MIGUEL DE SALCEDO Y
SIERRALTA, UN DESTACADO DEFENSOR DEL RÍO
DE LA PLATA
Por: Roberto
Antonio Lizarazu
El
enfrentamiento entre España y Portugal por sus fronteras entre las colonias del
Nuevo Mundo, proviene desde el mismo instante del descubrimiento de América, y
se constituyó en un clásico de la historia latinoamericana. Los enfrentamientos se dieron, antes de Tordesillas y después de Tordesillas,
el que se firma el 7 de junio de 1494, y por el cual el Papa Alejandro VI, hizo
acordar que la línea divisoria pasaría a 370 leguas al oeste de las islas de
Cabo Verde. España exploraría y colonizaría los territorios al oeste de esa
línea y Portugal al este de la misma.
Las
fronteras fueron tan flexibles como las
ambiciones de los pretendientes para modificarlas, y la línea de las 370 leguas
se modificaba hacia ambos lados con sorprendente rapidez y frecuencia. Esta
modalidad perduraba en el Siglo 18 con una virulencia notable y de hecho
constituía una de las políticas de estado que perduraría por mayor tiempo en
ambas monarquías. Incluso cuando la unificación peninsular, desde 1580 hasta
1668, en que ambas naciones permanecieron unificadas bajo el imperio de la
Casa Real de Austria, con la dinastía de
los Habsburgo, con la fórmula Hispaniarum
et Portugalliae Rex, los súbditos peninsulares y criollos americanos de
ambas naciones, continuaron sin reparar
en el detalle y siguieron compitiendo por sus indefinidas fronteras.
Es nuestra intención
comentar sobre las autoridades del Río de la Plata , primero los gobernadores y luego los
virreyes que se preocuparon y ocuparon de mantener ambas márgenes de nuestro río
fundacional, conformando una sola unidad. Para este objetivo, era esencial
el control y dominio de la Colonia del Sacramento.
Hoy es el turno de don Miguel de Salcedo y Sierraalta, quien fuera
gobernador del Río de la Plata entre 1734 y 1742, por Real Decreto del 25 de noviembre de
1732. Por razones de
concisión, intentaremos resumir al máximo
los hechos en que Salcedo y
Sierralta se viera involucrado en el Río de la Plata enfrentando a los portugueses, con
inocultable colaboración de Inglaterra, debido a las vicisitudes por el dominio de la Colonia del Sacramento.
Alguna
vez deberíamos preguntarnos el porqué de la importancia de este puerto situado
frente a Buenos Aires. Aparentemente era exagerada toda la energía colocada en
un solo punto. La
Gobernación del Río de la Plata y luego el Virreynato del Río de la Plata , perdió en tres siglos
a manos de los portugueses provincias enteras, con extensiones territoriales
que en su dimensión son mayores a varias naciones europeas modernas; y a la
corona española no se le movíó un pelo. La
clave se reduce a una sola palabra: Contrabando.
El lector
que quiera ampliar esta perspectiva, puede consultar en este foro, el Breve Apunte:
Fundación de la Colonia del Sacramento.
Sus consecuencias en el Río de la
Plata , de fecha 27 de mayo 2012.
Otro aspecto que debería tenerse en cuenta, puntualmente en el Sigo XVlll, que es el momento de mayores sucesos fronterizos con los portugueses, además de la palabra Contrabando, es la palabra Sucesión.
Miguel de Salcedo y Sierralta. Sitio y
bloqueo de la Colonia
del Sacramento entre 1735-1738.
El
tratado de Utrecht de fecha 6 de febrero de 1715, establecía que España
renunciaba a todo derecho sobre la
Colonia del Sacramento y sus territorios circundantes. La Colonia fue entregada a
Portugal el 4 de noviembre de 1716. Legalmente posesionada de la plaza, el
gobierno de Portugal concede a ese puerto la condición de Puerto de Comercio Libre, que es la verdadera motivación de todo el
conflicto. No debemos olvidar que los ingleses y portugueses fueron aliados
comerciales y políticos desde siempre. Por otra parte en Río de Janeiro se
encontraba radicada la base naval del Atlántico Sur del Reino Unido.
Nos explica Juan M. Monferini, sobre los resultados inmediatos de la medida: Se origina un intenso movimiento de mercaderías, destinadas en su mayor parte al CONTRABANDO con las poblaciones del Plata y el interior.
Al
recibir la plaza los portugueses reclamaron de inmediato el retiro de la
guardia del arroyo San Juan y de la
Horqueta y la posesión, sin limitaciones del territorio de la Banda Oriental , conforme a lo
estipulado en el tratado de 1715. (2) Felipe V, herido en sus intereses por el contrabando portugués,
resolvió adoptar otra interpretación, la del Gobernador de Buenos Aires, García Ros, (3) asignando
a la Colonia
un terreno que se extendía hasta el alcance del tiro de un cañón de 24 libras , disparado
desde sus murallas, disposición aclarada en varias cédulas reales y con cuya
base se desestimaron definitivamente las reclamaciones portuguesas.
Como era de rigor, cada medida tomada por las autoridades
coloniales españolas del Río de la
Plata , eran respondidas inmediatamente por las autoridades portuguesas
con otras medidas que tendían al efecto contrario. Tanto es así que ya en: … noviembre de 1723, una expedición
portuguesa, al mando del maestre de campo don Manuel Freytes Fonseca inició la
construcción de una fortificación en la Bahia de Montevideo, con el propósito de afirmar
el dominio en la banda norte del Plata. Más viose obligado a abandonarla en
enero de 1724, ante la actitud del gobernador de Buenos Aires don Bruno
Mauricio Zabala, quien en dicho lugar construyó una batería y fundó la ciudad
de San Felipe y Santiago de Montevideo. (4)
En marzo de 1734, el nuevo gobernador del Río
de la Plata ,
don Miguel de Salcedo, cumplimentando instrucciones del rey, (5) comunicó
al gobernador portugués de la
Colonia la necesidad de fijar definitivamente los límites de
la plaza, dentro de la zona que determinase el tiro de cañón, invitación que no
fue aceptada por Vasconcellos, alegando no tener instrucciones para negociar y
que dicha cláusula no estaba contenida en ningún tratado. Salcedo, resuelto a
contener a los portugueses en la zona fijada, pasó a la Guardia de San Juan y
comunicó a Vasconcellos que detendría a los que saliesen de la zona expresada.
El gobernador de La Colonia , Antonio Pedro
Vasconcellos tomó conocimiento de los preparativos de Salcedo, por activos
informantes que vivían en Buenos Aires e imprimió a sus obras defensivas, una
inusual actividad que contagió a la población de La Colonia con aspiraciones
separatistas y se reconstruyó el fuerte de la plaza. La guarnición estaba
constituida por 600 veteranos brasileños y unos 1000 milicianos locales. Ante
la inminencia del ataque, dispuso que la guardia ubicada en el paraje Veras no
dejase pasar ningún español y destacó rodeando la plaza a los capitanes Manuel
Félix Correa y a Ignacio Pereyra Silva, con 120 hombres de caballería para
contener a las patrullas de Salcedo.
Entre noviembre de 1735 y marzo de 1737 se
produjeron varios enfrentamientos de dudoso resultado, entre los portugueses
comandados por Vasconcellos que pretendían conservar la Colonia del Sacramento y
las tropas comandadas por Salcedo y Sierralta, que pretendían desalojarlos de
la plaza. El detalle de estas acciones nos llevaría a una historia militar del
asunto, que no es la intención hacerlo en este breve apunte.
La situación cambia radicalmente el 15 de
marzo de 1737, cuando en París, se firma
entre España y Portugal una Convención de
Intereses, estableciendo que todo debía quedar en el estado en que se
encontrase al momento de llegar las comunicaciones de la Convención a ambos bandos. De hecho las tropas
españolas se mantuvieron a tiro de cañón de las murallas de la plaza, y la
escuadrilla española permaneció bloqueando el ingreso al puerto.
De parte de los portugueses, nuevamente vemos
la importancia del espionaje inglés, y de la colaboración en navíos y
materiales, dado que se enteraron de los términos de la Convención
dos semanas antes que los españoles. En ese tiempo tomaron todas las medidas
defensivas convenientes, incluso despacharon navíos solicitando refuerzos para
mejorar las condiciones de resistencia de la plaza. Estos refuerzos llegaron
por tierra en menos tiempo que los
españoles se enteraran de lo que ocurría en Paris; y lo más grave es que llegaron varias fragatas portuguesas-inglesas que dominaron el estuario del Plata y causaron
gran desasosiego en Buenos Aires al aislar las tropas sitiadoras de Salcedo, de
su centro de recursos, dejándola en situación difícil y paralizando la ciudad
en su acción defensiva, dado que sus navíos se encontraban sitiando La Colonia. Los españoles sitiaron
La Colonia y
los portugueses con la ayuda de los ingleses nos sitiaron Buenos Aires.
El limitado Gobernador Salcedo, para 1739, solo pudo ser testigo de un proceso, cuya
suerte estaba echada desde el momento de la fundación de la Colonia del Sacramento en 1680
y que daría finalmente como resultado la segregación de la Banda Oriental.
Salcedo no pudo superar los factores adversos
que le crearon la actividad y previsión de Vasconcellos, y del jefe visible de
la escuadrilla portuguesa Gómez Freyre de Andrada. Sobre todo de las naves
inglesas, que con bandera portuguesa, sitiaron Buenos Aires. Por otra parte
Salcedo competía en el mando y órdenes de las acciones militares con el marino español Nicolás Geraldín, que
era el jefe de un Regimiento de Cantabria y con otro marino José de Arratia que
era el jefe de un Regimiento de Dragones. Finalmente le cuesta la gobernación,
con un juicio de residencia muy crítico, y le sucede Domingo Ortíz de Rozas.
Para 1762 se presenta otro intento de torcer
la historia, por parte de don Pedro de Ceballos, que tiende igualmente que el
de Salcedo, a unificar como había sido originariamente, ambas bandas del Río de la
Plata. La Occidental y la Oriental.
Observaciones
(1) Se debe considerar a La Guerra de Sucesión Española, que fue
un conflicto internacional que duró desde 1701 hasta la firma del tratado de Utrecht en 1713, y que tuvo como causa fundamental la muerte sin
descendencia de Carlos II de España, último representante
de la Casa de Habsburgo, y que dejó como
principal consecuencia la instauración de la Casa de Borbón en el trono de España. En
el interior de España la Guerra
de Sucesión evolucionó hasta convertirse en una guerra civil entre borbónicos, cuyo principal apoyo
lo encontraron en la Corona de Castilla, y austracistas, mayoritarios en la Corona de Aragón, cuyos últimos
rescoldos no se extinguieron hasta 1714 con la capitulación de Barcelona y en 1715 con la capitulación de Mallorca ante las fuerzas del rey Felipe V de España. Para la Monarquía Hispánica las principales consecuencias de la guerra fueron la pérdida
de sus posesiones europeas y la desaparición de la Corona de Aragón, lo que puso fin al
modelo federal de monarquía, o monarquía
compuesta de los Habsburgo
españoles.
En opinión del suscripto, la
peor consecuencia de este cambio de casa dinástica fue el proceso que finalizó
con la expulsión de la orden jesuítica. No se debe olvidar que los reyes
españoles Habsburgos tenían por confesores a jesuitas y los Borbones a
franciscanos. Los mismos que quedaron con la administración de los bienes luego
de la expulsión.
(2) El tratado de 1715 es el de
Utrecht que establecía la devolución de la Colonia del Sacramento más sus territorios
circundantes. Por territorios circundantes los portugueses consideraban
directamente toda la Banda Oriental.
(3)
Baltazar García Ros, fue Gobernador del Río de la Plata desde 1715 hasta 1717
y contaba con gran experiencia en el tema de la Colonia del Sacramento.
Fue entre 1706 y 1707 Gobernador del Paraguay; y en 1704 el Gobernador del Río
de la Plata Alonso
Juan de Valdés e Inclán, lo envió a una expedición militar para reconquistar la Colonia , en ese momento
ocupada por los portugueses. Éste marchó con 4000 indios guaraníes y tras siete
meses de asedio recapturó la
Colonia en 1705.
(4)
Este es el motivo por el cual el Gobernador del Río de la Plata , Bruno Mauricio de Zabala, que ejerce entre
1717 y 1734, funda Montevideo. Para limitar las pretensiones expansionistas de
los portugueses radicados en la
Colonia.
(5)
Estas instrucciones presentadas a Salcedo por el Secretario de Estado José
Patiño, se registran en la real Orden del 8 de octubre de 1733, en cuyo
artículo VI, podemos explicarnos ahora las verdaderas motivaciones que se
encontraban en juego. No era una plaza más o una plaza menos. Escribe Patiño y
firma Felipe V (el Animoso, Rey del 06.09.1724 a 09.08.1746).
Que en el artículo VI del mismo
tratado se hacía sesión plena del territorio y Colonia del Sacramento, con la
garantía del rey de Portugal de no consentir que otra ninguna nación, a
excepción de la suya, pueda establecerse o comerciar, directa o indirectamente,
en la sobredicha Colonia debajo de
pretexto alguno, ni quedará la mano, ni asistencia a que introduzcan comercio
alguno, en las tierras de la denominación de S. M. lo que igualmente se les
prohíbe a los mismos súbditos de Portugal.
En
el artículo 9, se determina lo ya comentado arriba. Los portugueses debían
tomar el territorio limitado por: …lo que
cubría el tiro de cañón, de veinticuatro
libras de bala, disparado desde la misma plaza.
Una
obra de Salcedo que hizo historia
Como el que suscribe es un barriólogo, que es
así como nos denominan a los que estudiamos la historia, las características
geográficas y las calles de los distintos barrios de Buenos Aires, no puedo
dejar de señalar que al Gobernador Salcedo y Sierralta, se le debe la
nominación y la delimitación de los ocho primeros barrios de Buenos Aires. Fue
establecida en 1734 y sus nombres fueron: Del Alto, Santa Lucía, San Juan, El
Retiro, Barrio Recio, Del Hospital, La Merced y San Nicolás.
Además hizo colocar los nombres de las calles en tablitas clavadas
en las esquinas y dotó a cada uno de los barrios de comisarios que debían celar el modo de vida de los vecinos. La dependencia de
estos comisarios correspondía al Cabildo y su cargo era el de Alcaldes de Barrio. El Cabildo por indicaciones del gobernador fijó sus tareas: Deben celar el modo de vida de los vecinos
estantes o habitantes en su cuartel y que teniendo noticia que alguno se emplea
en el ejercicio de tal contrabando, lo aseguren y den cuenta a este gobierno.
Bibliografía General
Academia Nacional de la Historia. Historia
de la Nación Argentina.
(Desde los orígenes hasta la Organización
Definitiva en 1862). Vol. IV. Segunda Sección, Capítulo I, La Historia Militar
Durante los Siglos XVII y XVIII, por Coronel
Juan M. Monferini, Librería El Ateneo, Buenos Aires, 1961.
Historia de la Argentina. Fin
del Régimen de Gobernadores y Creación del Virreinato del río de la Plata (1700-1800). Tomo lll.
Vicente D. Sierra. Editorial
Científica Argentina, Buenos Aires, 1973.
Papeles de los antiguos
jesuitas en Buenos Aires y Chile.
Leonhardt, P. Carlos. Facultad de
Filosofía y Letras, Boletín del
Instituto de Investigaciones Históricas, Tomo XV, Editor Jacobo Peuser, Buenos
Aires, 1932
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