GEOPOLÍTICA: Teoría de la conformación de Autopista Hídrica
Paraná – Paraguay y su conexión con: La Cuenca del Amazonas – La Cuenca del Orinoco – La Cuenca del Negro. Su
estudio de factibilidad para que toda Sudamérica quede unida por la navegación
con el medio más barato y eficiente que se dispone. Hace 60 años un Correntino
demuestra esta factibilidad sin recursos y menos tecnología. He aquí una
historia.
Licenciado
Jorge Nelson Poma.
HISTORICA HAZAÑA
- 15.000
Kms en bote por Sudamérica
(Eudoro
Barrios, primero en unir en bote a remo desde Tigre por el Paraná,
Paraguay, Amazonas y Orinoco hasta la isla de Trinidad y Tobago)
Por los
Profesores: GRISELDA R. MAIDANA. y JOSÉ
A. MOREYRA de Esquina
Corrientes 2013.
INTRODUCCIÓN
Existen personas que llevan en su interior el
espíritu de aventuras. Eudoro Barrios nacido en Esquina Provincia de
Corrientes, Argentina, también lo tuvo. Definido por su origen y marcado
a fuego por las explicaciones de una maestra en el nivel primario que le habló
y señaló el recorrido de los ríos de América del Sur, en un
mapa, comenzó a soñar desde chico con esos cursos.
Hablamos de sueños pero estos no pueden estar
descolgados de la realidad, para estas hazañas tiene que existir también
temperamento, una gran persuasión, afecto al deporte, desinterés monetario y
unas ganas inmensas de conocerlo todo. De echarlos a andar, pero con
certezas plenas. Los sueños se cumplen cuando hay una proyección hacia el
futuro, temple descomunal para concretarlo y la seguridad plena que se está
preparado para soportar todo lo que se presenta en ese rumbo desconocido.
Seguramente otra persona, de cualquier lugar
pueda lograrlo, pero no es casualidad que las grandes empresas sean encaradas
por correntinos, la lista si la realizamos, puede resultar extensa y harto
agobiadora, pero se ha visto en las gestas libertarias, en el deporte, en la
última guerra, lo vemos en los isleños de vida curtida y solitaria, en sus formas
de afrontar las distintas tormentas, las del Paraná, Corrientes, o las de la
vida.
Ignoramos si Barrios tenía conocimiento de la
importancia de la unidad latinoamericana, de haberlo sabido, seguramente
conocía las ideas, las buenas intenciones, los escritos de Miranda. Lo plasmado
por José de San Martín, Bolívar, Sucre aunque esa primera independencia se haya
frustrado. Su fallecimiento en 1992 no le permitió conocer lo que vendría poco
tiempo después, la derrota del ALCA, el despertar de la conciencia de los
pueblos bajo la conducción de líderes actuales que fraguaron el nacimiento del
ALBA. Desconocemos si tenía conocimientos acabados de historia o de política,
independientemente que así sea, o no, esto no fue óbice para navegar en bote
desde el Tigre hasta Trinidad Tobago durante un año y siete meses. Una proeza
única en su tipo, nadie lo intentó y constituye todo un hito de unidad,
revalorado pues fue contra la corriente, navegando, pero en contra.
Hoy vemos como grandes hazañas, que sin dudas también lo son, recorridos en
lanchas desde Misiones a Buenos Aires en lancha y lo hacen con el
acompañamiento de los medios, patrocinadores, y Barrios hizo todo lo contrario,
solo, sin apoyos más que el aliento de los que lo veían pasar o lo albergaban, sin
grandes difusiones por la época misma, corría el año 1953 y el reconocimiento a
nivel nacional llegó muchos años después al ser entrevistado para el diario
argentino Clarín.[i]
EPÍTOME DE SU VIDA
Eudoro barrios nació en la ciudad de Esquina,
provincia de Corrientes el 22 de marzo de 1920. Parte de su niñez y de su
adolescencia transcurrió en el campo de su abuelo Francisco Barrios
llamado “Bonanza” en las Cuchillas (lomas) del Departamento de Esquina. Su
madre Claudelina y sus hermanos mayores Alcides e Hipólito fueron luego a
trabajar a Rosario.
Viajó luego él a
esa ciudad y estudió como Técnico de Radio, y luego viajó a Buenos Aires,
aunque nunca se dedicó a ese oficio, sino que priorizó la labor como operario
metalúrgico ya que decía, “en la primera Presidencia de Perón sobraba trabajo”.
Trabajó un tiempo en
Plaza Huincul, Neuquén para ahorrar lo suficiente para hacer su viaje de
aventuras. Luego se casó en 1970 con Julia Godoy, “Coca”, y tuvo dos hijos,
Carlos y Silvia. Lamentablemente enviudó en 1990 pero pocos años después su
hija le dio una gran alegría cuando nace Yamila, su nieta, y tiene la suerte de
llegar a cumplir su sueño de bailar el Vals con ella en su cumpleaños de 15 a la edad de 89 años. En
sus últimos años fue un jubilado que pasa sus días rodeado de familiares y
amigos que le brindan un cariño sincero. Falleció el jueves 26 de julio de 2012 a los 92 años.
SU AVENTURA
Cuando tenía 33 años, Eudoro que vivía en Villa Bosch, partido de 3
de Febrero inició una travesía en bote desde la Cuenca Del Plata, San
Isidro y fijó como meta navegar por los ríos Paraná, Amazonas, el Orinoco y
algo de mar Caribe hasta Llegar a Trinidad Tobago. Parte de su capital lo
hizo trabajando en Plaza Huincul, Neuquén en YPF y primeramente fue a trabajar a
Rosario Santa fe, donde también concibió en su mente la idea de ir a visitar a
su madre hasta orillas del Arroyo Barrancas, en Libertador Dpto. de Esquina
navegando por el Paraná en una balsa. El espíritu aventurero ya lo acompañaba.
Antes del viaje que pudo concretar tuvo un intento fallido llegando
solamente hasta Asunción.
No tuvo nunca apoyo de
instituciones, gobierno o entidades privadas. Hubo intentos anteriores al de él
de realizar este recorrido pero todos fracasaron, y se diferencia de los otros
intentos pues este fue hecho de manera individual y los que fracasaron eran
grupales. Pero lo más importante es el hecho de conseguir concretar esto pero
de manera amateur, también estaba disminuido físicamente ya que uno de
sus pulmones funcionaba al cincuenta por ciento porque estuvo enfermo de
tuberculosis y logró reponerse.
Tiene debidamente
documentado su viaje ya que en cada puesto de Prefectura de cada puerto de cada
país que pasaba hacía certificar su paso, además de los recortes de diarios
locales que comentaban su hazaña, fotos de los lugares por donde pasaba y
recuerdos como hachas, arcos, flecha y otras cosas que le regalaban las
autoridades y los nativos.
Tardó un año y medio
en llegar a Trinidad, eso fue a fines de 1953 y al volver también fue
entrevistado por muchos diarios y revistas como “El Grafico”, “La Razón”, entre otras. Tuvo
anécdotas interesantes como comer carne de mono y otras comidas raras, huir de
indios hostiles, sufrir malaria hasta casi morir, estar intoxicado por tomar
aguas contaminadas al final de su viaje, explorar zonas poco conocidas en esa
época, casi perder su bote en el río, entre otras peripecias.
UN AÑO Y SIETE MESES
EN BOTE
El 1° de mayo de 1952
salió nuevamente del Puerto de San Isidro en el “Guaraní”, bote de 4 metros de eslora
(largo), 1,20 de manga (ancho) y 0,40 de puntal (alto), remontando el San
Antonio, Canal Honda, y Paraná de las Palmas, para seguir luego por el Baradero
hasta San Pedro. Desde allí continuó por el Paraná, llegando a Rosario después de
diez días de navegación. A los cinco días de su arribo siguió su rumbo
por el Paraná. Al llegar al norte de San Martín, en la provincia de Santa Fe,
lo sorprendió la primera tormenta del viaje; pese a sus esfuerzos, el viento y
la lluvia no le permitieron avanzar, optando entonces por tirar el bote a la
costa, pasando todo ese día bajo el encerado de la lona. Hasta este punto
siempre navegó por la margen izquierda, luego por la derecha hasta Diamante
porque por ese lado está la barranca de ese lado y hay pueblos del lado de
Entre Ríos. Durante esta primera parte del viaje, durmió muchas veces en chozas
isleñas, otras en el bote amarrado a la costa.
En la ciudad de
Paraná, Entre Ríos, hace visar el rol (hacer firmar el Libro de Actas) y un mes
más tarde, después de soportar varias tormentas que retrasan su viaje, arriba a
la ciudad de Esquina, Provincia de Corrientes, en la que pasa una semana en
compañía de familiares que allí habitan.
De la costa Correntina
cruzó el Paraná en Paso de la
Patria, arribando a la isla Cerrito en la desembocadura del
río Paraguay, donde comenzó a remontarlo en dirección a la boca del Río
Bermejo; ese trayecto lo realizó venciendo grandes dificultades, debido a la
fuerte correntada en contra, que le exigió el máximo de su vigor para poder
avanzar. En Puerto Bermejo, la corriente es tal, que los moradores en varias
oportunidades han tenido que reconstruir sus viviendas, en razón a que el
terreno socavado por las aguas, produce frecuentes derrumbes.
ARRIBO AL PARAGUAY
Pasando la
desembocadura del Bermejo ya la corriente disminuye, permitiéndole avanzar más
regularmente; llegó así a Asunción capital del Paraguay. En esta ciudad
permaneció alojado 15 días en el astillero de un argentino: Francisco Bernaza,
dedicado a la reparación de dos tablas del forro del bote que se habían
aflojado, debido a las tormentas que lo sorprendieron en el trayecto. Después
de despedirse de los amigos del lugar, continuó rumbo hacia Bahía Negra,
siempre en territorio Paraguayo, donde la incredulidad de los lugareños,
relacionada con su raid, da lugar a pintorescas anécdotas.
Al llegar a Puerto
Murtinho, toca por primera vez suelo Brasileño, continuando hasta Puerto
Coimbra, donde se aprecian las ruinas de fortalezas de la época colonial.
Siempre por el río Paraguay, arribó a Puerto Esperanza, donde se había
construido un puente ferroviario para la línea que une San Pablo (Brasil) con
Santa Cruz de las Sierras (Bolivia).
A fines de septiembre
llegó a Corumbá, puerto comercial de mucho movimiento; por él salen todos los
productos primarios del Matto Grosso. En esta ciudad, una noche estando
durmiendo como tantas en su bote, fue embestido por una chata tripulada por
macateros[ii]
ocasionándole la rotura de la borda; teniendo que trabajar febrilmente para impedir
el hundimiento del bote. Ante tal situación, al día siguiente se presentó ante la Capitanía para solicitar
la indemnización correspondiente, a la que no dieron curso, teniendo en
consecuencia que abonar íntegramente el importe de los arreglos. Un mes más
tarde continuó su viaje, siempre por el Paraguay.
A partir de la laguna
Gaiba, comienza una zona pantanosa, totalmente despoblada, donde las plagas de
mosquitos hacen imposible la vida. Esta región está habitada por gran cantidad
de carpinchos, siendo también comunes los yacarés. Antes de llegar a San Luis
de Cáceres, puerto pintoresco similar al barrio de la Boca en Buenos Aires por sus
casas pintadas de varios colores, desemboca el río Jaurus característico por su
fuerte correntada, perteneciente a la
Cuenca del Plata. Remontó 150 kilómetros
llegando a Puerto Esperideao, donde el comercio se reduce a la compra-venta,
especialmente de pieles y otros productos de la selva, luego de esta población
el río deja de ser navegable.
A TRAVÉS DE
SELVAS Y RÍOS
Por el atraso
producido en Puerto Corumbá, llegó en la época de lluvias, que duran de
diciembre a febrero. En estos meses la selva se convierte en un inmenso lago
del que emergen árboles enormes, entrecruzados por enredaderas y lianas que son
albergue de alimañas, víboras, escorpiones, mosquitos, arañas, etc.; los indios
en esos meses se retiran a regiones más altas. Hasta principios de marzo, en
que las aguas empiezan a bajar, permaneció en Puerto Esperideao, donde debe
hacer su primer transporte por tierra hasta Ponte Lacerda ya en la cuenca del
Amazonas, pues el Jaurus es el último de los afluentes del Plata. Recién allí
comienzan las dificultades del viaje.
Sale de Esperideao, en
marzo de 1953, llevando el bote en un carro tirado por bueyes, por una picada
abierta en la selva, hasta Ponte Lacerda. En dos oportunidades pierde por poco
los animales de tiro, asustados al olfatear los tigres que abundan en la zona.
El viaje por tierra duró 12 días, y muchas tuvieron que abrirse camino en la
espesura a fuerza de machete, durante este transporte acompañado de nativos,
corren el peligro constante de ser atacados por indios que habitan las selvas.[iii]
El transporte por
tierra fue entonces conveniente prolongarlo hasta Villa Bella, pues
anteriormente el río es casi desconocido y poco navegable; Barrios desistió de
esa facilidad, ya que habría perdido un mes más esperando a que se secaran los
pantanos producidos por la reciente estación de lluvias, pues el terreno es muy
bajo. En esa alternativa, decidió no perder más tiempo y arriesgarse por Ponte
Lacerda, que se encuentra en la margen del río Guaporé, ya en la Cuenca del Amazonas. Frente
a este poblado el río tiene unos 20 metros de ancho, y está cegado por camalotes
y troncos de árboles caídos. La única manera de avanzar es sobre los camalotes,
que tienen una resistencia superior al peso de una persona.
Más adelante el río se
estrecha, debiendo abrirse paso a fuerza de machete, con gran pérdida de tiempo
e ingentes sacrificios. Otro peligro más concurre a dificultar su marcha, los
caimanes. Su alimento en esta parte se reduce a patos silvestres, y animales de
la selva. El viaje por el río desde Ponte Lacerda hasta Villa Bella, le llevó
10 días. De noche tomó muchas precauciones, ya que los caimanes en la oscuridad
se vuelven sumamente peligrosos. Mientras atraviesa los pantanales disminuye el
peligro de los indios, ya que éstos habitan las tierras altas. En Villa Bella,
permanece un par de días que aprovecha para hacer visar el rol y conocer el
lugar. Siempre por el Guaporé siguió hasta el río Cabixis, este viaje resultó
harto peligroso, ya que es una zona totalmente abandonada por la civilización,
donde sólo se encuentran indios Nambicuaras, que rehuyen todo trato con el
blanco, y viven refugiados en la selva de los Parecis. Para evitar los posibles
ataques de estos salvajes, remó siempre por la margen izquierda. En esta zona
existen grandes cauchales naturales.
Ya en el bajo Guaporé,
se ven chozas habitadas por los hombres que se dedican a la explotación de gomas
vegetales. A esta altura del viaje se encuentran tanto en la margen boliviana
como brasileña pequeños poblados, también se ven las ruinas del Fuerte del
Príncipe de Beira –restos de la época colonial- esto poco antes de la
confluencia del Mamoré y Guaporé. En esta zona semipoblada, se encuentran
algunas reducciones catequizadoras, que tienen la tarea de civilizar a los
indios.
Un mes utilizó en unir
Villa Bella con Guajará Miní. Región totalmente infectada por la fiebre
amarilla y por el mosquito anófeles, causante del paludismo. En este punto debe
efectuar un nuevo transporte terrestre del bote, esta vez en tren, hasta Puerto
Bello, sobre un recorrido de 364
Km., paralelos al río.[iv]
En el viaje apreció desde el tren la mayoría de los saltos que le impidieran
continuar la navegación, ya que algunos llegan a tener 6 metros de altura. Dos
días le llevó este viaje, ya que de noche no se marcha en la selva. Hasta
Puerto Bello llegan barcos procedentes de Manaos y Belén, que convierten a este
lugar en ciudad comercial de gran importancia, esto fue un reencuentro con la
civilización para Eudoro Barrios.
YA EN EL AMAZONAS
Por su caudal de agua,
el Amazonas es el río más grande del mundo. Nace en el Perú, y tras recorrer 5.800 kilómetros
vuelca sus aguas en el Océano Atlántico. Su cuenca abarca 6.500.000 kilómetros
cuadrados, aproximadamente el doble de la República Argentina.
Debido a lo corrientoso del río en la época en que Barrios llega a él, emplea
una semana en remontar el trayecto entre la boca del Madeira y la Ciudad de Manaos. Barrios
después de pasar 15 días en Manaos, siguió remontando el bajo Río Negro,
es poco torrentoso, pero a partir de Santa Isabel comienzan los saltos y los
rápidos. Los pobladores de la zona hablan el dialecto tupí. En esta parte de
piedras hay que arrastrar el bote con rodillos de tronco o sino abrir camino
entre la selva inundada para salvar los saltos. Frente a la Sierra Yacamí
(grulla) Barrios estuvo por lo menos 10 días enfermo, tirado en el fondo del
bote, presa de las fiebres, amarrado a una isla en el medio del río.
En el alto río Negro,
Barrios estuvo cerca de perder su bote. Para poder remontar el río muy
torrentoso se agarró de las ramas de los árboles que caían al río y así poco a
poco lo fue remontando, pero una de las ramas a las que se había aferrado se
quebró y provocó su caída al agua. “El bote se iba, pero la corriente
ayudó porque lo llevó contra unas ramas y unos de los remos que estaba adherido
al bote se enganchó con una rama. Nadó unos metros y lo alcanzó. Si se iba
estaba perdido”. Aquella embarcación era ante todo su casa, en la que tenía
todo lo necesario para sobrevivir y defenderse de los peligros. Si quedaba en
medio de la selva en esas condiciones era un gran problema.[v]
Con todo, siguió adelante, aun debiendo atravesar el obstáculo que representaba
la escasez de dinero, sobre todo a la
hora de probar bocado.[vi]
Más adelante, siempre
por el Negro, se llega hasta Cucuy, punto internacional donde se tocan las
fronteras de Brasil, Colombia y Venezuela. Frente a San Gabriel, transportó el
bote más de 500 metros
por tierra pues en este lugar hay varios saltos y rápidos, imposibles de
sortear. El río Negro en su confluencia con el Casiquiare, cambia el nombre por
el de Guainia. El Casiquiare es un río que une las cuencas del Amazonas y del
Orinoco, pero presenta una serie de rápidos y además prolonga el trayecto por
las vueltas y curvas. Entonces siguió por el Guainia y luego por el Pimichi.
Este río está separado del Temí, perteneciente a la cuenca del Orinoco, por una
lonja de tierra de unos 20
kilómetros de ancho. Hizo Barrios este transporte por
tierra, en una carreta improvisada, con ruedas cortadas de la circunferencia de
los árboles, ayudado por cuatro indios mansos, los “Curripacos”, y llegó así
hasta el nacimiento del Temí, ya en la cuenca del tercer gran río de América:
el Orinoco, y última parte de su viaje.
El río Temí desemboca
en el Atabapo y éste en el Orinoco. En la desembocadura del Atabapo se
encuentra el poblado de San Fernando de Atabapo, por donde sale gran cantidad
de chicle natural.
Continuando por el
Orinoco, al llegar a Samariapo, debió hacer un nuevo transporte por tierra,
esta vez de 70
kilómetros, pues el río por los salto se hace
prácticamente innavegable, las principales caídas son Caretía, Maipure, Ature,
etc. Por tierra llega hasta Puerto Ayacucho, capital del territorio venezolano
del Amazonas, este viaje fue hecho en un camión fletado especialmente por el
Gobernador, quien a su llegada le tributó un cordial recibimiento en el Palacio
de la Gobernación.
A varios días de
navegación de Puerto Ayacucho comienzan los llanos venezolanos, donde se
encuentran grandes estancias sobre todo a partir de la Boca del Arauca.
CIUDAD BOLÍVAR EN VENEZUELA
Dos semanas después de
salir de Puerto Ayacucho, llegó a Ciudad Bolívar, capital del Estado del mismo
nombre. La ciudad, con 40.000 habitantes en la época, cuenta con mucho
movimiento comercial, en contraste con Puerto Soledad en la otra orilla. Aunque
dio por concluida su misión en esa ciudad quiso cruzar en bote por el Mar
Caribe hasta la isla de Trinidad y Tobago sumando más riesgos y dificultades a
su aventura.
En Ciudad Bolívar lo
recibió el Gobernador del estado, ofreciéndole transporte para él y para el
bote hasta Puerto España en la isla de Trinidad y Tobago en barcos de la Flota Venezolana
de Navegación. Dado el fin deportivo que inspiró a Eudoro Barrios, éste se negó
al ofrecimiento, continuando el viaje en el “Guaraní” hasta la desembocadura
del Orinoco.[vii]
Después de atravesar
el Golfo de Parias, ya en alta mar llegó a Puerto España, en la isla de
Trinidad y Tobago, en el Mar Caribe, luego de 5 días de navegación marítima. Debido
al esfuerzo agotador, al llegar a Puerto España tuvo que internarse en el
hospital más de un mes, hasta estar un poco más repuesto del cansancio y
enfermo del estómago porque los últimos tiempos comía cualquier cosa porque se
quedó sin dinero y por el agua contaminada que tomó de un arroyo cercano a una
bahía donde cargaban brea y el agua tenía un sabor amargo y no podía tomar otra
agua del mar por donde venía porque hubiera sido mucho peor.
Trinidad es una isla
muy poblada, pero apenas hay un 20 % de blancos. Recibe barcos de todas las
nacionalidades, con lo que tiene un movimiento portuario realmente intenso.
Trinidad, que es una posesión inglesa, cuenta con población negra, de
descendencia africana, amarillos, y pocos europeos, el comercio de bares y
almacenes está en manos de los chinos y las tiendas pertenecen en su mayor
parte a hindúes.
A fines de 1953 luego
de un año y siete meses de navegación Eudoro Barrios llegó al término de su
viaje. Embarcado en dos vapores, el segundo desde el Puerto de Santos en Brasil
llamado “Alberto Dodero” de la Flota Mercante Argentina, regresó a Buenos Aires
acompañado por su inseparable amigo de aventuras, el “Guaraní”, pequeño bote de
remos que le sirvió de hogar por casi dos años.
TERCER VIAJE
FRUSTRADO, BUENOS AIRES NUEVA YORK
En algún momento
Eudoro Barrios contempló la posibilidad de unir Buenos Aires con Nueva York por
un recorrido similar hasta Venezuela y luego siguiendo por las costas de los
países centroamericanos por el Mar Caribe. Pero la falta de apoyo económico
dejó trunca su ilusión. “Nadie quiso ayudarme con esa aventura” dijo. Cuando
finalizó su primera travesía, muy destacada por la prensa argentina y
sudamericana, Barrios vendió el “Guaraní”, por lo que hubiera tenido que
conseguir otro bote para navegar hasta la Gran Manzana. “Ese
viaje aún no lo hizo nadie”, dijo entre suspiros. Y remató: “Lo mejor sería
arrancar en Nueva York y finalizar en Buenos Aires, así uno ya está en su
ciudad”.[viii]
[i] Tomamos conocimiento de esto luego de leer un artículo en la
página web de Actualidad Esquina cuyo director es el Prof. Eduardo Schweizer.
Luego, tuvimos contacto con su hija Silvia quien amablemente nos relató todos
los pormenores de la travesía de su padre y alcanzó fotos y documentos junto a
recortes de diarios de distintos países. Y lo curioso de todo esto es que los
sueños de este hombre no acababan con esta empresa concretada, quería unir
Buenos Aires con Nueva York y no lo ayudaron. Esto demuestra que tenía claro lo
que quería, era conocedor que este viaje no lo había realizado nadie, y quería
ser el primero. La suerte esquiva en este caso, la indiferencia y otros
factores determinaron que no pueda hacerlo.
[ii] Comerciantes que venden y compran cualquier cosa, especialmente pieles
y fariñas caseras.
[iii] Nota significativa es que en Ponte Lacerda, los salvajes queman las
canoas de los civilizados o las echan a la corriente.
[iv] Ese tren construido 50 años antes, es el famoso ferrocarril de la
muerte del Brasil porque durante su construcción murieron muchos obreros por
enfermedades y atacados por los indios.
[v] “Llevaba ropa, un mosquitero, un toldo y una hamaca paraguaya alta,
para evitar que lo mordieran los caimanes”.
[vi] “Llegó a poblaciones indígenas que lo alimentaron y obsequiaron
fariña, único alimento que se podía conservar . . . En Brasil alcanzó a comer
asado de mono o anta, otra cosa no había, . . . También los guisados de pato o
pescado . . . y se alimentaba de frutas y palmitos”.
[vii] Casi al salir de Venezuela como se había instaurado en aquel tiempo un
gobierno de tono dictatorial (la
Presidencia de Marcos Pérez Jiménez) y cerca de la costa un
policía fronterizo lo apuntó con su arma al confundirlo con un contrabandista
de Trinidad y Tobago por lo distinto de su bote a los de la zona. Luego de
aclarado el incidente lo invitó a almorzar a una casa que había ahí cerca.
[viii] BIBLIOGRAFÍA: Manuscrito escrito para homenajearlo en sus 90 años y entregar a
amigos y familiares - Reportaje a su hija en www.actualidadesquina.com.ar - Charla de los
autores con la hija de Eudoro Barrios - Documentos firmados en distintos puntos
de América que certifican su presencia - Diario El Nacional de Caracas,
Venezuela, Noviembre de 1953 - Constancias de Prefecturas de Manaos
Brazil y Ciudad Bolívar, Venezuela - Diarios No Mundo de Manaos, Brazil, 1955 -
A Tribuna de Santos, Brazil, 1954 - El Luchador de Ciudad Bolívar, Venezuela,
1953 - Trinidad Guardian de Trinidad
Tobago, 1953 - La Razón,
de Argentina, Diciembre de 1953 - Clarín de Argentina, 1992 - Revista El
Gráfico, 1953 - Revista Neptunio de Bs As, 1953 - Revista Yurú Peté, 1953 - Fotos
aportadas por los descendientes.