Catedral de Corrientes |
AHORA TODOS FESTEJAMOS EL 9
DE JULIO, PERO EN 1816, CORRIENTES NO
PARTICIPÓ DE LA
DECLARACIÓN NI DE LA JURA DE LA INDEPENDENIA EN EL
CONGRESO DE TUCUMÁN.
Por
Roberto Antonio Lizarazu
Todos
sabemos que Corrientes es una de las Provincias de mayor antigüedad y de mayor
participación en todo el proceso de conformación de nuestro país, ¿y entonces
por que no hubo representantes al Congreso de Tucumán?, circunstancia que
determinó que no hubiese firmas ratificando la misma de ningún
representante de nuestra Provincia. ¿Es que acaso cuando se realiza la sesión
del 9 de julio de 1816, que fue cuando el Congreso aprueba la propuesta de
Francisco Narciso de Laprida (diputado por San Juan igualmente que Fray Justo
Santa María de Oro) de que las Provincias Unidas fuesen una Nación libre e
independiente, Corrientes estaba segregada de los Pueblos Confederados de
la República
Argentina ?
Esta
denominación de Pueblos Confederados de la República Argentina ,
se registra en el título del Acta de La Independencia y
cuando se redacta la parte resolutiva se menciona “Nos los representantes de
las Provincias en Sud América…” dándole a ambas denominaciones
idéntico sentido y valor.
El
Congreso se reunió en Tucumán sin la participación, casualmente de: la Banda Oriental ,
Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos.
Las
sesiones del Congreso comenzaron en Tucumán el 24 de mayo de
1816 hasta el 4 de febrero de 1817, fecha en que se trasladó a Buenos Aires. El
logro más trascendente del Congreso fue sin lugar a dudas la declaración (el 9
de julio) y jura (el 21 de julio) de la independencia, pero no fue el único, se
le deben contabilizar entre otros, los fallidos intentos del “Reglamento
Provisorio sancionado por el Soberano Congreso de las Provincias Unidas de Sud
América de 1817”
y la “Constitución de las Provincias Unidas en Sud América sancionada y
mandada publicar por el soberano Congreso General Constituyente en 22 de abril
de 1819”.
¿Y
Corrientes en que andaba en esos momentos? Corrientes estaba atareada en
otras indefinidas actividades políticas.
Es preciso aclarar antes de que intentemos explicar en que andaba Corrientes en
esos momentos, que los fracasos que mencionamos más arriba no pueden ser
atribuidos precisamente a la posición de las provincias mencionadas,
incluida Corrientes, si no a la imposibilidad práctica de su aplicación. Por
ejemplo, el texto de la
Constitución de 1819 denotaba un contenido centralista,
monárquico y aristocrático, que iba a contramano de los principios de mayo y
contra el sentimiento del federalismo que ninguna provincia estaba
dispuesta a ceder a otra.
Corrientes
en 1816, que no participa en el Congreso de Tucumán ni firma el
Reglamento Provisorio de 1817 ni la Constitución de 1819, se encontraba embretada en
los enfrentamientos entre Buenos Aires y su centralismo crónico por una parte;
y Artigas y su pretendida posición hegemónica por la otra. Los aliados de
unos y otros modifican sus posiciones a medida que se modifica la suerte y las
circunstancias de los contendientes.
Si
tomamos como punto de partida para este comentario el 6 de enero de 1815, que
es la fecha en que mandado por el Protector de los Pueblos Libres Francisco
Ramírez (1786-1821) Blas Basualdo (1790-1815) ocupa la ciudad de
Corrientes y nombra Gobernador de nuestra provincia a José de Silva, quien por
medio de un bando declara, nada más ni nada menos, que el se hallaba
“investido de facultades omnímodas de justicia, política guerra y
haciendas”. Se debe hacer notar que estas facultades son similares a las de las
monarquías absolutistas de siglos pasados. Luego inmediatamente,
José de Silva restableció el funcionamiento del Cabildo de la
ciudad, que de hecho constituía una medida a contramano de la que había tomado
dos días antes.
A
los pocos días un motín encabezado por el Capitán Miguel Escobar destituyó a de
Silva y nombró Gobernador al escribano Francisco de Paula Araujo. Un par de
meses después el Comandante de Campaña José Gabriel Casco repuso a de Silva
quién terminó su gobierno a principios de 1816, para finalmente ceder su
cargo a Juan Bautista Méndez (1776-1865) quien fuera designado Gobernador
Intendente por un congreso de delegados de los comisarios de campaña, todos
ellos pro artiguistas.
Bajo
el mando de Artigas, Corrientes de hecho quedó en ese período, segregada de las
“Provincias Unidas de Sud América”, dejando de contribuir en la lucha de la
independencia nacional y ausente del Congreso de Tucumán. El Gobierno de
Méndez se desenvolvió sin medidas auspiciosas para la provincia. Corrientes
debía prestar su concurso de hombres y de bienes a las permanentes contiendas
sostenidas por “El Protector”, a la vez que prestarse a defender su indefinido
territorio de las acechanzas portuguesas. Sin recursos, sin comercio, sin
elementos de vida, Juan Bautista Méndez, a duras penas pudo llenar su
misión.
Artigas
había cerrado los puertos al comercio con Buenos Aires; el Paraguay por su
parte tenía clausurados los suyos y por el lado de Brasil era imposible
intercambio alguno y sus aspiraciones en ese momento no eran precisamente
efectuar actividades comerciales con Corrientes, si no pretender quedarse con
el mayor territorio posible de las antiguas Misiones cuyos límites se
encontraban indefinidos. Limitada su producción al mercado interno, sin
poder consagrarse al trabajo en ningún sentido, Corrientes se movía apenas bajo
el influjo de las grandes proclamas de su “Protector” y aún faltaban tres
años para la aparición de la “República de Entre Ríos” y cuatro años para que
“El Protector” y “El Supremo” se combatiesen mutuamente.
El
motivo desencadenante del conflicto entre ambos fue que Ramírez en
representación de Entre Ríos firmara el pacto o tratado del Pilar. Acusando
Artigas a Ramírez “de haberse entregado a los directoriales”. Igual acusación
haría al poco tiempo Ramírez contra Estanislao López, “la de entregarse a los
directoriales” y luego también se combatieron mutuamente.
Previo
a este múltiple enfrentamiento entre los antiguos aliados, suceden los
acontecimientos de la denominada República de Entre Ríos, que involucra a
nuestra Provincia y que eventualmente si este sitio nos permite, lo
trataremos en otro comentario.
El
Pacto o Tratado del Pilar fue ratificado por Manuel de Sarratea gobernador de
Buenos Aires, Estanislao López gobernador de Santa Fe y por Francisco Ramírez
gobernador de Entre Ríos, el 23 de febrero de 1820. Además de que en el tratado
se proclamaba la tan ansiada unidad nacional y el sistema federal, se redactó
un compromiso secreto por el cual Buenos Aires se comprometía en caso de necesidad
a auxiliar económicamente, con tropas y con armamento a las dos provincias
federales firmantes. Esta última cláusula secreta en poco tiempo fue de
gran utilidad para Entre Ríos y para Ramírez en su lucha contra Artigas. Pero
por supuesto el mayor beneficiado fue Buenos Aires, su puerto y su insaciable
centralismo.
Un
dicho no muy ortodoxo pero de gran sabiduría que utilizan los jóvenes de hoy,
incluso lo repiten seguido mis nietos es: Billetera mata galán. Y con la
billetera, por supuesto se terminó el declamado federalismo y sus adalides más
conspicuos terminaron combatiéndose a muerte unos a otros, con los infaltables
gestos de barbarie. Primero Artigas y Ramírez y luego Ramírez y López.
Recién
después de todo ese largo proceso de casi dos lustros, Corrientes recomenzó
nuevamente su camino, ahora ya integrada a la Confederación Argentina
mediante un Congreso General Constituyente.
Excelente explicación del por que. Es muy interesante leer su blog Roberto. Saludos cordiales.
ResponderEliminarCarmen Bonpland
Apreciada señora. No es mi blog. Es verdad que yo lo inicié, pero el blog es de todos los amigos que colaboraron y colaboran con sus comentarios con el objeto argumentado en la caratula de Breves apuntes de Historia. Resumiendo: El blog es de ustedes y de los lectores.
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