La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



domingo, 3 de junio de 2012

Libertador Simón Bolivar



HUGO CHAVEZ EL COMANDANTE BOLIVARIANO MARXISTA


Por: Roberto Antonio Lizarazu

Hay una antigua definición de nuestros pasados estadistas, respecto a lo que no es la  función de gobierno, que no tiene desperdicio, dice así: “Gobernar no es payar”. Esta definición algunos autores se la atribuyen a Aristóbulo del Valle, otros a Pellegrini, y otros a Adolfo Alsina. Sea quien fuese su autor es verdad que los tres la utilizaron en sus discursos y en más de una ocasión sentenciaron: “GOBERNAR NO ES PAYAR”

Una de las más disparatadas formulaciones de doctrina política de nuestra modernidad, es la que pretende imponer el  Comandante bolivariano Hugo Rafael Chávez Frías en su febril creación  más reciente: La República Bolivariana, de encuadre marxista bolivariana. De lo que se deduce que sus  bases doctrinarias e ideológicas se fundamentan en  Karl Marx, Friedrich Engels y Simón Bolívar.

No porque sea disparatado pretender establecer un gobierno marxista. Si la sociedad lo desea y tiene los votos necesarios que lo haga,  si nó porque realmente es sorprendente que Chávez pretenda asociar las concepciones ideológicas de Karl Marx y Friedrich Engels con las de Simón Bolivar. Esta asociación se lleva a cabo a través de la educación venezolana, en sus distintos niveles y  la enseñanza del marxismo-bolivariano es obligatoria hoy en día en las escuelas venezolanas, de todos los niveles.

Dije sorprendente, por que tanto Marx como Engels han dejado por escrito, el evidente  y explícito desprecio que tenían por nuestros países latinoamericanos en general, incluida Venezuela, y la admiración de ambos por los Estados Unidos, cuyo imperialismo sobre nuestros países aprobaban aplaudiendo a dos manos. Esto está escrito y firmado por ellos. Una de la importancia de los libros es precisamente que todo queda registrado. Luego no se puede payar diciendo lo contrario.

Marx y Engels, sostenían que el porvenir, la civilización y el progreso de las sociedades occidentales se encontraban supeditados a la dirección que en Europa debería llevar Alemania y en América deberían llevar los Estados Unidos.  Las naciones latinas de ambos continentes deberían seguir a estas preclaras naciones iluminadas de progreso incontenible.
No hay que olvidar que Georg Hegel, el maestro de Marx y Engels, nos denominaba a los latinoamericanos despectivamente como “los pueblos sin historia”. Habíamos nacido por generación espontánea, mágicamente de un repollo.

Hegel llega a afirmar en su “Filosofía de la Historia Universal que en América Latina se degenera todo lo europeo. No solamente se degeneran las personas, sino los animales  y los vegetales que provenían  de Europa. Siguiendo este mismo criterio Marx le escribe a Engels en una carta del 2 de diciembre de 1854 que “los españoles están completamente degenerados. Pero con todo, un español degenerado, para un mexicano, constituye un ideal”. Lo que quiere decir Marx es que los latinoamericanos somos doblemente degenerados. ¿Y Bolivar que era? anglosajón. ¿El mismo Chávez que es? ¿Habrá leído alguna vez Chávez algo de Marx o de Engels? Y de lo que ellos realmente opinaban y escribían sobre nuestras naciones y sobre nuestras sociedades.

Marx en una carta de fecha 21 de enero de 1893 a Kart Johann Kautsky  (Del PSD, Partido Socialista Democrático de Alemania y coautor juntamente a August Bebel y Eduard Bernestein del histórico “Programa de Erfurt”)  comentando sobre la incipiente conformación de los partidos políticos brasileños que pretendían iniciar una etapa de consolidación republicana al dejar atrás sus concepciones imperiales,  extiende su desprecio a todos los sudamericanos: “La importancia de todos estos partidos políticos sudamericanos está siempre en relación inversa a las alharacas de sus programas irrealizablemente utópicos”.

Engels en dos notas muy similares  publicadas los días 23 y 29 de enero de 1848 en  “The London Time”, opinando sobre la conquista de la California mexicana por parte de los texanos estadounidenses, se despacha muy orondo: “En América Latina la conquista de México, lo que nos ha complacido, constituye un notable progreso. Es en su propio interés que México estará en el futuro mucho mejor bajo la tutela de los Estados Unidos que rigiéndose de manera autónoma.”

El desprecio que Marx le profesaba a Simón Bolivar es tan profundo y evidente que cuando Marx escribe una extensa biografía sobre Bolivar en la New American Cyclopaedia de los Estados Unidos, donde analiza pormenorizadamente todas y cada una de las campañas militares de Bolivar, directamente le niega aptitudes militares y, peor aún, dice que Bolivar es un cobarde, porque según Marx, Bolivar casi siempre abandonó a sus hombres en las batallas para huir cobardemente.

Sigue Marx con su diatriba, comentando que Bolivar  quería unificar toda América del Sur “en una república federal cuyo dictador quería ser él mismo”.  En carta a Engels del 14 de febrero de 1858, le dice: “Simón Bolivar es el canalla más cobarde, brutal y miserable”, y lo compara con Faustin Soulouque, el afro-haitiano que se proclamó Emperador de Haití  en 1849 con el nombre Faustino I.

Esto que escribí no es simpático y puede producir resquemores y ofender algunos espíritus  susceptibles, pero antes de intentar matar al correo, tomen un tiempo de consulta  en cualquier biblioteca, o directamente en la bibliografía disponible  en Internet, para constatar si lo expuesto es verdad o no.

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