Ingeniero Valentín Virasoro |
INGENIERO VALENTIN VIRASORO, GOBERNADOR DE
CORRIENTES. ADMINISTRAR Y EDUCAR.
Por:
Roberto Antonio Lizarazu
El
Ingeniero Valentín Virasoro toma posesión de
la gobernación de la provincia de Corrientes el 25 de diciembre de 1893,
acompañándolo como vicegobernador el
coronel Daniel L. Artaza. Ambos funcionarios gobernaron hasta el 25 de
diciembre de 1897.
El
gobierno de Virasoro-Artaza tuvo como
preocupación principal, el mejoramiento de la faz administrativa de la
provincia y se distinguió por obras y medidas realmente progresistas, como se
acostumbraba en ese momento en todo nuestro país. Proyecta y ejecuta la reforma a la ley electoral que posibilitó
la representación de los partidos políticos minoritarios en las funciones
legislativas, rompiendo con la hegemonía autonomismo-liberalismo en nuestra
Legislatura. De hecho su programa de gobierno él mismo lo definía con el
progresista precepto de: Administrar y
educar.
Pero
es en este último aspecto, el educativo, donde la acción del gobierno Virasoro-Artaza, fue evidentemente trascendente y destacada. En este particular continuó con la
característica que imprimiera su abuelo el Brigadier Pedro Ferré. De hecho
repitió casi exactamente en este tema, la misma fórmula de su abuelo: “Hay que educar, educar y educar”.
Valentín Virasoro nació en la ciudad de Corrientes el 6 de septiembre de
1842; y fue el octavo hijo del matrimonio del Coronel Miguel Julián de los
Reyes Virasoro y la señora Encarnación Ferré,
hija del Brigadier Pedro Ferré.
El
Gobernador Virasoro, tomó la acertada decisión de confiarle la Presidencia del
Consejo de Educación al doctor José Alfredo Ferreira, nacido el 29 de abril de 1862 en Guayquiraró departamento
de Esquina; y quien fuera una figura de relevantes condiciones intelectuales,
además demostró poseer en el ejercicio de su función, una extraordinaria
capacidad de organizador y de Hombre de Estado.
Alfredo Ferreira
partidario del sistema filosófico de Augusto Comte, el positivismo, imprimió a
la acción constructiva del sistema educativo un profundo sentido pragmático.
Según
la opinión del eminente historiador correntino, el doctor Ángel Acuña, en su
obra “Ensayos” 3ª. Serie, Buenos Aires, 1939, “José
Alfredo Ferreira después de Sarmiento, fue el argentino que había penetrado a fondo, con mayor cultura científica, el
pensamiento y las necesidades de la instrucción pública argentina”. En mayo de 1894, Ferreira puso en vigencia su
plan, fundado en la enseñanza experimental y positiva, que era en sí un verdadero
programa educativo. Continúa Ángel Acuña
“La enseñanza no debía ser de contenido
uniforme: cabía por lo tanto, un margen de espontaneidad (Platón hubiese dicho
un margen de intuición) destinado a alumnos y maestros, para que estos últimos
pudiesen ajustar la enseñanza al medio donde actuaban”. Se acortaron los horarios hasta ese entonces extenuantes y se estableció que la
concurrencia a la escuela debería tender a dar a los alumnos la posibilidad de
que muestren los resultados de sus trabajos teóricos y prácticos, más que la
repetición de las lecciones recibidas.
José Alfredo Ferreira
recibió el gobierno escolar con 64 establecimientos para toda la provincia; y
cuando finalizó su período de cuatro años, entregó a su sucesor el profesor
Ángel Bassi, 144 establecimientos educativos en pleno funcionamiento. Bajo su
administración comenzó en febrero de 1895 la publicación de la revista “La Escuela Positiva ” y que si
bien no era un órgano sostenido por el Consejo de Educación provincial, se
constituyó en un eficaz medio de divulgación de ideas filosóficas y educativas.
Volviendo
a temas de la política partidista correntina, en horas de la mañana del 9 de
junio de 1895, se produjo un asalto armado a la ciudad de Corrientes, realizado
por fuerzas del Partido Autonomista, que procediendo de Resistencia y de otras
localidades del Chaco, al mando del Coronel José Núñez, intentan tomar la
ciudad y derrocar al gobierno del Ingeniero Virasoro, que era afín al Partido
Liberal.
Simultáneamente
fueron atacadas las poblaciones de Paso de los Libres y Alvear, con fuerzas
autonomistas que integradas con grupos de mercenarios reclutados en Brasil y en
Uruguay, pretendían idéntico objetivo que los grupos que procedían del Chaco,
derrocar a Virasoro.
Pero
para la noche del 9 de junio de 1895 todo el movimiento había fracasado a un
alto costo de vidas humanas y pérdidas materiales de diversa índole. En
Corrientes Capital el enfrentamiento armado tuvo lugar al mediodía en la
esquina de las calles Plácido Martínez y Rioja. En Corrientes como en Paso de los Libres y en Alvear, los
atacantes fueron vencidos, reitero, con un número de altas pérdidas humanas y
todo el material que habían desembarcado.
Algunos
cronistas precisan entre 50 y 70 muertos, de ambas partes, en los tres sitios
de los enfrentamientos y 200 los detenidos. José Núñez logra escabullirse y se
exilia en Brasil. Luego pasa a Uruguay donde es detenido por razones políticas
al haber participado en una revolución contra el gobierno del colorado Juan
Idiarte Borda. Posteriormente regresa amnistiado a Buenos Aires donde fallece
en 1897.
El
Coronel José Núñez, partidario del Partido Nacional; y de quien se presume que había nacido en
Tacuarembó en 1826 y fallece en Buenos
Aires el 15 de agosto de 1897, vivía exiliado en Corrientes desde la fallida
revolución oriental denominada “Revolución Tricolor” del año 1875, donde
combatiera bajo las ordenes del caudillo blanco Ángel Muñiz.
Aún
faltaban dos años más de gobierno para el binomio Virasoro-Artaza, los que
transcurrieron de manera más pacífica, pudiéndose abocar de lleno al
mejoramiento y modernización de la gestión administrativa de nuestra provincia,
tema que se había convertido en una verdadera obsesión del Ingeniero Virasoro.
Siempre repetía en sus discursos su frase predilecta: “El progreso es el resultado del
mejoramiento de la gestión del gobierno”.
El
gobierno de Virasoro-Artaza entregó su mandato
al compuesto por el doctor Juan Esteban Martínez y Eulogio C. Cabral el
25 de diciembre de 1897.
El
Ingeniero Virasoro además de ejercer la Gobernación que comentamos, se destacó por su
actuación en la Comisión
de Límites con Brasil, luego con la de Chile, donde fue designado Jefe del
Servicio Técnico de la Comisión
mencionada. Este trabajo de alta complejidad científica que dirigiera el
Ingeniero Virasoro, finalizó el 1º de mayo de 1893 con la firma del
determinante Protocolo de Límites entre Chile y Argentina, cuyos alcances aún
se encuentran en plena vigencia. Fue
Ministro de Relaciones Exteriores en la Presidencia de Luis Sáenz Peña en 1893, Senador
Nacional por Corrientes en 1898, diseñó y proyectó el puerto de la ciudad de
Rosario. Presidente del Senado de la
Nación los años 1912 y 1913; y Presidió La Cruz Roja Seccional
Argentina desde 1915 hasta su fallecimiento el 16 de junio de 1925.
Tal
como se registra en el sitio Virasoroweb.com.ar “Su personalidad fue elocuentemente destacada en su sepelio que ocurrió
el 18 de junio de 1925. Un varón consular acaba de dejarnos definitivamente; el
ejemplo de sus cualidades personales y ciudadanos de su larga y eficiente
consagración a la República.
Basta señalar a la consideración de hora presente, que
Virasoro fue un modelo de probidad, de desinterés, y de indiscutible
patriotismo”.