La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



sábado, 28 de julio de 2012

Contador Carlos Andrés Ortiz

JULIO ARGENTINO ROCA Y EVA PERÓN
Por: Contador Carlos Andrés Ortiz 
Sería positivo que en lugar de sustituir los billetes con la efigie del dos veces Presidente Argentino Julio A. Roca, por los nuevos con el rostro de Evita, ambos tipos de billetes coexistan, para lo cual no debería existir ningún impedimento legal ni fáctico.
Entonces, en lugar de pensar en “Roca o Evita”, se llegará a la instrumentar la más abarcativa realidad de “Roca y Evita”; ambas personalidades descollantes de  diferentes épocas de nuestra historia, en la cual tuvieron relevantes accionares públicos.
La reciente conmemoración del 60º aniversario del fallecimiento de Eva Perón, permitió constatar las notables piruetas mediáticas en las que incurrieron –obligados por las circunstancias- diversos políticos, comunicadores sociales y medios de comunicación, cuyas constantes manifestaciones y acciones, hasta ayer nomás, los ubicaban en las antípodas totales de todo amor o respeto a Evita, y que a no dudar retomarán a los pocos días.
Pero ese tema de las contradicciones de los “alabantes obligados por las circunstancias” y oportunistas varios, es otro tema.         
El caso analizado es dar su debida y justa importancia a la figura central de la vida institucional argentina, que fue el General y dos veces Presidente constitucional Julio Argentino Roca.
Sin duda no exento de errores ni de omisiones importantes, Roca fue no obstante un actor político e institucional argentino destacadísimo entre fines del siglo XIX y los primeros años del siglo XX.
Dentro del período llamado “de la concordancia” o “del régimen” de la muy particular “democracia” del voto cantado y de los enjuagues de las elecciones presidenciales indirectas con los consecuentes colegios electorales; Roca y Carlos Pellegrini se definieron con sus hechos como posiblemente los únicos estadistas de ese largo período que transcurrió entre las presidencias de Mitre (1862) y el comienzo del Yrigoyenismo (1916).
Apodado “el zorro” por su notable astucia política, hizo gala de esas habilidades para evitar una segunda presidencia del portuario y muy unitario Mitre. Tucumano de origen, Roca tuvo su visión puesta en los amplios confines de la Argentina de esos turbulentos años, buscando consolidar las fronteras hacia al sur y hacia el norte.
“Manu militari”, como hacían imperativas las circunstancias, tomó posesión efectiva de la vasta Patagonia Argentina, debiendo enfrentar a poblaciones de nativos hostiles, que no eran por cierto “carmelitas descalzas”; de lo cual dieron sobradas muestras los reiterados malones y los secuestros de mujeres y niños, saqueos de ganados y destrucciones de viviendas e instalaciones de pobladores de aquella difusa “línea de frontera” de los fortines y zanjas, que marcaban los límites adonde llegaba el poder efectivo del Estado Argentino. De seguro hubo excesos, pero para juzgar con objetividad, debe tenerse en cuenta en contexto histórico; y sin duda que sin las decididas acciones de Roca, hoy la Patagonia Argentina sería chilena…o británica, o hubiesen prefabricado un Estado pseudo “indígena” manipulado por el vetusto imperio, tal como lo quieren hacer hoy fogoneando reclamos a ultranza de mapuches y otros, sembrando odios mediante campañas bien financiadas, dirigidas desde allende los mares, por ONGs como “Mapuche Nation”, con sede en Bristol y directivos británicos.
Pocos años después, ya siendo presidente por primera vez, ordenó tomar posesión efectiva del Gran Chaco Argentino, en cuya campaña sería de relevante actuación el Teniente Coronel Luis Jorge Fontana, fundador de la ciudad de Formosa, entre otras vastas concreciones en una larga vida de servicios a la Patria.
En su segunda presidencia, Roca dirigió las delicadas gestiones que evitaron la inminente guerra contra Chile, y después reestructuró y modernizó las Fuerzas Armadas, con la valiosa colaboración del General Ricchieri, que elaboró la ley del servicio militar obligatorio, dando origen además a toda una doctrina de defensa vinculada con el desarrollo, que luego sería subvertida de la mano de liberales recalcitrantes, a partir de 1955 en adelante.
Y en Misiones, envió a su hermano Rudecindo, con el cargo de Gobernador del entonces Territorio Nacional, para consolidar la soberanía argentina, dado la desidia centralista portuaria nos hizo perder por dos veces vasta porciones de nuestra superficie, ante el fuerte y bien planificado expansionismo lusitano del Barón de Río Branco.
No sorprende que desde adentro, con interpretaciones históricas cargadas del antimilitarismo con tintes anarco-marxistas, personajes como Osvaldo Bayer y Juan Pablo Feinmann, abonan a la demonización de la figura de Roca, y hacen contribuciones a odios potencialmente incurables, evidenciando que poco o nada parecen  importarles la realidad ni las prioridades estratégicas de la Nación Argentina.
En síntesis, no puede parangonarse un personaje de la Historia Argentina como Julio A. Roca, que a su modo y en su contexto histórico, hizo claras contribuciones a la Grandeza Nacional, con otros personajes muchísimo más discutibles, como Rivadavia y Mitre, entre otros.
La correcta memoria histórica debería permitir la coexistencia de las efigies de Roca y Evita, con toda justicia homenajeadas en dos tipos de billetes de cien pesos.





miércoles, 25 de julio de 2012



FINALMENTE, ¿LINIERS ERA  BONAPARTISTA O NO?

TERCERA PARTE

Por: Roberto Antonio Lizarazu

Ya mencionamos que el Marqués de Sassenay redacta unas imperdibles memorias, que se menciona en la Bibliografía General, en las que narra sus observaciones sobre Liniers y sobre la conversación que mantuviera con el Virrey, en su casa, en el almuerzo ofrecido para desagraviarlo por lo poco amables que habían sido el día anterior las autoridades del Cabildo y de la Real Audiencia, que terminaron  quemando en la estufa los oficios que portaba el enviado de Bonaparte.

Sassenay en esas memorias menciona: “Él (Liniers) se excusó sinceramente de la manera como me habían recibido, diciéndome que su posición así lo exigía, que no tenía tropas regulares, (en realidad tropas tenía, pero no cobraban) que su autoridad no consistía sino en su propia opinión y que toda adhesión que se experimentaba por él caería en el momento en que se separara de la opinión general de la gente. Lo que me convenció todavía más de esta aserción fue la dependencia en la que vi estaba del Cabildo o Cuerpo Municipal, para tener el dinero con que pagar sus tropas”.

“Me aseguró que no deseaba más que ver cambiar un gobierno que no había tenido reconocimiento hacia él por los servicios que había prestado, puesto que se lo había dejado virrey interinamente en lugar de que se lo confirmara en propiedad, pero que era necesario obrar con prudencia y esperar que las circunstancias le permitiesen pronunciarse;  (a favor de Napoleón) que hasta entonces él aguardaría mejor ocasión; que me procuraría los medios para volverme inmediatamente a fin de dar cuenta de su situación y ver de que manera podría recibir algún socorro de hombres y armas (francesas) que le faltaban , y que recién entonces podría tener éxito en lo que él deseaba; que su interés y la alta estima que tenía por el Emperador  (Bonaparte) lo unía  más a la nueva dinastía con la cual su suerte sería fijada, en lugar del estado de incertidumbre en el que vivía.”

En otro párrafo continúa Sassenay escribiendo: “Estoy pues persuadido de que si (Liniers) hubiese tenido medios o tal vez más audacia y que yo hubiese podido regresar a Europa de inmediato para entrevistarme con el Emperador, los acontecimientos hubiesen tomado otro curso. La proclama que dio después de mi llegada en la que se instaba a los pueblos a la tranquilidad y a esperar los resultados de los acontecimientos de la guerra de sucesión, prueba de una manera irrevocable que sus intenciones eran servir al Emperador, pero que ha estado impedido para ello por las circunstancias que se daban.”

Estos tres últimos comentarios fueron titulados “Finalmente ¿Liniers era bonapartista o no?”. Como respuesta daré la opinión del doctor Vicente D. Sierra, quien fuera profesor del suscripto; y al que no me atrevería a cambiarle una coma de su interpretación sobre el particular: “Las palabras de Sassenay son una acusación concreta contra la conducta de Liniers, y aclaran un hecho que alcanzó significativa trascendencia en el desarrollo posterior de la historia de la Argentina, y es que, para la inmensa mayoría de los funcionarios civiles y militares, y aún de la jerarquía eclesiástica, los sucesos de la península no eran cuestiones de su interés personal, sino que se debía seguir recibiendo órdenes desde la Metrópoli, de Carlos IV,  de Fernando VII o de las Juntas que lo representaban, con la fidelidad propia de los vasallos de la dinastía española.”
“En tales circunstancias, Liniers que además era francés y admirador de Bonaparte, no podía menos que ver con íntima satisfacción que la corona de España pasara, con la anuencia del pueblo español, a un monarca compatriota suyo. Pensar otra cosa de él sería agraviar su memoria. Y de que esa era su posición quiso Liniers que fuera Sassenay su mensajero ante Bonaparte”.  (Ver Vicente D. Sierra en la Bibliografía General)

En relación al tema que habíamos dejado pendiente, sobre la segregación del territorio del Virreinato del Río de la Plata, inmediatamente después del 25 de mayo de 1810, son tan deficientes e incompletos nuestros planes de estudio dictados en los institutos especializados en esta materia, que seguramente esta documentación nadie la debe haber estudiado ni debe haber sido informado de ella. Este documento no se menciona en la Historia Argentina oficial, sencillamente porque su texto da por tierra con la fábula difundida por Mitre y su Academia respecto al mito de “La máscara de Fernando VII). No existió ninguna máscara, los porteños beneficiados con el contrabando con Brasil, vía Colonia del Sacramento, querían independizarse de la Metrópoli por que la misma no les redituaba económicamente nada. Reparemos como responde Fernando VII  a la Junta de Buenos Aires, que utiliza su nombre para desplazar a su Virrey.

Como inmediata respuesta al Cabildo Abierto del 25 de Mayo de 1810, realizado en nombre y apoyo de Fernando VII (el que tenga dudas puede leer las actas del mismo), la Junta Central Suprema de Madrid, en ese momento con residencia en Sevilla, bajo la presidencia de Vicente Joaquín  Osorio de Moscoso y Guzmán Álvarez de Toledo, Marqués de Astorga (el presidente anterior el Conde de Floridablanca había fallecido el 30.12.1808)  y actuando en nombre y por mandato de Fernando VII, no mordió el anzuelo y como respuesta le ordenó al Virrey del Perú,  avanzar sobre Buenos Aires y reducir el territorio del Virreinato que esa ciudad  encabezaba, a la mínima expresión de la Intendencia de Buenos Aires, que de hecho fue la única ciudad que se pliega al movimiento juntista.                 

 Por esa orden se segregan del Virreinato del Río de la Plata y se agregan al de Perú, los dominios que se mencionan en el siguiente documento que pasaré en letras de imprenta para su mejor lectura sin corregir a la ortografía actual: “Don José Fernando de Abascal y Souza, Caballero del Habito de Santiago, Teniente General de los Reales Exercitos, Virrey, Gobernador y Capitan General del Perú, Superintendente Subdelegado de Real Hacienda, Presidente de la Real Audiencia de Lima, ESTABLECE”.

“El espíritu de engaño y seducción, fomentado en el continente de Europa, por el tirano usurpador de la Francia; ha esparcido sus amortiguadas llamas, en las pacíficas posesiones de la América del Sur. Hombres destinados por la naturaleza, a solo vegetar en la obscuridad y abatimiento, sin el enérgico carácter de la virtud, y con la humillante debilidad de todos los vicios, aspiran a lograr la vil efímera representación, con los execrables delitos, señala a los grandes criminales. No hay País alguno en la tierra, que no esté expuesto a sufrir la desgracia de abrigar en su seno, esos abominables monstruos, que enmascarados, con el simulado disfraz, de amor por su Rey,  (Fernando VII) de amor de la Religión, de la Patria y del bien público, solo intentan por su particular interés comercial, la desorganización, la anarquía y el desorden. El fiel pueblo de Buenos Ayres, que ha dado tan recientes pruebas de su constancia, generosidad y adhesión a la Madre Patria;  (en las dos invasiones inglesas) acaba de padecer esa triste experiencia: un corto número de individuos, proclamando haber cesado la suprema soberanía, por la instalación del nuevo Consejo de Regencia, ha atentado a las legítimas autoridades, formando a su antojo una Junta de Gobierno. El Excmo. Ayuntamiento, el Síndico Procurador en nombre de aquel común, y los vecinos mas recomendables, por su providad y circunstancias, han protestado contra una conmoción, excitada con tan infundado pretexto. ¿Por qué si a los principios de la desgraciada época en que se halla la España, por solo el sagrado objeto, que animó a la inmortal asociación de Sevilla, fue reconocida con aplauso, como depositaria de la suprema autoridad? Si la Junta Central ha sido juramentada y obedecida como representante de nuestro suspirado Monarca el señor Don Fernando VII ¿Cómo no ha de tributarse la mas profunda y rendida sumisión al Consejo de Regencia; deseado por todos los buenos españoles, como menos expuesto a la lenta complicidad de las resoluciones; establecido con el más generoso desprendimiento, por los dignos vocales interpretes en la Central de la voluntad de todas las Provincias; y en que se ve hoy la América representada, por uno de sus ilustres hijos, con igual proporción, y los mas vivos deseos de cimentar su esplendor y prosperidad? Así pues aislados esos perversos, en el corto recinto de la Capital  (Buenos Aires) que oprimen, no han podido conmover las fieles y ricas Provincias que componen su distrito, antes si enardecidas de tan criminal conducta, le han manifestado su desprecio y aversión, ocurriendo a esta Superioridad, no solo por auxilios para rechazar cualquier hostil empresa a que pudiera arrastrarlos la ilusión y ceguedad; sino también a una formal agregación a este Gobierno, del mismo modo que lo estaba antes de la erección de aquel Virreynato; así lo han solicitado por los mas expresivos oficios el Señor Presidente de Charcas, su Real Audiencia, M. R. Arzobispo, I. Ayuntamiento, la Imperial Villa de Potosí, la ciudad de La Paz y Córdoba del Tucumán, y siendo obligación estrecha de los principales Jefes, ocurrir al pronto remedio de los males que amenazen a los fieles vasallos de S. M. por todos los medios que dice la justicia: he venido a acceder a esa solicitud declarando quedar  hasta que se restablezca en su legítimo mando al Excmo. Señor Virrey de Buenos Ayres,  (Baltasar Hidalgo de Cisneros) y demás autoridades legalmente constuidas, agregadas a este virreynato  (Peru) las expresadas Provincias que dependían de la gobernación del Río de la Plata, en todos los ramos de Hacienda, Guerra, Política y Justicia, ocurriendo las Partes en los contenciosos a sus respectivos tribunales, salvos los recursos que en sus correspondientes casos, prescriben las leyes pertenecer al alto Gobierno. Y para que así conste y llegue a noticia de todos se publicará por Bando en esta Capital, circulándose por las de las Intendencias de ambos virreynatos.
Lima 13 de Julio de 1810. José Fernando de Abascal y Souza.

Para poder dimensionar el territorio segregado, solamente una de las Intendencias perdidas, la de Córdoba del Tucumán, representa las actuales Provincias de La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, La Pampa, el oeste de la Provincia de Santa Fe y el Oeste de la de Buenos Aires.

Tampoco se puede ignorar que para mayo de 1810, si bien es verdad que Carlos IV ya había finalizado sus reclamos de abdicación a favor de su hijo   Fernando VII, la situación política española era un verdadero rompecabezas.  Además del rey Carlos IV que había abdicado y luego se retracta, se encontraba el nuevo monarca Fernando VII, quien gobernaba por medio de las diversas Juntas Centrales de diversas ciudades españolas, y que a su vez respondían a la Junta Suprema Central de Madrid.  Por si fueran pocos monarcas, y pocos los que emitían órdenes,  además   se encontraba entronizado en España Don Pepe Botellas, el hermano mayor de Napoleón Bonaparte, que también era rey de España y de Las Indias. Si toda esta caótica situación política peninsular fuese poca,  además a la Primera Junta  y al Virreinato del Río de la Plata lo habían reducido   a un tercio de su territorio original. Queda reducido a  la Intendencia de Buenos Aires.

Este documento se encuentra reproducido en cualquiera de las obras mencionadas a continuación.
Luís Antonio Eguiguren Escudero (1887-1967) “El Derecho y el Perú Virreynal”. Lima, 1964.
Arturo García Salazar (1880-1958) “Historia de la Diplomacia Peruana”. Tercera edición, Lima, 1978.
Eugenio Larrabure y Unanue (1884-1926) “Manuscritos y Publicaciones sobre la Historia del Perú”. Lima, 1946.
Manuel de Mendiburu (1805-1885) “Diccionario Histórico y Biográfico del Perú”. Imprenta de J. Francisco Solís. Lima, 1917.

Por otra parte gracias al adelanto informático que representa el conocimiento documental a nivel masivo que se edita por  Internet, este documento ignorado por la bibliografía argentina, se puede encontrar en varios sitios que permiten guardarlo y reproducirlo. Las mentiras y los ocultamientos históricos cada vez tienen las patas mas cortas, en este caso solo se debe requerir a Internet por el buscador que cada uno utilice.

Bibliografía General.  Marqués de Sassenay. “Napoleón I y la Fundación de la República Argentina”. Colección B. E. A. Volumen Nº 10, Biblioteca Enciclopédica Argentina, Editorial Huarpes S. Buenos Aires, 1949.

Vicente D. Sierra. “Historia de la Argentina”. Fin del Régimen Virreinal e Instalación de la Junta de Mayo de 1810, Tomo IV, Libro Segundo, Editorial Científica Argentina, Buenos Aires, 1974. Páginas 225 a 463.




martes, 24 de julio de 2012

Napoleón Bonaparte



FINALMENTE, ¿LINIERS ERA BONAPARTISTA O NO?

Por: Roberto Antonio Lizarazu

SEGUNDA PARTE

El marqués de Sassenay llega a Buenos Aires

Cuando “Le Consolateur” luego de evadir durante treinta y dos días a las fragatas inglesas, que tenían su base en Río de Janeiro, llega al Río de la Plata, intentando escapar a sus perseguidores desembarcó de apuro a Sassenay en el atracadero de Maldonado. Luego puso proa a Montevideo pero su suerte se había terminado. Fue sorprendida por dos fragatas inglesas que la obligaron a embicar y finalmente encalla en la costa, donde los ingleses se apoderaron de todo el equipaje y la carga, liberaron a la tripulación y hundieron la flamante “Le Consolateur”.

Casualmente se encontraba anclado en el puerto de Montevideo, Luís Liniers, hijo de nuestro Virrey, que con la zumaca “Belén” de su propiedad, había arribado en uno de sus habituales viajes comerciales. Aprovechando esta circunstancia, Elío Gobernador de Montevideo, le encargó a Luís Liniers que recogiera a Sassenay de Maldonado y lo llevara a Buenos Aires.  A Luís Liniers, Elío le entregó una carta para su padre indicándole varias medidas, que como veremos Liniers se esmeró en cumplimentar: “Debería pensar muy bien en el apuro en que aquel negocio le ponía, que no olvidase que era francés, que recibiese al enviado en una junta y se usase de la mayor franqueza no ocultando nada al pueblo, si no quería exponer su vida y que, incluso, diera a entender que estaba pronto a abandonar el cargo de Virrey”.

Arribado a Buenos Aires, Luís Liniers desembarcó primero con las novedades y a la mañana siguiente lo hizo Sassenay. 

Liniers al enterarse del arribo de Sassenay, en carácter de enviado personal de Napoleón, ya conocía sobre los sucesos ocurridos en Madrid y en otras ciudades españolas, como para darse cuenta de que, en su calidad de francés, se encontraba en una posición, institucional y personal,  altamente comprometida. No debemos olvidar que Liniers en ese momento era el Virrey del Río de la Plata -desde el 10 de febrero de 1807 hasta el 30 de junio de 1809- y que representaba las potestades regias en este lugar  del Rey de España Carlos IV, el que lo había puesto en su cargo.  Y en este caso puntual el Rey Carlos IV era el mismo soberano que había estado  preso en Francia en manos de Bonaparte, siendo éste último   el  mandatario del  delegado que Liniers recibiría con el objeto de entrar en tratativas por lo menos inciertas. ¿A favor de quien: del monarca que le había delegado sus potestades nombrándolo Virrey? ¿De su hijo Fernando VII? o ¿De su patria de nacimiento representada por Napoleón Bonaparte?. Pareciera toda una trama redactada por un autor con inclinaciones al surrealismo argumental.   A partir de ese momento sus oscilaciones, su duplicidad y sus condiciones de hombre político  debieron extremarse al máximo, y como ya mencionamos en la Primera Parte de este comentario,  estas gestiones no conformaron a ninguna de las partes involucradas y solo sirvieron para esmerilar los gloriosos méritos logrados en las invasiones inglesas. Si alguien pretende encontrar los antecedentes políticos de su trágico final en Cabeza de Tigre, Cruz Alta, Córdoba, Virreinato del Perú, (1) el 26 de agosto de 1810, debe comenzar a partir del  estudio de esta frustrada misión de Sassenay.

Para recibir al delegado bonapartista, siguiendo las sugerencias de Elío,  Liniers convocó a miembros del Cabildo (tradicionales opositores) y a los integrantes de la Real Audiencia (todos pro hispánicos) a la reunión que se realizó en el Salón de Acuerdos de la Real Fortaleza. En representación del cuerpo municipal (Cabildo) asistió el alcalde de segundo voto Matías de Cires, y el regidor primero Juan Antonio de Santa Coloma. De la Real Audiencia acudieron el oidor Juan Bazo y Berri y los fiscales Manuel Genaro Villota y Antonio Caspe y Rodríguez.

Liniers le responde las sugerencias  de Elío el 20 de  agosto de 1808, donde narra las reuniones que ocurrieron entre el 13 y el 19 agosto entre Sasseney, Liniers y los representantes del Cabildo, y de la Audiencia. Los representantes del Cabildo expusieron a partir del 13 de agosto y nos quedan como fuente documental  la respuesta de Liniers a Elío y el acta que los representantes del Cabildo y de la Real Audiencia tuvieron la previsión de redactar.

Dice Liniers: “Sassenay comenzó a hablar en francés pero yo le contesté que lo haga en castellano, cuyo idioma entiende y habla regularmente, diciéndole que en este lance no le conocía como amigo sino como emisario de Napoleón. Sassenay abrió un maletín y procedió a revisarlos y a dar cuenta de los mismos”.

Reitero que de esta reunión los cabildantes y los fiscales participantes en la misma, tuvieron la previsión de redactar un acta, la que por razones de espacio y para no cansar a los señores lectores, reproduciré los parágrafos que considero más sustanciosos.   Como veremos oportunamente  en los detalles del acta, la misión de Sassenay no se circunscribía al Río de la Plata y a Liniers, como habitualmente se estudia en nuestro medio, sino que tenía alcances continentales, pues su misión era desde México incluido, hacia el Sur, pasando por todas las posesiones españolas de Las Indias. Además de las Filipinas.

Acta del 13 de agosto 1808. “Sassenay nos presentó unos paquetes con oficios para Manila, México, Chile, Habana, Santa Fe de Bogotá, Lima y todas las capitales del Continente americano, para los Virreyes, Intendentes, Arzobispos, Obispos y presidentes de Audiencias, sin comprender a Cabildo alguno; otros para este Virreinato, entre los cuales se hallaron varios papeles impresos en Bayona y en Burdeos, contraídos: unos a la abdicación de Carlos cuarto en Fernando Séptimo; otros a la renuncia de Carlos cuarto a favor de Napoleón, el día ocho, en Bayona; otro a la renuncia que hicieron de la Dinastía a favor del mismo Napoleón, con fecha veinte y uno en Burdeos, Fernando Séptimo y los Serenísimos Infantes Don Carlos y Don Antonio; otros a oficios de Champagne, Ministro que dice ser de Relaciones Exteriores de Francia en que a nombre de Napoleón previene al Señor Virrey (Liniers), que habiendo Carlos cuarto y demás de la Real Familia renunciado a la Dinastía a favor de su amo  (Napoleón), espera el cumplimiento de lo que contienen los impresos presentados, y los recomienda a un Pueblo que se ha portado con la mayor energía y fidelidad.”

“Otro oficio del señor Azansa, Ministro de Real Hacienda en España, fechado en Madrid a trece de mayo, previniendo se suspenda proclamar a Fernando Septimo, de orden del Duque de Berg, Teniente Gobernador del Reino, y acompañando varias otras reales órdenes entre ellas la de que se ponga en el papel sellado: “Valga para el gobierno del lugarteniente del reino el gran Duque de Berg”; otra de carácter reservado del propio Sr. Azansa de fecha 15 en Madrid, reducida a ratificar lo que resulta de los impresos a manifestar que aunque la Dinastía concluía, no concluía la Monarquía, y a prevenir se guarde el buen orden, la tranquilidad pública, y la observancia de las leyes, anunciando al mismo tiempo, estar acordada la renuncia de Napoleón a favor de su hermano José, rey de Nápoles, o que este venía a recibir el reino de España.”

“Otro oficio correspondía a un papel sin firma, pero de la misma letra que los oficios redactados por el Ministro de Relaciones Exteriores en que se anuncia un Congreso en Bayona para el quince de junio, con 150 diputados de las Provincias de España, a fin de arreglar el Gobierno de la Nación , y varios otros papeles impresos en Francés y en Español, que particularmente el Emisario Sassenay, de carácter sediciosos y seductivos contra la monarquía española, los cuales fueron echados al fuego de la chimenea  (era pleno invierno) de manera inmediata”.

Este acta lleva las firmas de los cabildantes Matías de Cires y Juan Antonio de Santa Coloma; y la del oidor Juan Bazo y Berri y la de los fiscales Manuel Genaro Villota y Antonio Caspe y Rodríguez. Pero extrañamente Liniers, que es el Virrey, no la firma.

A partir de ese momento, del acuerdo o no del texto del acta, Liniers incurre en algunos gestos y actitudes por lo menos desconcertantes que denotan una duplicidad poco definidas en su posición política.

Antes de finalizar la reunión, con el acuerdo de todas las partes, se resolvió que Sassenay regresara a pasar la noche a la zumaca “Belén” que como ya mencionamos pertenecía a Luis Liniers y que la difusión del acta y de las noticias que Sassenay presentó, recién se darían a conocer al día siguiente. Pero Liniers tomó la iniciativa y a primera hora del día 14 de agosto, lejos de mantenerlo aislado a Sassenay en la “Belén”,  lo regresó como invitado a su casa y lo homenajeó con un almuerzo con toda la familia. De lo que se conversó en este almuerzo no quedaron actas firmadas, pero lo que no previó Liniers fueron las memorias de Sassenay, publicadas por primera vez, incluso luego de su fusilamiento, donde nuestro héroe de las invasiones inglesas no sale bien parado. Sobre este tema de lo conversado en el almuerzo en la casa de Liniers, lo resumiré en la tercera parte del comentario.



(1) No se trata de un error de tipeado, son tan deficientes e incompletos nuestros planes de estudio dictados en los institutos especializados en esta materia, que seguramente esta información nadie la debe haber estudiado ni debe haber sido informado de ella. Este documento no se menciona en la Historia Argentina, sencillamente porque su texto da por tierra con la fábula difundida por Mitre y su Academia respecto al mito de “La máscara de Fernando VII). No existió ninguna máscara, los porteños beneficiados con el contrabando con Brasil, vía Colonia del Sacramento, querían independizarse de la Metrópoli por que la misma no les redituaba económicamente nada. Reparemos como responde Fernando VII  a la Junta de Buenos Aires, que utiliza su nombre para desplazar a su Virrey.

Como inmediata respuesta al Cabildo Abierto del 25 de Mayo de 1810, realizado en nombre y apoyo de Fernando VII (el que tenga dudas puede leer las actas del mismo), la Junta Central Suprema de Madrid, en ese momento con residencia en Sevilla, bajo la presidencia de Vicente Joaquín  Osorio de Moscoso y Guzmán Álvarez de Toledo, Marqués de Astorga (el presidente anterior el Conde de Floridablanca había fallecido el 30.12.1808)  y actuando en nombre y por mandato de Fernando VII, no mordió el anzuelo y como respuesta le ordenó al Virrey del Perú,  avanzar sobre Buenos Aires y reducir el territorio del Virreinato que esa ciudad  encabezaba, a la mínima expresión de la Intendencia de Buenos Aires, que de hecho fue la única ciudad que se pliega al movimiento juntista.   Copia del documento en cuestión por razones de espacio y para no cansar a los señores lectores lo reproduciré en la Tercera Parte de este trabajo que intento abreviar al máximo posible.             



Bibliografía General.  Marqués de Sassenay. “Napoleón I y la Fundación de la República Argentina”. Colección B. E. A. Volumen Nº 10, Biblioteca Enciclopédica Argentina, Editorial Huarpes S. Buenos Aires, 1949.

Vicente D. Sierra. “Historia de la Argentina”. Fin del Régimen Virreinal e Instalación de la Junta de Mayo de 1810, Tomo IV, Libro Segundo, Editorial Científica Argentina, Buenos Aires, 1974. Páginas 225 a 463.



martes, 10 de julio de 2012


LA INTERMINABLE ERA DEL ADOCTRINAMIENTO

Por: Alberto Medina Méndez. Director Periodístico de Corrientes Opina 
Desde que el sistema educativo estatal se instaló entre nosotros, hace ya bastante tiempo, hemos asistido a un creciente proceso de profundización del adoctrinamiento por parte de quienes conducen sus destinos.
Lo que parecía tener un loable fin, como en tantas otras cuestiones, de la mano de la concentración del poder, la pérdida de los equilibrios y contrapesos y una creciente perversidad general, se fue transformando lenta pero decididamente, en esto que hoy conocemos.
La organización educativa estatal, amparada en la simpática idea de que resulta necesario que nuestros niños y jóvenes se eduquen, aprendan, se instruyan, se ha convertido en la más potente y despiadada herramienta de adiestramiento ciudadano.
Desde las escuelas no solo se enseña a leer y escribir, a sacar cálculos aritméticos, o hacer una búsqueda en internet. Se adoctrina, se imparte ideología, se instalan valores, se explica cómo diferenciar lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto.
En un sentido abstracto esto podría parecer saludable, pero lo cierto es que quienes dirigen los destinos de las sociedades son los mismos que establecen que está bien y que está mal, que se enseña y que no, homogeneizando el pensamiento de cada generación, haciéndoles ver solo lo que ellos pretenden.
La misma sociedad que dice que la política como la conocemos tiene malas prácticas pretende que creamos que las instrucciones que emanan de ese poder con pobres convicciones morales, generará los contenidos adecuados para nuestras generaciones futuras.

Es difícil suponer que las mismas personas que generan la  ineficiencia estructural que detentan cuando no pueden resolver problemas cotidianos como la creciente inseguridad y las crisis económicas que ellos mismos alimentan con sus desatinadas decisiones, resolverán la cuestión educativa.
Es tremendamente ingenuo creer en esa mirada, además de contradictorio e insostenible desde cualquier ángulo que pudiera ser analizado.
Lo concreto es que el aparato educativo les resulta absolutamente útil a los gobernantes de turno para imponer, fijar reglas y garantizarse perpetuidad, ya no partidaria, sino desde el espacio de la corporación política.
Ellos desde ese inmaculado lugar que detenta la educación como idea superior, castigan a los creativos, a los talentosos, bajo el lema de fortalecer el principio de igualdad, nivelándolos a todos hacia abajo.
En esa misma línea, a los que no quieren pensar, a los que hacen de la abulia intelectual un hábito, les brindan ideas elaboradas previamente, para que simplemente las suscriban sin analizar.
En cada acto escolar, en cada aparentemente ingenua actividad científica, en cada discusión sobre educación sexual, historia o geografía, los que mandan cargan las tintas con sus posiciones preconcebidas.
Ellos deciden que idioma se debe estudiar, que libros leer y cuáles no, como debe interpretarse cada hecho histórico, y que postura debe asumirse en temas de moralidad cotidiana.
Han logrado conformar una fábrica de visiones y no un ámbito para ser instruidos. Ellos no quieren reconocer que la educación solo precisa de un adecuado marco de libertad para poder transgredir, imaginar e inventar.

Las sociedades que crecen genuinamente son las que pueden ser más creativas, las que desarrollan su capacidad para descubrir, las que se permiten dudar de sí mismas, de eso se trata el mundo del conocimiento. Si se ha progresado en ello es porque se ha sido capaz de descreer de lo actual para soñar en lo que aun no se ha conseguido.
Los grandes inventores del mundo, los que han creado las más geniales ideas del planeta, esas que usamos a diario, no han surgido gracias a la maquinaria de la educación pública. Muchas de esas brillantes invenciones nacieron de mentes rebeldes, de gente que no acepta los moldes. Son los trasgresores, lo que dieron luz a muchas genialidades.
El sistema educativo estatal es estructurado, inmóvil, rígido, incapaz de fomentar ideas nuevas, no está conceptualmente diseñado para salirse de sí mismo, sino para hacer un culto del status quo. Su pasión por el orden, la disciplina y las reglas, lo hace el ámbito menos apto para desarrollar las mentes.
No vamos por buen camino cuando ciertos ciudadanos lo defienden como si fuera un dogma, y se ofende frente a sus críticos. Tampoco cuando discutimos la eficiencia de su gasto como si eso cambiara el resultado final. El régimen actual es temiblemente caro, y eso es grave, pero lo más trágico frente a los acontecimientos es su producto, lo que genera. Abaratarlo, hacerlo más eficiente es casi un deber moral, pero claramente no es la cuestión de fondo.
Debemos animarnos a replantear el escenario sin tantos prejuicios y preconceptos, y asumir que pretenden utilizarnos cuando nos hacen defender un sistema y  hacernos sentir como malas personas por pensar diferente. Esa sola prueba debería servir para demostrar cuanto nos han influido. Han instalado la idea de que su visión sobre la educación es indiscutible. Vaya osadía. Lamentablemente habrá que decir que estamos transitando la interminable era del adoctrinamiento.





viernes, 6 de julio de 2012



Dr. Don  ARTURO MARTIN JAURETCHE

Por: Licenciado Jorge Nelson Poma

Despojado de toda bandera político partidaria, estudiar personajes influyentes de nuestra historia creo que es un deber de estricta justicia y una obligación de Ética Ciudadana a la que debemos acostumbrarnos sin odios ni rencores, por el contrario en la sana búsqueda de la reconciliación Nacional y Regional.

Un verdadero intelectual con gran autonomía de pensamiento, admirable creador de su propia doctrina con independencia de criterio que lo inscribe en los capítulos de los que poseen “Motor propio”  o  “Propia propulsión”.

Paseó por varios partidos políticos, pero en su realidad sólo pensaba en la Grandeza Argentina, vale decir, que fue uno de los gestores de un pensamiento multipartidario, el que consolidado constituye un Pensamiento Nacional.

Nacido en Lincoln – Provincia de Buenos Aires, un 13 de noviembre de 1901, integrando una familia numerosa pero de clase media, insertados en la política partidaria, continuó en esa corriente de pensamiento al principio hasta que poco a poco fue adquiriendo esa autonomía que lo llevaría a la grandeza.

Un personaje así no puede ser gris, necesariamente debe adquirir varios matices que lo hicieron polémico, confrontativo, tal vez incisivo y vehemente, esto me lleva a pensar que al tener tanta claridad en sus conceptos de elaboración propia, tanta seguridad en sí mismo pueda  haber aparentado ser despreciativo, denigrante o soberbio en algunas de sus reflexiones y contestaciones, tal vez esa forma de ser lo llevara a tener enemigos, entre nosotros, parece que estoy hablando de un amigo actual.

Fue uno de los pocos que se enfrentó armado al golpe de 1930 en defensa de Don Hipólito Irigoyen, terminando detenido como uno de los primeros denominados presos políticos de la Historia Argentina. (1)

Es acá que Don Arturo da a luz el revisionismo histórico y el antiliberalismo, el que hoy se ha incrementado con nuevos y conocidos revisionistas y una suerte de confrontación entre Neoliberales y los que fundamentan a éstos últimos como la raíz de todos los males argentinos.
A partir de ese hecho señalado, detención y expulsión de las tierras de Cuyo, es que comienza su lucha contra el unitarismo y contra la mirada porteña más a Europa que al interior del País, todo lo inglés y francés era bueno, todo lo argentino era malo, nuestro personaje de hoy pretende luchar contra ello que considera un grave error y que va a llevar a la Argentina a sucumbir como un campo de pastoreo inglés, francés y norteamericano.

Él quería una verdadera Nación, un País que nos convenga a nosotros los Argentinos y no a la conveniencia del extranjero, especialmente al inglés y compañía de piratería, es acá donde comienza a detectar a aquellos que se encontraban al servicio del extranjero en contra de los beneficios de  “su propia”  patria, especialmente aquellos que se encontraban al “Servicio de su graciosa Majestad Británica”. (2)

En 1933 luego de participar en varias redes conspirativas en contra del General  Uriburu, el Presidente Agustín P. Justo y otros, termina preso en la Provincia de Corrientes. Así como cuando estuvo en Mendoza no dejó de influir en el Pensamiento Nacional terminando en revueltas. En Corrientes, también tuvo lo suyo criticando a unos pocos riquísimos y muchos paisanos indigentes.

Ya es abogado de modo que domina las leyes, las analiza observando las buenas y las no tan buenas, creo que como siempre, existieron leyes que no se entienden o detrás anda jugando algún “Perduellis”. (3)

Ya en la década del 40 conoce, estudia y comparte ideas con el entonces Coronel D Juan Domingo Perón, a quien admira siendo todavía radical, pero como era abierto a todo lo Nacional, como dijera al principio, no le interesaba el partido sino el Pensamiento Nacional. Jauretche estudia a Perón e irónicamente Perón estudia a Jauretche y su Escuela de Pensamiento integrada también por Scalabrini Ortiz y Homero Manzi.

Integra la resistencia cívico – militar ante el golpe del 55, apoyando a Arturo Frondizi en la preparación para las elecciones próximas, como vemos siempre activo e influyente, fue conservador, radical, peronista, otra vez radical, la multipartidaria en uno solo? Esto podrá ser muy criticado como supuesto “acomodaticio”, mi visión es el ser guiado por el mismo pensamiento y eso lo hace pendular entre los líderes de cada momento político, entonces seguidor de Irigoyen, luego Perón, luego Frondizi, pero siempre con un mismo Pensamiento Nacional, el mismo que transcribe a sus maravillosos libros  “Abre mentes”. (4)

En este momento observo una decena de libros de Don Arturo y me pregunto: ¿que me hicieron estudiar toda mi vida? No pude elegir, me impusieron piezas bibliográficas escritas con el puño herido y un ojo cerrado, ¿se entiende verdad? (5)

¿Cómo es posible que durante toda mi vida de estudiante incluso universitarios, nadie, ni Maestros, ni Profesores de todas las asignaturas incluyendo Historia y Geopolítica, etc., hayan mencionado a grandes pensadores entre los que se encontraban Arturo Jauretche?. Recién a la madurez madura y por propia iniciativa en los estudios de Post Títulos, en este caso, en el  “Diplomado Superior de Geopolítica Regional y Nacional”, escucho con profunda alegría que se menciona como ejemplo el nombre de Don Arturo Martín Jauretche como creador de un Pensamiento Nacional y para todos. (6)

Parece que el enemigo de Argentina hace nuestros planes de estudio, los Planes Curriculares de todas las instituciones educativas, incluyendo las Instituciones Fundamentales de la Nación como lo son las FFAA – FFSS – y FFPP (7); con gran injerencia en la vida política y geopolítica Argentina.

Planes de estudio que cambien el perfil del Ciudadano Argentino, Civil – Militar o Eclesiástico, con la apertura mental necesaria para constituir un trampolín a la Grandeza Nacional, descolonicemos Las Malvinas pero también la parte Continental Argentina, creo que hay más  “negocios”  extranjeros que Industria Nacional; pero esto es otro tema.

Como decía Santo Tomás de Aquino (8)  “Los temas castrenses se encuentran umbilicalmente ligados al bien de la sociedad política”,  razón más que suficiente para elaborar un perfil educativo con un Pensamiento Nacional y Cristiano.

Volviendo a los libros que observo y jugando con las fechas en que fueran escritas las obras, creo que no dejó de escribir un solo año de su vida, este hombre de mi admiración reciente, sí que le queda bien irónicamente hablando  “Con la espada, con la pluma y la palabra”  y digo irónicamente porque fue uno de los principales críticos de Domingo Faustino Sarmiento.

Acá me detengo porque comienza una etapa de actualidad y no me meto en política partidaria por no ser experto ni analista político, cosa que es muy distinta al análisis geopolítico en donde conocer personajes influyentes de la historia es fundamental para entender el presente y avizorar el futuro.

Entre las piezas bibliográficas denominadas  “Abre mentes tengo un vuelco preferencial por el  “Manual de Zonceras Argentinas” con 44 zonceras y el que comienza con una mínima parte de los escritos desarrollados precisamente en Corrientes y expresa:  “Les he dicho todo esto pero  pienso que pa’ nada, porque a la gente azonzada no la curan con consejos; cuando muere el zonzo viejo queda la zonza preñada ”. (9)

Y ya que mencionamos las zonceras, no nos olvidemos de la zoncera Nro 45: Creer que una Base Militar Norteamericana de “Ayuda Humanitaria”  sea verdad, por favor se debe hacer el seguimiento, que el río siga sonando, porque en cuanto dejemos de hacer ruido los gringos se acomodan nueva y disimuladamente, en un sistema pendular entre norteamericanos e ingleses, parafraseando a Jauretche, señores gringos no queremos que nos cambien el collar sino queremos dejar de ser perros, vale decir ya no nos chupamos el dedo.

En síntesis nuestro personaje de hoy, fue un luchador contra el  “Colonialismo mental ” como por ejemplo, los ingleses tienen parte de nuestro territorio en sus manos como una forma de colonialismo al usurpar Las Malvinas y otras islas y su proyección a la Antártica, pero también existe el otro colonialismo, el  “Colonialismo cultural”,  el  “Colonialismo económico”, el “Colonialismo de la ciencia y tecnología”, el  “Colonialismo de la deuda eterna”  y quien sabe cuantas otras maneras de dominación a través de una manipulación por el dominio de la intelectualidad.

Entonces sólo la educación nos llevará a las sensibilidades y habilidades que construyen una verdadera fortaleza contra el colonialismo que aún abunda y muchos siguen pensando y están convencidos que  “está bien”  esta dependencia. A tal punto conversando con una persona sobre el valor de Malvinas y el actual colonialismo implementado como una invasión en secreto a nuestra querida Patria a través de ONGs “non sanctas”, me contesta  “Total que importa, aprendamos a hablar inglés y chau”, que puedo contestar a este verdadero  “Perduellis”  (3) que sólo le interesa su propia quintita.

Trabajó mucho con Perón en el 74, pero ya enfermo Arturo Jauretche, un poco se retira y finalmente fallece en Buenos Aires y como no existen las casualidades sino las causalidades, su deceso como gran patriota que fuera, se produjo el 25 de mayo de 1974, a los 73 años y dejando una obra fantástica pero poco difundida. Como siempre alguna  “Mano negra”  colocando bajo la alfombra el Pensamiento Nacional, quien tapará para que no se sepa la Obra de un Nacionalista a veces me pregunto: ¿sí ya sé los mismos de siempre su majestad y los súbditos de siempre (3), son hábiles los ingleses verdad?

Enorme es la diferencia entre libertad y libertinaje. ¿La libertad de traicionar a su patria es libertad?; entonces Arturo Jauretche desató estos y muchos otros nudos gordianos con reflexiones como ésta:  “Descubrir las zonceras que llevamos dentro es un acto de liberación; es como sacar un entripado valiéndose de un antiácido, pues hay cierta analogía entre la digestión alimenticia y la intelectual. Es algo así como confesarse o someterse al psicoanálisis –que son modos de vomitar el entripado- siendo uno mismo el propio confesor o psicoanalista. Para hacerlo sólo se requiere no ser zonzo por naturaleza; simplemente estar solamente azonzado, que así viene a ser cosa transitoria, como lo señala el verbo”.

A los ingleses y el Commonwealth  (aliados que conforman la comunidad de naciones en busca de riquezas)  les encanta mantenernos azonzados, esperemos que sea transitorio como expresa Don Arturo y despertemos todos finalmente a esta  “Segunda Independencia ” (10)  de Nuestra Amada Patria Argentina y la Patria Grande Latinoamericana como lo querían San Martín, Belgrano, Rosas, Manuel Ugarte, Yrigoyen, Perón y tantos otros próceres que lucharon, no precisamente para que seamos  “Zonzos”  dependientes sino libres y autónomos.

Tal vez esta iniciativa de  “Recordando Personajes”  sea una suerte de exposición de diversos próceres de la historia, Civiles – Militares – Eclesiásticos, para que todos nos nutramos de lo bueno y lo malo de cada uno y saber donde estamos parados, que futuro nos depara nuestra construcción, como también cuales serán las herramientas necesarias para crecer y desarrollarnos mejor.

Digo lo bueno y lo malo de diversos personajes porque NADIE es perfecto en esta vida, todos tenemos virtudes y también defectos, es parte de la naturaleza humana, pero mirar todo lo malo, cerrando los ojos a las virtudes de algunos seres influyentes en nuestra historia, también es una actitud necia, y viceversa, ver todo lo bueno cerrando los ojos a los errores, es fanatismo, seamos equilibrados.

Esto en muy apretada síntesis apenas un esbozo de la vasta actividad desarrollada por el Dr. Arturo Martín Jauretche, esto no es política partidaria, todo lo expuesto es a mi entender con autonomía de criterio y sin ser el dueño de la verdad, los saludo cordialmente.

Observaciones y Bibliografía consultada.

 (1)  Don utilizado en su tradición argentina no en su acepción europea que significaría De Origen Noble.
<!--[if !supportLists]-->( 2 ) <!--[endif]-->Parafraseando a un amigo en una de sus 12 obras publicadas.
<!--[if !supportLists]-->( 3 ) <!--[endif]-->Personajes que se dicen Argentinos pero que están al servicio del extranjero en franca traición a “ su propia ” patria.
<!--[if !supportLists]-->( 4 ) <!--[endif]-->Le llamo Abre mentes porque parecen haber sido censurados durante algún tiempo y posee puntos de vista que descolocan a cualquier lector educado con los planes de esa época.
<!--[if !supportLists]-->( 5 ) <!--[endif]-->En franca referencia a que los “Historiadores” no fueron Objetivos en sus escritos sino a favor o en contra de tal o cual cosa y mucha mano extranjera, en especial, franceses, ingleses y españoles, en una suerte de imponernos que debemos ser dependientes de ellos.
<!--[if !supportLists]-->( 6 ) <!--[endif]-->No tiene porqué confundirse con Comunista. Si bien este autor ha frecuentado la izquierda radical, se retiró de la misma porque su estilo es un Pensamiento Nacional para todos los Argentinos. Es polémico pero coherente.
<!--[if !supportLists]-->( 7 ) <!--[endif]-->Fuerzas Armadas (Ejército – Marina – Aeronáutica), Fuerzas de Seguridad ( Gendarmería – Prefectura – Policía Aeronáutica ), Fuerzas Policiales ( Policía Federal y Provinciales ) y Servicios Penitenciarios ( Federal y Provinciales ).
<!--[if !supportLists]-->( 8 ) <!--[endif]-->Doctor de la Iglesia.
<!--[if !supportLists]-->( 9 ) <!--[endif]-->Arturo Martín Jauretche – El Paso de los Libres – 1ra Edición – CORREGIDOR – 1934.
<!--[if !supportLists]-->( 10 ) <!--[endif]-->Parafraseando al Dr. Miguel Ángel Barrios, Correntino de Ley.
<!--[if !supportLists]-->( 11 ) <!--[endif]-->OBRAS PUBLICADAS:
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1934: El Paso de los Libres.
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->El Plan Prebisch: retorno al coloniaje
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1957: Los profetas del Odio y la Yapa
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1958: Ejército y Política
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1959: Política nacional y revisionismo histórico
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1960: Prosas de hacha y tiza
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1962: Forja y la Década Infame
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1964: Filo, contrafilo y punta
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1966: El medio pelo en la sociedad argentina
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1968: Manual de zonceras argentinas
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->1969: Mano a mano entre nosotros