abril de 1815.

José Rondeau (Primer período).  Del 20 al 21 de abril de 1815.

Ignacio Álvarez Thomas. Del 22 de abril de 1815 al 16 de abril de 1816.

Antonio González Balcarce. Del 16 de abril de 1816 al 9 de julio de 1816.

Juan Martín de Pueyrredón.  Del 9 de julio de 1816 al 9 de junio de 1819.

José Rondeau (Segundo Período). Del 9 de junio de 1819 al 1 de febrero de 1820.

Juan Pedro Aguirre. Del 1 al 11 de febrero de 1820.


En este blog en fecha jueves 19 de abril de 2012 publicamos un comentario titulado “El Uso de la Bandera Azul y Blanca” donde mencionábamos que una de las consecuencias más relevantes de la revolución de abril de 1815, para derrocar al Director Carlos María de Alvear, fue el comienzo del uso en el Fuerte de Buenos Aires y en la Plaza de la Victoria, de la bandera azul y blanca. Ahora intentaremos explicar las causas y los pormenores de la revolución que terminaron con el gobierno del Director Carlos María de Alvear.

Para mediados de 1814, y siendo Director Gervasio Antonio de Posadas (Tío de Carlos María de Alvear) el motivo principal de preocupación de su gobierno, lo constituía la restauración de Fernando VII en el trono de España y algunas de las maniobras políticas que el monarca había encarado respecto de los súbditos de  las Colonias de Ultramar.  Fernando cuando es restaurado, desconoce y quita el poder de las Cortes y anula la Constitución de Cádiz de 1812. Pero a su vez, con el argumento  que los súbditos de las Colonias,  habían mantenido una fidelidad auténtica y sostenida, se las convocaba a designar diputados para la conformación de una nueva Corte que reemplazaría a la anterior. Así todo volvía al estado anterior.

Inglaterra y todos los partidarios pro anglófilos, que como ya mencioné oportunamente eran muy numerosos y financieramente fuertes, comenzaron con sus intrigas habituales. Lord Strangford, en ese momento embajador británico ante la Corte de los Braganza en Brasil, inmediatamente escribió a su agente en Buenos Aires, Saturnino Rodríguez Peña, para que aconsejara a Posadas que designe un par de diputados de confianza ante España y de paso estar informados sobre los movimientos de Fernando en materia política.

Rivadavia y sorprendentemente Belgrano (que era Carlotista) aceptaron la designación como diputados y además se comprometieron a desempeñar una misión secreta durante su paso por Río de Janeiro. La misma consistía en entrevistarse y entregarle pliegos de Posadas al  príncipe regente Pedro de Braganza, quien luego sería Pedro I de Brasil, a la Infanta Carlota y al embajador británico en Brasil Lord Strangford. Las entrevistas tenían por objeto interesar a Inglaterra que evite de cualquier manera los aprestos de la formidable expedición que restauraría a la monarquía borbónica por estas tierras.

Casualmente, el 28 de diciembre (día de los Santos inocentes) de 1814, partían de Buenos Aires los negociadores Rivadavia y Belgrano, a bordo de la corbeta inglesa “Zephir” con rumbo al Brasil, bajo el mando del capitán   Thomas Taylor, llevando las instrucciones públicas y reservadas que ya mencionamos. Llegaron a Río de Janeiro el 12 de enero de 1815. Allí cumplimentaron los encargos de Posadas y solo Dios sabe por que motivos nunca se embarcaron rumbo a España a efectos de ejercer sus nombramientos de diputados ante la nueva Corte, cargo para el cual habían sido designados. Quiero suponer que la persuasión inglesa fue de mayor peso que la diputación de las Provincias del Río de la Plata, porque embarcar se embarcaron pero no rumbo a España sino a Inglaterra. Pero cambiando sus títulos  ya no como “diputados ante España” sino como “comisionados ante Inglaterra”. En honor a la verdad cuando parten hacia Inglaterra ya Posadas había renunciado y el nuevo Director era su sobrino Carlos María de Alvear.

Para poder comprender el giro político de esta maniobra, es necesario volver al Río de la Plata. Mientras tanto nuestro Director de Estado Posadas, desde Buenos Aires,  se encontraba con varias dificultades en el ejercicio de su gobierno y encaraba planes de muy difícil concreción; la mayoría de los cuales se fundaban en su sobrino Carlos María de Alvear.                  

Por lo pronto, en el Río de la Plata (Buenos Aires y Montevideo) la situación había mejorado, debido a la liberación de la plaza de Montevideo realizada por las tropas de Buenos Aires al mando de Alvear,  que se encontraba en manos realistas. Derrotó al gobernador español Gaspar Vigodet el 20 de junio de 1814 dando fin al denominado Segundo Sitio de Montevideo.

El Director Posadas consideró conveniente que Alvear pasara a recibir el mando del ejército de operaciones en Tucumán y efectuase una campaña (nada más ni nada menos) hasta entrar en la Ciudad de Lima. A ese efecto ordenó a su sobrino Alvear que partiera llevando las órdenes correspondientes entre las que se especificaba que debería obrar de acuerdo con el general Rondeau a quien debería dejar el mando de la caballería. Hago notar a los señores lectores que en ese sitio y momento quien fuera el jefe de la caballería, de hecho era el jefe del ejército. La infantería era la fuerza de apoyo de la caballería y la artillería era casi inexistente. Como veremos luego esta situación entró en una crisis inevitable.

Las órdenes recibidas por Alvear de su tío Posadas, le señalaban que en caso de tener éxito en los primeros movimientos del ejército, éste debería seguir su campaña hasta Lima, quedándose Rondeau como Presidente de Charcas, para vigilar las intendencias vecinas que rodeaban a Lima y defender la capital del virreinato peruano y de paso a su sobrino. Por supuesto todo el plan fracasó, sencillamente por que Rondeau se quedó en Charcas con la caballería (el poder bélico de hecho) y Alvear se dirigió con la infantería a Lima, donde no llegó. Antes le llegaron las noticias de que la oficialidad que había quedado en Charcas, ¿sorprendió?  a Rondeau manifestándole su resistencia a ser mandados por Alvear. Los rebeldes tomaron varios prisioneros, poniéndose en actitud de franca rebeldía. Rondeau le escribe a Posadas informándole de lo ocurrido y Alvear regresa de apuro a Buenos Aires.

El Director Posadas le escribe a Rondeau: “El escandaloso atentado de que Ud. me da cuenta ha abierto una brecha terrible a la causa del país, más a mí en particular me hace un bien, porqué deseaba dejar el mando, y con semejante motivo voy a renunciar al momento, pues autoridad que no es obedecida no es autoridad”  (1)

Posadas presentó su renuncia ante la Asamblea General Constituyente y ordenó al Secretario de Gobierno y Relaciones Exteriores doctor Nicolás de Herrera, que la diera a conocer ante la misma. La Asamblea de inmediato aceptó la renuncia y nombró en su reemplazo al Brigadier General Carlos María de Alvear, quien asumió el mando no bien llegó a Buenos Aires el 9 de enero de 1815.

Este evidente rasgo de nepotismo, de pasar el gobierno de tío a sobrino, motivó varias y calificadas oposiciones, como la documentada correspondencia del doctor Vicente López y Planes que se conoce gracias a que su hijo Vicente Fidel López, entregara al Archivo General de la República Argentina, (2) hoy Archivo general de la Nación, donde se pueden leer los consejos que López le brinda a Alvear respecto del riesgo que representan los gobiernos donde se heredan los cargos como si se tratase de una monarquía,  y la respuesta de este último: “El modo de componerlo todo, era tomar el mando, que contaba con toda la fuerza y que moriría primero al frente de sus soldados que dejar que se riesen de él sus enemigos”.

Lo irónico de toda esa correspondencia entre López y Alvear consistía en que los sabios consejos provenían de un antiguo simpatizante de la monarquía y el que los recibía también era promonárquico, pero no los aceptó enceguecido en su personalismo. El tiempo le dará la razón a López.

Al asumir Alvear el Directorio, encontró al tomar el gobierno, un importante ejército en Buenos Aires, otro en Tucumán (que era el que había comandado Rondeau), mucha tropa en Entre Ríos y alguna en Mendoza, Santa Fe y en Montevideo, además  una considerable escuadra que había sido vencedora en el Río de la Plata, lo  que todo en conjunto constituía un considerable poder militar. Tenía donde apoyarse en materia bélica. Por otra parte La Aduana suministraba fondos suficientes para gobernar con tranquilidad. Durante el año que duró el Directorio de Posadas se recaudaron dos millones trescientos treinta mil pesos, que fue record absoluto de esa década.                

Alvear contaba con fuerza y dinero  para sostener su Directorio, pero lo que hacía agua por varios costados era en materia política, que representaban serios problemas que como veremos más adelante, resultaron insalvables. Primero Artigas en la Banda Oriental. Segundo la expedición española que se suponía inminente con la posibilidad de que los brasileños -En ese momento Imperio-  facilitarían las operaciones españolas. Y en tercer lugar la tropa en general de todos los ejércitos que mencionamos en el Haber de Alvear, detestaba la forma directorial de gobierno y en especial a Alvear personalmente.

Era tanta la tirria que despertaba   Alvear, quien asume el 9 de enero de 1815, que al día siguiente de su nombramiento, el día 10, las  tropas de Buenos Aires destacadas en la Banda Oriental al mando de Dorrego, fueron derrotas por Rivera en el combate de Guayabo. Las deserciones generalizadas de la tropa y la hostilidad de la población, dejaron prácticamente solo a Dorrego acompañado por sus oficiales y algunos pocos soldados.

Desmoralizado por este primer contratiempo, Alvear envía a Manuel José García a Río de Janeiro, para negociar con la Corte Imperial y con el ministro inglés ante la Corte, nuestro conocido Lord Strangford;  y al doctor Nicolás de Herrera a Montevideo para conciliar con Artigas, que era la cabeza visible de la oposición al sistema directorial. Se debe notar que ante cualquier dificultad, la medida de Alvear es exactamente igual a la de su tío: enviar un representante a la Corte Lusitana y entrevistarse con el ministro inglés.

Como ya mencionamos el Directorio de Alvear duró cuatro meses. Pero en esos cuatro meses envió tres misiones diplomáticas a Montevideo con el objeto de sumar a Artigas. En realidad Alvear consideraba indispensable que Artigas limitara su acción a la Banda Oriental, debido a que el caudillo oriental contaba con un prestigio manifiesto y su dominio abarcaba, además de la Banda Oriental, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe. Las misiones a Montevideo  fueron las del doctor Nicolás de Herrera, la del coronel Elías Galván (3) y la del Almirante Guillermo Brown. Todas resultaron fallidas.

Incluso Alvear, mientras se desarrollaban en la Banda Oriental las gestiones diplomáticas mencionadas, encaró una ante el doctor Francia, gobernante del Paraguay que detallaré algunas cuestiones que por lo menos podrían denominarse como pintorescas.

El 20 de enero de 1815 envía una nota al doctor Francia por la cual, luego de intentar asustarlo con: “Si Buenos Aires sucumbe el Paraguay no podrá ser libre” (4)  finaliza con la siguiente  propuesta, le ofrece 25 fusiles por cada cien soldados paraguayos para combatir contra Artigas. Por supuesto el doctor Francia no aceptó este insólito intercambio, y el suscripto jamás encontró respuesta escrita de esta nota. Si existe la misma, cosa que dudo, la desconozco.

Como cuatro meses pasan rápido y  no se resolvieron ninguno de los problemas políticos,  la situación de Alvear se hacía insostenible. El ejército del Perú le negó obediencia, San Martín desde Mendoza apoyó esta actitud hostil. El Cabildo de Buenos Aires a pesar de sus manifestaciones contra Artigas, conspiraba en secreto, pidiendo apoyo para destituirlo.

Artigas consolidó su situación dominando Corrientes y Entre Ríos, que se declararon provincias confederadas. Ejemplo seguido de inmediato por Santa Fe, y cuando Córdoba estaba en trámite de seguir el mismo camino, Artigas cruza el Paraná al frente de sus tropas, ocupó Santa Fe (que ya se había declarado confederada) y avanzó contra Buenos Aires.

Alvear ordena el envío de una división de vanguardia que al mando del coronel Ignacio Álvarez Thomas le saliera al encuentro, al llegar a Fontezuelas, actual Partido de Pergamino en la provincia de Buenos Aires, (5) primero se sublevó la vanguardia y de inmediato la retaguardia. Confraternizaron todos y alguna tropa se alió con Artigas y otra directamente se retiró cada uno a donde quisiera.

Al llegar la noticia a Buenos Aires, estalló la revolución. Se armaron los cuerpos cívicos y poniéndose el Cabildo al mando, se proclamó directamente la caída del Director Alvear y la disolución de la Asamblea, que le era partidaria. Alvear se retiró al Campamento de los Olivos, donde contaba con algunos seguidores y quedó rodeado de los cuerpos que respondían al Cabildo.

Por otra parte, la situación general era la siguiente: San Martín y el Ejército de los Andes en Mendoza, Rondeau y el ejército del Norte en Tucumán y  Artigas con la Liga del Litoral, apoyaron la posición de Álvarez Thomas. Alvear quedó reducido a su Campamento de Olivos y rodeado por los cuerpos del Cabildo que a su vez ordenó se procediera a la elección de un gobierno provisional. A ese efecto el Cabildo dividió la ciudad en cuatro departamentos y reglamentó la forma de votar de los vecinos. De esa elección de representantes, estos  a su vez eligieron de manera provisoria al coronel sublevado Ignacio Álvarez Thomas como Director de Estado Suplente.

Finalmente Alvear entregó el mando de las pocas tropas que le quedaban al coronel Juan José Viamonte, que respondía al Cabildo y Alvear se embarcó en una fragata de guerra inglesa, acompañado por el comandante Bersey y el Cónsul británico Staples rumbo a Río de Janeiro.

Al día siguiente se procedió a una nueva elección, dando por resultado el reemplazo del Director Suplente Álvarez Thomas por el del General José Rondeau que inicia su primer período en ese cargo.  

(1) Gervasio Antonio de Posadas, Memorias,  Imprenta del Estado, Buenos Aires, 1829.

(2) Esta documentación es conocida como “La Colección  López” y fue donada por Vicente Fidel López, hijo de Vicente López y Planes en el año 1898, pocos años antes de su muerte ocurrida en 1903, al Archivo General de la República Argentina, hoy el Archivo General de la Nación.    

(3)  El coronel Elías Galván fue el primer Teniente Gobernador de la Provincia de  Corrientes en el período independiente. Fue Teniente Gobernador en dos períodos entre 1811 y 1813. Al lector que quiera ampliar el tema puede consultar en este blog en fecha 11 de junio del 2012, el comentario del suscripto “Invasión a Corrientes en 1811”.

(4) La nota de Alvear completa se puede leer en José Zorrilla de San Martín, La Epopeya de Artigas, Montevideo 1919. t. I p. 692.

(5) Fontezuelas es un sitio descampado con algunas pocas viviendas muy dispersas. Extrañamente existía una Estación del ferrocarril Mitre en el lugar denominada Fontezuela, sin “s”.  

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