La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



lunes, 6 de mayo de 2013



LA CAMPAÑA DEL DESIERTO POR JUAN MANUEL DE ROSAS

Segunda parte

Por: Carmen Itatí Bonpland

Darwin en su diario de viaje, escribió nimiedades sobre Rosas, claro está que en esas épocas tanto Francia como Gran Bretaña, estaban empeñados en sojuzgar infructuosamente a aquel gaucho del que tanto se hablaba.

Al final de a exitosa campaña don Juan Manuel será reconocido como: “Conquistador del Desierto” . En el año que estuvo fuera agregó miles de kilómetros cuadrados a Buenos Aires que repartió entre hacendados nuevos y los tradicionales, garantizando una nueva seguridad en las fronteras ampliadas con los apaciguados aborígenes que se comprometieron a no traspasarlas sin autorización. También acordaron cumplir con el servicio militar cuando se los llamara lo que garantizaba a Rosas su reclutamiento en caso de necesidad.

Uno de los caciques más hostiles, el ranquel Yanquetruz , sería desplazado por otro, Payné, que se alió con don Juan Manuel, quien adoptó a su hijo apadrinándolo y educándolo en su estancia, Rosas le dio su apellido.

Por su parte el temible Calfulcurá , "gulmen " de los pehuenches llegado desde el otro lado de la cordillera, luego de lancear al cacique boroga Rondeau se había proclamado jefe de todas las comunidades indias de la pampa. Instalado en las Salinas Grandes envió a su hermano Namuncurá a negociar con el Restaurador, allí se acordó que sería distinguido con el grado de coronel, cuyo uniforme debía usar con el distintivo punzó prendido sobre su pecho. Lo más importante para el " gulmen" es que fue reconocido como el principal distribuidor entre las tribus y poblados de los regalos de Rosas, por su parte se comprometía a evitar los malones y a dar aviso a las autoridades si algún capitanejo se insubordinaba. Ambas partes cumplieron al pie de la letra lo acordado durante el período rosista.

Luego de Caseros el equilibrio entró en descomposición y se sucedieron los malones y las acciones represivas de los gobiernos.
No fue afortunado en cambio, el destino de quienes no se avinieron a los acuerdos pacíficos y enfrentaron a las tropas, fue el caso del cacique pehuenche Chocorí, quien se había hecho fuerte en Choele Choel, primero cayeron varios de sus aliados, principalmente ranqueles, como los caciques Payllaren, muerto, Pichiloncoy apresado. Finalmente Chocorí es emboscado por el oficial Francisco Sosa, allí concluyó exitosamente la “expedición al desierto".

Algunos jefes indios, como el ranquel Venancio llegan a tener un trato frecuente con Rosas, su cuñada María Josefa y su esposo Lucio N. Mansilla, en una de sus visitas el indio Venancio le pregunta por sus dos mejores caballos, ocultando el disgusto don Juan Manuel, accede a entregárselo para mantener la buena relación con tan importante cacique. Luego Rosas escribiría al general Tomás de Iriarte: “… estos indios son intolerables, no se cansan de pedir, y si no se les da se enojan, pero lo más admirable son las necesidades que de poco tiempo a esta parte se han creado, piden hasta artículos de lujo, cuya existencia ignoran”.

Los indios participarían en las paradas federales desfilando con vítores al Restaurador. El influyente cacique Cachul declararía en Azul, hasta no hacía mucho toldería pampa: “Juan Manuel es mi amigo, nunca me ha engañando, yo y todos mis indios moriremos por él, sus palabras son lo mismo que las palabras de Dios”.
Más tare en tapalqué, el cacique Nicasio no se quedaría atrás:  “Yo acompañé en cinco campañas a Juan Manuel y siempre habré de morir por él, porque Juan Manuel es mi padre y el padre de todos los pobres".

Otro efecto humanitario de la acción fue la liberación de cautivas, no se puede preciar la cantidad pero oscilan entre 2000 a 4000 cristianas liberadas.

Tanto se interesó Rosas por sus indios que además de dominar su lengua y hablar de igual a igual con ellos, escribió de puño y letra una gramática y diccionario pampa para facilitar la comunicación entre cristianos y aborígenes.

Además difundió la vacuna antivariólica entre ellos  a pesar de la resistencia supersticiosa que al principio generaba. Ello le valió que la Sociedad Jenneriana de Londres lo designase Miembro Honorario, distinguiendo también al gran doctor Francisco J. Muñiz , quien además fue un destacado paleontólogo.

Comparemos con la opinión que un enemigo de Rosas, Domingo Faustino Sarmiento, que siempre lo acusó de  “Bárbaro”, hacía pública sobre los indios en El Progreso del 27 de julio de 1844:  “Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría a colgar ahora si apareciesen  Se les debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño , que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado”.

Bibliografía: Saldías, Adolfo. Como cayó Rosas, Plus Ultra, 1972)
Pacho O´Donnell. Juan Manuel de Rosas, El maldito de la historia oficial.


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