La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



lunes, 24 de junio de 2013

ESTANISLAO DEL CAMPO o ANASTASIO EL POLLO

Caricatura de Estanislao del Campo


Por Roberto Antonio Lizarazu

“Anastasio el Pollo” era el seudónimo literario de Estanislao del Campo, pero sus amigos de toda la vida, como Vicente Fidel López, Hilario Ascasubi (Aniceto el Gallo), Carlos Guido y Spano o José Hernández por ejemplo, cuando se dirigían a él, o cuando hablaban entre  ellos, directamente lo llamaban Anastasio. El autor literario   había sido suplantado   por su  propio seudónimo. En realidad el comienza a firmar  Anastasio el Pollo en homenaje y de común acuerdo con  su amigo Hilario Ascasubi  cuyo alias era “El Gallo”.

Generalmente los creadores  y sobre todo los literarios,  o musicales adquieren el reconocimiento post mortem; y sus obras son apreciadas y valoradas  con el transcurso de los años. Con Estanislao del Campo ocurre a la inversa.

La aceptación que goza en la sociedad porteña en la década 1870 y 1880 es enorme y sus obras tienen tirajes editoriales impensados. El lector porteño lo prefería y lo reclamaba. Sus obras fueron best seller durante dos lustros y adaptadas al teatro burlesco y circense. Su “Fausto”  compitió de igual a igual, tiempo después en ese terreno,  con la adaptación del  consagrado  “Juan Moreira” de Eduardo Gutiérrez.

Don Estanislao del Campo Maciel y Luna Brizuela, que así era el nombre completo de nuestro escritor, acorde a los usos del momento, nace en Buenos Aires el 7 de febrero de 1834 y fallece en la misma ciudad, muy joven y en pleno éxito de fama literaria, el 6 de noviembre de 1880. Fue tan llamativa su aparición como entusiasta fue la crítica literaria; sobre todo de su “Fausto” que dos referentes de nuestra cultura como Pedro Goyena y Eduardo Wilde participan de una histórica polémica sobre los méritos de la obra de Del Campo que duró nada menos que un lustro. 

Pedro Goyena y Eduardo Wilde consumieron litros de tinta, para jamás ponerse de acuerdo entre ellos de los méritos y deméritos literarios de Del Campo y sobre todo de su “Fausto”.

Toda esta polémica mantenida a través de varios diarios, lo único que hacía era aumentar la vigencia del “Fausto” y mantenerlo sobre el tapete de la actualidad e incrementar su venta. Para tener una noción  de ello, “Fausto” que no era la primera obra de Del Campo y que fuera  realizada con el mismo sistema de construcción que una anterior, si la comparáramos con  la “Vuelta de Martín Fierro”, que tampoco era la primera obra de José Hernández. “Fausto” vende 2.500 ejemplares en seis meses, récord absoluto por muchos años, contra 1.500 en igual tiempo de La Vuelta. Ambas en sus primeras ediciones. Las publicaciones de las dos obras no fueron simultáneas, pero sirve para comparar la expectativa creada y la demanda  sobre las mismas.

Del Campo y Hernández, eran amigos de toda la vida. Ambos eran autonomistas alsinistas. Tan amigo que Hernández es uno de los oradores que despiden los restos de del Campo y también uno de los que participa activamente en la polémica Goyena-Wilde. Lo que ocurría era que Goyena estaba en acuerdo con algunas características y en desacuerdo con otras y Wilde exactamente igual. En cambio Hernández siempre estaba de acuerdo en todos los aspectos  con Del Campo, de quién además, reitero,  era  amigo de siempre.

En un párrafo anterior menciono que del Campo usa el mismo sistema para escribir “Fausto” que anteriormente usara para otra obra, esta es, “Carta de Anastasio el Pollo sobre el Beneficio de la Sra. La Grúa”.  Este sistema constituía en ver una obra de teatro en compañía de  amigos y luego escribir sobre ello.  El 11 de agosto de 1857 concurrió al antiguo edificio del teatro Colón ubicado entre las calles Reconquista y 25 de Mayo en la Plaza de la Victoria para presenciar “Safo” de Giovanni Pacini.  De esta experiencia publicó en el diario “Los Debates”  fundado y dirigido por Bartolomé Mitre, la “Carta de Anastasio el Pollo sobre el Beneficio de la Sra. La Grúa”  que mencionamos. Lo hizo en versos gauchescos octosílabos con un rotundo éxito. El argumento de “Safo” , al margen de la exquisita música de Pacini, es una tragedia lírica en tres partes de gran valor musical, pero es un  dramón insufrible donde no queda en pié ni los acomodadores. Del Campo lo toma a la chacota y recrea unos versos gauchescos octosílabos  imperdibles.

El 24 de agosto de 1866, se estrenó en Buenos Aires la famosa obra teatral “Fausto” de Gounod con libreto de Michel Carrié y J. Barbier, en el antiguo Teatro Colón. A esta inauguración concurrió del Campo y un nutrido grupo de amigos. A continuación y sirviéndole de línea argumental para su “Fausto” escribe en pocas semanas su máxima obra. Todo el mundillo intelectual de Buenos Aires, ya estaba enterado que Del Campo se encontraba abocado a hacer con “Fausto” lo mismo que había hecho con “Safo”, tomarlo a la chacota.

Sus otras actividades. Pero para del Campo no todo fueron versos gauchescos. Su educación la realiza en la tradicional Academia Porteña Federal, un instituto laico que estaba ubicada en las actuales calle Florida entre Sarmiento y Cangallo, donde concurrían los hijos de la clase acomodada porteña de ese entonces. Faltan aún dos décadas para que el Colegio Nacional de Buenos Aires, ocupara ese espacio educativo. Por otra parte como la Academia Porteña Federal no contaba con régimen de internado los alumnos provincianos necesariamente debían concurrir a los colegios religiosos que si ofrecían ese servicio.

En 1852 lo vemos a del Campo tomar partido en la defensa de la ciudad cuando el General Lagos la sitió y fue por un breve período  Teniente de Infantería. El 1 de diciembre de 1852, con solo 18 años de edad, Estanislao del Campo fue uno de los más animosos defensores del cantón “Patria o Muerte” ubicado en las actuales calles de Juncal y Esmeralda donde Lagos (enviado por Urquiza) no pudo pasar.  Mas tarde fue secretario de la Cámara de Diputados cuando ya militaba activamente en las filas del autonomismo alsinista. En 1858 es designado por el Gobernador de Buenos Aires Valentín Alsina como secretario privado, alternando la carrera administrativa de la gobernación con las más animadas acciones de Cepeda (1859) y Pavón (1861) donde se batió con el entusiasmo que correspondía a la circunstancia y a sus ideas políticas.   En 1861 llega a Capitán y en 1874 es ascendido a Teniente Coronel participando en la campaña con motivo de las acciones revolucionarias de ese año. Esos enfrentamientos de 1874 correspondieron a los motivados por la federalización de Buenos Aires.  

Luego tiene una corta actuación como diputado nacional por Buenos Aires representando al Partido Autonomista Nacional  y al terminar su mandato fue nombrado Oficial Mayor del Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Estos dos últimos cargos los cumplimentó con la escrupulosidad y competencia que lo caracterizaba.

Otras  obras literarias.

Sus primeras publicaciones son como colaborador de varios periódicos y revistas, donde publica versos dentro de la línea del romanticismo. Edita en 1856 en las revistas “El Recuerdo” y en “El Estímulo” donde mantiene esa tendencia literaria; y luego en el ya mencionado “Los Debates” de Bartolomé Mitre, donde modifica totalmente su estilo de expresión, cambiando al estilo gauchesco. En “Los Debates” demás de la sátira de “Safo” escribe “El Ferrocarril del Oeste en la Plaza del Parque” que son unas desopilantes  décimas referidas al viaje de La Porteña desde El Parque hasta  La Floresta.

Finalmente en 1878, en  la que resultó  ser la última incursión literaria Del Campo, dado que fallece en 1880, deja de lado el estilo gauchesco y vuelve a sus raíces románticas;  publicando “Poesías” con prólogo de José Mármol.  En esta oportunidad comentamos sobre El Pollo, y si Dios quiere, a la brevedad lo haremos con El Gallo.

Cuando comenté sobre Anastasio el Pollo, prometí que complementaría esa nota con una referida a Hilario Ascasubi o Aniceto El Gallo.  Antes de hacerlo me voy a permitir comentarles este inusual caso referido a El Pollo, que por sus extrañas características, considero  merece ser divulgado.

Tal como había escrito más arriba, Estanislao del Campo había participado como combatiente en Cepeda (1859) y en Pavón el 17 de septiembre de 1861. En esta última participa con el grado de Capitán del primer batallón del Regimiento Nº 4,  bajo la órdenes del doctor  Adolfo Alsina, quién con el grado de Coronel comandaba  la denominada Brigada Autonomista, que dependía de la Guardia Nacional de Buenos Aires dirigida por  Mitre. En la vereda opuesta se encontraban Santiago Derqui, presidente de la Confederación Argentina y Urquiza como Comandante de esas fuerzas. Como sabemos cuando la suerte de la batalla estaba lejos de definirse, inexplicablemente  Urquiza se retira hacia Entre Ríos con su Estado Mayor y con el grueso de la caballería entrerriana, dejando el triunfo en manos de Mitre y su bando.

Estanislao del Campo, que queda del lado de los vencedores, escribe en versos gauchescos una obra muy poco conocida: “Parte del General Vencido”, que se lo dedica a Derqui. A su vez, escribe otra versión sin firmar, figurando como autor anónimo, con el objeto de entretener a la tropa. Esta segunda versión  se encontraba hasta hace unos años en el archivo de la colección privada de documentos  del doctor Isidoro J. Ruiz Moreno. Por supuesto yo jamás tuve oportunidad de leerla. Tengo conocimiento de algunos privilegiados colegas   que pudieron leerla, pero no copiarla porque estaba prohibido por su propietario.  Es muy zafada y  llena de malas palabras con giros de doble sentido, que se usaban en ese momento y adecuados para una ronda de fogón, pero de ninguna manera  para ser reproducidos en este portal.

Simplemente Estanislao del Campo hizo con su Parte del General Vencido, la maniobra comúnmente denominada como La Gran Aristóteles. Una versión exotérica para el gran público y otra versión esotérica para leerse en los fogones de su regimiento de la Brigada Autonomista.

Tengo mis serias dudas que Estanislao del Campo hubiese estado orgulloso de ser el autor de esa segunda obra, porque no  la firmó, y ni siquiera la firmó como Anastasio El Pollo, pero que fue el padre de la criatura, en su época nunca hubo la menor duda, y por lo que tengo entendido nunca nadie puso, hasta ahora, en duda quien es el autor de esos versos anónimos.  Fue Estanislao del Campo.

Si reproduciré  algunos pocos versos  de la versión que podríamos llamar normal, que es la que se publicó con la firma de Anastasio El Pollo y que guarda la típica forma gauchesca que inmortalizó a su autor.

El Parte del General Vencido comienza con la explicación que Urquiza le hace a Derqui de su retirada a Entre Ríos.

Triste es, señor presidente
Para el que firma esta nota
Dar cuenta de la derrota
Descomunal de Pavón.
Y más que triste,  horroroso
Tener que participarle
Que pronto van a quitarle
Banda, elástico y bastón.

Sepa, señor presidente,
Que el tal Mitre es un gran zorro
Que me ha hecho apretar el gorro
Como a un milico vulgar
Y abra el ojo que le queda
Sin despreciar la advertencia
Y de gracias Vuecelencia
Si se lo puede apretar.

Luego de estas explicaciones de Urquiza a Derqui  -que es más extensa- Anastasio El Pollo, describe los prolegómenos de la batalla en sí, y 
continúa con la modalidad de que Urquiza siga informando a Derqui.

Me dijeron que como un buitre
Se viene volando Mitre
Sin pararse a descansar.

Y ya salté a mi caballo,
Y ya hice atar mis cañones,
Y ya escaloné escuadrones
Y ya empecé a proclamar,
Y ya tendí mis guerrillas.
Y ya puse las baterías,
Y ya hice las punterías,
Y ya hice un ala avanzar,
Y ya di la orden de degüello,
Y ya saqué a la luz mi espada
Y ya vi a la porteñada
Y ya me empecé a asustar.

Pero en este mismo instante
Los salvajes batallones
Debajo de mis cañones
Vinieron a desplegar;
Casi todos guante blanco
Riéndose y fumando habanos
Y una legión de italianos
Imposible de aguantar.

La famosa infantería
Que trajo de La Tablada
No
me ha servido de nada

Más bien de estorbo, señor;
Y en cuanto a la artillería
Del infeliz de mi yerno
Puede también irse al cuerno
Porque no he visto cosa peor.

Le aseguro a Vuecelencia
Que el batallón Rosa Guerra,
Pudo conquistar su tierra,
Si así sus infantes son.
Y que esas mismas niñitas,
Según es mi artillería,
Pueden venir cualquier día
Y no dejarme un cañón.

Los porteños y extranjeros,
Que para vestir sus tropas
Por poco no les dan ropas
De terciopelo y tisú,
¿No reirán como unos locos
Al ver a esa mascarada
Bonetuda y colorada
Por las calles del Perú?

Observaciones
Y abra el ojo que le queda. Es una burla a Derqui, cuyo mote era: El Tuerto.

Del infeliz de mi yerno. El yerno de Urquiza era el Coronel Simón Santa Cruz, hijo del Gran Mariscal de Zepita, Andrés Santa Cruz, quien había sido presidente de la Confederación Peruano- Boliviana y que tantos inconvenientes trajera con su enfrentamiento a la Confederación Argentina, durante el segundo  gobierno de Rosas.

Que para vestir sus tropas.  Los batallones porteños, incluido el de Estanislao del Campo, habían sido uniformados con ropa adquirida de sobrantes de la Guerra de Crimea, con unos mamelucos  y bonetes colorinches usados por las tropas otomanas. Anastasio El Pollo, se burla de si mismo.

Por las calles del Perú.  Se refiere a la calle Perú.

La legión de italianos. Era la que comandaba Juan Bautista Charlone, compuesta en su gran mayoría por curtidos veteranos de origen itálico, y de gran efectividad en batalla.

Que el batallón Rosa Guerra. Está referido a la escuela de señoritas de la notable educadora y poetisa Rosa Guerra, autora de la obra Clemencia de 1862 y considerada la primera autora teatral de nuestro país.

Finalmente el Parte del General Vencido, termina con unos consejos a Derqui, como despedida. Los últimos versos  de esos consejos son:

Y en tanto aproveche el tiempo
En preparar su maleta
Sin olvidar la limeta
Y diez panes de jabón.
Aunque sea de miedoso
Para el agua como un gato
Zambúllase como un pato
Y atraviese el Paraná.

Que aunque no embolse millones
Lo primero es la existencia.
Adiós pues, querido amigo
Y compadre presidente,
Dios lo saque felizmente
De entre este berenjenal,
Y eleve el presente parte,
Aunque sea un sacrificio,
Con el consiguiente oficio
Al Congreso Nacional.

Fuente: Historia de la Literatura Argentina. Los Gauchescos. II, Estanislao del Campo. Kraft, 1957.

Bibliografía General. Vida de Anastasio el Pollo, Manuel Mujica Láinez, 1948.
Obras Completas de Estanislao del Campo. Prólogo de Jorge Luís Borges, Ediciones El Ateneo, Buenos Aires, 1953.




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