La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



jueves, 15 de mayo de 2014















RIVALIDAD ENTRE INTELECTUALES. PEDRO DE ANGELIS Y BARTOLOMÉ MITRE


Por: Roberto Antonio Lizarazu


En varias oportunidades  comentamos en algunos Breves Apuntes de Historia, los reiterados casos de antinomias que se dan en nuestra historia política, la mayoría de las veces con resoluciones violentas y muchas de ellas directamente trágicas.  Pero no es el único ámbito para regodearnos con las rivalidades, se dan en todos los ambientes: Financiero, comercial, social, racial,  deportivo, y por supuesto en el mundillo de la intelectualidad. Una de esas rivalidades, una más, fue la mantenida por los adherentes de Pedro De Angelis y Bartolomé Mitre.

En 1955, el filósofo José Sazbón, (1) publica un artículo titulado: De Angelis y los Literatos Argentinos, en donde explica con una lucidez notable como El Caso De Angelis (así lo denomina Sazbón), se constituye en un caso paradigmático para representar las lógicas especificadas por Pierre Bourdieu (2) como el campo intelectual y el campo del poder. Pues este escritor múltiple que combina en su obra la exhumación de documentos y la producción panfletaria, iniciativas ocasionales y empresas perdurables, trabajos didácticos y tesis fundacionales, labor periodística y reflexión filosófica, descripciones geográficas y traducciones del latín, biografías y jurisprudencia, memorias históricas y diatribas ad hominem, americanismo y clasicismo, este escritor es, en su persona, el mediador por excelencia de las dos esferas. Las dos esferas son el Campo Intelectual y el Campo del Poder. Generalmente el Campo del Poder es el gobierno de turno y su presupuesto. De ambas características, poder y dinero, es  extremadamente difícil sustraerse y son la madre de todas las antinomias, incluida la que comentamos en este apunte.

Respecto a Pedro De Angelis, al margen de las referencias ya mencionadas en Breves Apuntes de Historia: Don Pedro De Angelis, Un gran historiador ninguneado, de fecha 22 de enero de 2013, agregaremos otras que amplían el panorama de logros profesionales  de De Angelis y que sirven para entender las diferencias entre ambos personajes y que justificarían los  dimes y diretes escritos posteriormente por opuestos opinologos. Y respecto de Bartolomé Mitre, sucintamente, comentaremos su accionar en su logro más manifiesto. La paternidad de lo que terminaría siendo la Academia Nacional de Historia.

Previamente hay que recordar y reconocer que De Angelis, profesionalmente e ideológicamente, en nuestro medio,  hace un círculo completo. Comienzo rivadaviano, paso por el federalismo rosista y cierre como academicista mitrista. Como hubiese explicado el antropólogo italiano Carlo María Cipolla, hace un corsi, luego un ricorsi, y nuevamente un corsi. (3) Es verdad que la invitación de Mitre a De Angelis es a pertenecer al Instituto Histórico y Geográfico del Río de la Plata, no a la Academia  como se denominará recién en 1938.

Tan academicista (miembro del Instituto…) termina siendo De Angelis que,   a pesar de haber sido el responsable,  que uno de los méritos culturales más elevados, que pueden contabilizar tanto el Federalismo como el Rosismo,  en el comienzo  en 1836, durante el transcurso del segundo período de Juan Manuel de Rosas como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires en ejercicio del Poder Ejecutivo Nacional,  edita en su carácter de director y administrador,  la Colección de Obras y Documentos Relativos a la Historia Antigua y Moderna de las Provincias del Río de la Plata, e intentaremos explicar en este apunte  como los vaivenes políticos, modifican la postura original de los autores y alcanzan a modificar   las obras mismas, con agregados y/o supresiones que terminan por confundir al distraído lector.  

De esta notable colección de documentos, se editaron de manera integral en tres ocasiones. En algunas oportunidades se imprimieron de manera puntual algunos temas aislados, pero de manera completa, se reconocen tres ediciones.

Editio princeps de la Colección

La primera edición, la original, fue la realizada por el mismo Pedro de Angelis a partir de 1836, con el sistema de fascículos adquiridos por previos suscriptores que abonaban por número publicado.  Como era de rigor, la nómina de suscriptores comenzaba con Juan Manuel de Rosas y continuaba con el obispo, miembros de la Sala de Representantes, integrantes del tribunal de Justicia, catedráticos de la Universidad, docentes,  militares, clérigos, comerciantes e intelectuales surtidos.

Mencionaremos algunas figuras destacadas como: Vicente López y Planes, Saturnino Segurola, Manuel Belgrano, Diego Alcorta, Juan María Gutiérrez y algunas señoras que también eran suscriptoras, como María del Rosario Azcuénaga, Maríquita Sánchez de Mendeville, Bárbara Barquín de Cerviño y María Guerra de Elía.

Igualmente se debe señalar que un numeroso grupo de extranjeros radicados en Buenos Aires, aparece en la nómina de suscriptores, de ellos solo mencionaremos como ejemplo algunos: Thomas George Love, director del periódico The British Packet, las familias de Mac Farlan, Hawat, Bunge y otros.

Extrañamente, también eran suscriptores y recibían la mítica Colección… en Montevideo, Florencio Varela e Hilario Ascasubi. (4). Un suscriptor que la recibía en Buenos aires era el matemático español  Felipe Senillosa, igualmente que el bibliófilo e historiador Sarturnino Segurola y el científico Francisco Javier Muñiz.

La publicación se inició con quinientos suscriptores que costeaban su edición y alcanzó a reunir seis tomos completos. En todos estos  folletos se traslucía la labor artesanal de De Angelis, la mayoría iban acompañados por planos, derroteros o mapas, que ilustraban los temas más heterogéneos, que descartaban el orden cronológico pero conservaban la unidad de tratar cuestiones de nuestra historia que hasta ese momento se encontraban dispersas, e ignorándose muchas de ellas de su propia existencia.

Segunda edición, 1900

Una segunda edición comentada y anotada por Paul-François Groussac,  en ese momento Director de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, actualmente denominada,  Biblioteca Nacional de la República Argentina. Esta segunda edición, se publica en Editorial Coni, Buenos Aires, 1900. Pero veremos como en  esta segunda edición, además de los comentarios y anotaciones agregados por Groussac, se pueden observar, algunas introducciones redactadas por Bartolomé Mitre, que en ese momento  presidía la Junta de Historia y Numismática Americana.

Por ejemplo en el documento correspondiente al Viaje al Río de la Plata, de Ulrico Schmidel, en la introducción, las: Notas Bibliográficas y biográficas son redactadas por el teniente general Bartolomé Mitre. Llama la atención que en una bibliografía que  su editio princeps fuera en 1836, en el gobierno de Juan Manuel de Rosas, leer introducciones y comentarios redactados por Bartolomé Mitre y/o Paul Groussac.

El Tomo VII de la Colección agregado en 1941

En 1941 los distinguidos historiadores, Teodoro Becú y José Torre Revello,  luego de arduas investigaciones que les llevó varios años, descubrieron y publicaron el séptimo tomo que se encontraba ignorado y disgregado en varios repositorios sin que nadie supiera de qué se trataban los documentos archivados. Este séptimo tomo de la Colecciónfue titulado por los responsables de su hallazgo como: Colección de Documentos de Pedro De Angelis y el Diario de Diego de Alvear, con ilustraciones y apéndice documental. Publicado por el Instituto de Investigaciones Históricas, LXXV, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Buenos Aires. 1941.

Diego de Alvear y Ponce de León, padre del general Carlos María de Alvear, gobernador de las Misiones con cabecera en Yapeyú, dejó un diario que hoy se conoce gracias a los investigadores mencionados. En 1946 este diario que se agregó a la Colecciónde De Angelis, se reeditó con la tutoría de Teodoro Becú y de José Torre Revello,  en los Talleres S. A. Casa Jacobo Peuser Ltda.

Pero antes de continuar con las siguientes ediciones de la Colecciónmencionaremos algunos aspectos de la vida de Bartolomé Mitre, referidos a este tema que hoy nos ocupa. Luego de Monte Caseros en 1852, todo cambia y las adecuaciones a la nueva circunstancia se encuentran a la orden del día. Es de rigor que el nuevo relato de nuestra historia, es un elemento crucial del cambio. Nuevos personajes y hechos se recrean  y otros son condenados al olvido. Es preciso reescribir para los nuevos tiempos y las generaciones venideras.  

Para 1854,  Mitre se encuentra abocado a repetir en Buenos Aires, la experiencia realizada como miembro fundador del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. El 3 de septiembre de 1854 se reunió en la Biblioteca Pública, un grupo de personalidades, invitadas por Mitre, con el objeto de llevar adelante el proyecto planeado. Sería la sesión constitutiva del Instituto Histórico y Geográfico del Río de la Plata, y en el discurso de apertura Mitre delineó sus alcances y orientación fundacional de la nueva disciplina: Esta reunión tiene por objeto realizar por la asociación de muchos, un pensamiento concebido por unos pocos amigos del progreso intelectual del país: estamos reunidos aquí para echar los fundamentos de una asociación científica y literaria, cuya falta se hace sentir en un pueblo tan ilustrado como el de Buenos Aires, donde en medio de tantos adelantos, falta todavía un teatro para la inteligencia, una tribuna para la libre emisión del pensamiento científico o literario y un centro para los hombres de ciencias, de artes o de letras… El culto de la inteligencia sólo se alimenta entre nosotros de la meditación solitaria y de los esfuerzos individuales, por eso no se propaga ni adquiere prosélitos. El fuego de la ciencia no tiene entre nosotros un altar público, y sólo arde en el fondo del gabinete del hombre estudioso. Este proyecto del Instituto… perduró hasta 1860 cuando se extinguió silenciosamente. Luego Mitre se ocupó de su Belgrano y de su San Martín.       

Para 1889, una treintena de historiadores se reunieron motivados por Adolfo Carranza y por Bartolomé Mitre y se crea la Junta de Historia y Numismática Americana. Esta Junta… bajo la dirección de Enrique Peña, publican en 1903 y 1904 el Viaje al Río de la Plata, de Ulrico Schmidel e Historia de las Revoluciones de la Provincia del Paraguay, del Padre Lozano, que ya habían sido editadas por nuestro conocido De Angelis, más de medio siglo antes, en el gobierno retrógrado de Juan Manuel de Rosas. El general Bartolomé Mitre fallece en 1906. Desde 1938, la Juntaderiva en la Academia Nacional de la Historia, la que siempre se consideró continuadora directa del Instituto Histórico y Geográfico del río de la Plata.

Tercera edición, 1972

La tercera edición completa de la Colección de Obras y Documentos… es la de la Editorial Plus Ultra, con prólogos y notas de Andrés M. Carretero, de 1972. Esta notable edición recopila todas las modificaciones realizadas con posterioridad, además del Tomo VII, agregado en 1941,  con el Diario de Diego de Alvear.

Antes de finalizar este breve apunte, en el que comentamos algunos detalles, de lo que nosotros nombramos como rivalidad entre  Pedro de Angelis y  Bartolomé Mitre, es necesario aclarar que la antinomia intelectual en materia Historia, se planteará entre los contemporáneos Bartolomé Mitre (1821-1906)  y Vicente Fidel López (1815-1903).  Ambos liberales pero con diferentes matices, que a pesar de sus coincidencias ideológicas, seguían metodologías diferentes que llevaban a opuestas interpretaciones de los hechos. Oportunamente nos ocuparemos de esta primera antinomia intelectual en nuestra historia que genéricamente se suele denominar como Mitrismo versus Lopismo.

Observaciones

(1) José Sazbón (1937-2008). Filósofo argentino, marxista, de amplia  dedicación al estudio de la filosofía de la historia. Es opinión del suscripto, que son valiosas muchas de sus interpretaciones al respecto.  

(2) Pierre Bourdieu (1930-2002), sociólogo francés en el cual José Sazbón  fundamenta su interpretación sobre El Caso De Angelis.

(3) Es verdad que Carlo María Cipolla, actualiza esta expresión, usada en su obra Historia Económica de la Población Mundial, best seller de la década del 70, pero la expresión corsi e ricorsi, es utilizada por autores italianos desde Giambattista Vicco en el siglo 18, hasta nuestros días.

(4) Llama la atención que tanto Florencio Varela como Hilario Ascasubi,  que cualquiera puede leer en cuanto manual de historia circula, que ambos se encontraban en Montevideo en carácter de exiliados de la tiranía rosista, recibieran religiosamente en su domicilio en Montevideo,  la publicación que financiaba el gobierno que los había obligados a exiliarse, en razón de que ambos eran suscriptores y pagaban puntualmente por la misma.

Bibliografía General

José Sazbón. Mito e Historia en la antropología estructural. Editor Nueva Visión, 1975, e Historia y representación, Editado por la Universidad Nacional de Quilmes, 2002.

Teodoro Becú y José Torre Revello.  La Colección de documentos de Pedro de Angelis y el diario de Diego de Alvear. Editado en Talleres S. A. Casa Jacobo Peuser Ltda. Buenos Aires, 1946.

Miguel Angel Scena. Los que Escribieron Nuestra Historia.
Ediciones La Bastilla, Buenos Aires, 1976.

Ernesto Palacio. Historia de la Argentina. (1815-1943) A. Peña Lillo Editor, Buenos Aires, 1975.


Eduardo B. Artesano. Rosas, Bases del nacionalismo popular. Editorial A. Peña Lillo, Colección La Siringa, Buenos Aires, 1960. 

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