Por: Roberto Antonio Lizarazu
El Gato Moro es muerto en Monte Caseros por la policía montecasereña el 7 de octubre de 1889.
Si Eduardo Gutiérrez hubiese conocido las andanzas del Gato Moro, seguramente formaría parte de su obra, conjuntamente entre otras, a Juan Moreira, Hormiga Negra y el Tigre del Quequén.
Por favor no confundir con el Gato Moro de Santa Tecla, que era uno de los seudónimos del exquisito Ernesto Ezquer Zelaya, literato de primera si los hay y dueño de la estancia Santa Tecla en Ituzaingó. Error que no me lo perdonaría mi hermano mayor Carlos Antonio, ferviente admirador de la obra de Don Ernesto Ezquer Zelaya.
El Gato Moro era el nombre de guerra de Alberto Zárate, correntino de nacimiento y quien fuera un legendario bandolero con área de influencia de sus correrías en ambas márgenes del Río Uruguay,
A principios de octubre de 1889, siendo Don Oscar Domínguez el Jefe Político de Monte Caseros (El Jefe Político era el representante del Gobernador de
Domínguez que en su carácter de Jefe Político además tenía su cargo la policía, envía una partida al mando del Alférez Ballejo (1) (montecasereño él , al que el pueblo le debe por lo menos el nombre de una calle) y se enfrentan con el Gato Moro y tres de sus compinches de fechorías. Estos últimos huyen y el Gato Moro se enfrenta solo a la partida y muere pronunciando sus
últimas
palabras "Solo muerto me han de
llevar. Un Gaucho como yo no se rinde
a la policía".
La trágica muerte del Gato Moro en Monte Caseros y sus particulares circunstancias, tienen tanta repercusión que la noticia fue publicada con lujos de detalles en Buenos Aires, en el periódico "El Diario" (2) el día 9 de octubre de 1889, apenas dos días después de sucedido el hecho. Además mereció un extenso capítulo de Alfredo Ebelot en su libro "La Pampa ".
También Clarín recordó en su edición del 7 de octubre de 1996, en su sección Sociedad, página 66, el mismo suceso que nos ocupa, en una noticia titulada "Esto pasó un 7 de octubre".
(1) En 1950, había en Monte Caseros un par de familias Vallejo, pero Ballejo con b larga no. En los documentos que pude observar, efectivamente se registra Ballejo, apellido español que existe con v corta y con b larga.
La trágica muerte del Gato Moro en Monte Caseros y sus particulares circunstancias, tienen tanta repercusión que la noticia fue publicada con lujos de detalles en Buenos Aires, en el periódico "El Diario" (2) el día 9 de octubre de 1889, apenas dos días después de sucedido el hecho. Además mereció un extenso capítulo de Alfredo Ebelot en su libro "
También Clarín recordó en su edición del 7 de octubre de 1996, en su sección Sociedad, página 66, el mismo suceso que nos ocupa, en una noticia titulada "Esto pasó un 7 de octubre".
(1) En 1950, había en Monte Caseros un par de familias Vallejo, pero Ballejo con b larga no. En los documentos que pude observar, efectivamente se registra Ballejo, apellido español que existe con v corta y con b larga.
(2)
No confundir con "EL Diario" de Paraná (ER) que comienza sus
publicaciones en 1914.
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