La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



lunes, 25 de febrero de 2013

Primer Rector Presbítero Antonio Sáenz



LA UNIVERSIDAD EN LOS GOBIERNOS DE ROSAS. PRO Y CONTRA

Por: Roberto Antonio Lizarazu

PRIMERA PARTE: PRO

Sabemos que Juan Manuel de Rosas ejerce la gobernación de la Provincia de Buenos Aires -con la ciudad de Buenos Aires incluida dentro de la provincia- en dos oportunidades. Entre los primeros actos de Rosas al iniciar su segundo período de gobierno, merece destacarse el interés con que se abocó al mejoramiento de los estudios universitarios y la designación de las personalidades del mundo de la cultura más relevantes del momento, en el cargo de la rectoría de esa alta casa de estudios. Veremos más adelante quienes fueron esos destacados humanistas.

Primero se debe señalar que una de los tantos argumentos que se acostumbra repetir en nuestros institutos especializados sobre historia, se encuentra la circunstancia  que durante los gobiernos de Rosas, la Universidad había sido cerrada y clausurada. ¿Quién no escuchó esa afirmación? Pero encontrarlo escrito ya es más difícil, a no ser que se escriba sin documentación, cosa que no es tan extraña.

Rosas no fue un intelectual y es verdad que sus gobiernos fueron marcadamente autocráticos, pero su buen sentido común, su buen criterio le bastaba para advertir el divorcio existente entre los planes de estudio de ese momento aplicados en la Universidad y la ideología nacional y federal aceptada por la amplia mayoría de  la sociedad. Los planes de estudio aplicados eran anteriores a nuestra independencia como Nación. Problema de difícil solución dada la escasa disponibilidad con que se contaba en condiciones de señalar y enseñar las orientaciones en el campo filosófico y humanista. Incluso el propio Rosas repara que no tenía a su alrededor personas idóneas con quienes encarar la cuestión y al dar cuenta de la labor realizada en el curso del año 1836, en su mensaje a la Legislatura menciona: “Mas con respecto a los problemas de educación pública, el Gobierno no puede dejar de manifestar con sentimiento a los señores Representantes, que está muy distante de creer que el de la Universidad corresponda a las erogaciones que causa, y que por lo tanto este negocio ocupará su atención luego que se lo permita el despacho de otros más urgentes y de primera necesidad.”

En el mensaje a la Legislatura de 1837, volvió a tocar el tema, diciendo: “Todavía no ha sido posible emprender la reforma de la Universidad. La importancia trascendental del buen orden y distribución de los estudios, como las materias que se enseñan, merece muy seria atención de estas autoridades. El Gobierno la tomará a su cargo oportunamente con detenida circunspección. Sin privar a nuestra juventud ávida de instrucción de los medios de enriquecer su espíritu con los conocimientos útiles, procurará se le inspiren constantemente los sentimientos sólidos de virtud y civismo”.

Para 1838 las condiciones financieras de la Confederación habían cambiado radicalmente. La guerra contra el Mariscal Andrés de  Santa Cruz y el conflicto y bloqueo de Francia contra los puertos argentinos no resultan gratuitos. Los ingresos por derechos de aduana se reducen a un tercio y los egresos son mayores que los ingresos. Hubo que apelar a recursos extremos en cuanto a la contención de los gastos públicos.

En el informe a la Legislatura de ese año de 1838, Rosas dice que: “… el déficit de nuestras rentas obligó al Gobierno a suprimir la dotación de empleados de la Universidad, ordenando la cesación de las cátedras que no fuesen sostenidas por los alumnos. Ninguna de estas cátedras ha suprimido sus trabajos. Además el Gobierno tendrá presente la útil necesaria reforma de la Universidad”.

No es verdad que fuese cerrada la Universidad. Lo único que se hizo fue obligarla a sostenerse con los recursos que provenían de los alumnos de familias pudientes. Pragmatismo y sentido común aplicado al nivel universitario, que aún carecemos. Funcionó con dificultades y limitaciones  notorias, de orden financiero y de ideología política, pero funcionó. No cerró nunca.

Deberíamos interrogarnos, ¿Luego de Monte Caseros, la Universidad fue aséptica en materia de ideología política?

Estos fueron los Rectores de la Universidad de Buenos Aires durante los gobiernos del Partido Federal. (1)

“En el período de 1821 a 1852 la Universidad fue regida por cinco eminentes sacerdotes. Fueron los presbíteros Antonio Sáenz, José Valentín Gómez, Santiago Figueredo, Paulino Gari y Miguel García. Harto conocidos son los dos primeros para detenerse en ellos. Por decreto del 23 de agosto de 1830, y ante la renuncia al rectorado presentada por José Valentín Gómez, Rosas designó para el alto cargo al presbítero Santiago Figueredo, nacido en la Banda Oriental, y que recibió en la Universidad de Córdoba el título de doctor en derecho civil y canónico. El 27 de dicho mes se hizo cargo del puesto que le fue entregado por el vicerrector, doctor Antonio de Ezquerrenea, el que lo venía desempeñando desde 1823, y quien a poco fue sustituido por el presbítero Paulino Gari, que fue más tarde continuador de Figueredo en la conducción de la Universidad.”

“Figueredo trabajó sin más salario que el que recibía como canónigo. Fue hombre de activa actuación en la vida de la provincia,  diputado de su Legislatura, (Buenos Aires) y entre sus preocupaciones se señaló la mejora que imprimió en la Universidad a los estudios de latinidad. Falleció en mayo de 1831 después de una larga y penosa enfermedad. El 22 de febrero de 1832, siendo sustituido por el doctor Faustino Gari, graduado en Córdoba en 1794 y completado estudios en la Universidad de Charcas. Durante varios años fue miembro de la Sala de Representantes de la Provincia.”

“Por decreto del 15 de mayo de 1834 se dispuso que el gobierno de la Universidad estuviera a cargo de un consejo directivo, que fue integrado con el catedrático de derecho canónico doctor José León Benegas; el de derecho civil, doctor Rafael Casagemas; el de nosografía médica, el doctor Cosme Argerich, y el de ideología, doctor Diego Alcorta, presidido por el rector, doctor Paulino Gari. Durante la actuación de éste la enseñanza fue objeto de varias reformas sustanciales, que alcanzaron a todos los grados de la educación pública. Gari falleció a fines de 1849, siendo sustituido al frente de la Universidad por el presbítero Miguel García, quien como canónico se destacó por su colaboración con el Obispo Medrano, alcanzando a ser designado provisor y vicario general del Obispado de Buenos Aires”.

“Designado diputado a la Legislatura, a raíz del asesinato del doctor Manuel Vicente Maza fue elegido el 27 de enero de 1839, presidente del cuerpo, en el cual se perpetuó, tras sucesivas reelecciones, hasta 1852. Al fallecer el presbítero Gari, García fue designado rector de la Universidad. Cuando a raíz de la caída de Rosas, fue nombrado gobernador de la provincia don Vicente López y Planes, éste dejó a García en el cargo hasta junio de 1852. Cabe destacar que con motivo de la muerte del obispo Medrano, el 8 de abril de 1851, García se desempeñó como vicario capitular de la sede vacante hasta 1855, cuando se hico cargo de ella su titular, monseñor Escalada.”

Esta breve reseña precisada por el Profesor Ramallo, hecha un poco de luz sobre una de los tantos controvertidos temas que son repetidos por algunos autores; y obliga al lector hacerse la siguiente pregunta: ¿Cómo la Universidad en ese período tuvo cinco Rectores; contó con prestigiosos profesores y egresaron anualmente alumnos diplomados, es verdad que en algunas materias con  menos diplomados que en años anteriores, pero funcionó,   si la misma estuvo cerrada?

Fuente: (1) Jorge María Ramallo. Biografía de los Rectores de  la Universidad en la Época de Rosas. Texto trascripto en la página 449 del tomo VIII de Historia de la Argentina, Época de Rosas de Vicente D. Sierra.

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