La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



miércoles, 23 de mayo de 2012

Central nuclear

NOTABLES AVANCES DEL PLAN NUCLEAR
Por: Contador Carlos Andrés Ortiz 
Después de un muy largo paréntesis, la actividad tecnológica nuclear resurgió con mucha fuerza en Argentina. Ese es un hecho concreto, del que debemos estar muy orgullosos todos los argentinos de bien, que amamos sin tapujos ni vueltas a nuestra Patria Argentina, por encima de banderías y mezquindades.            
Durante el muy negativo “proceso”, fue la clara visión y la patriótica firmeza del Contralmirante Carlos Castro Madero, la que impidió los planes de desmantelamiento que tenía en sus planes Martínez de Hoz.
Es de recordar –muy enfáticamente- que uno de los objetivos prioritarios del “proceso” era retrotraernos a la economía pastoril, ya caduca en la crisis de 1929, y acorde a eso el gobierno cívico - militar implementó la sistemática política de destrucción económica, des industrialización forzosa y desguace de todo el sector tecnológico argentino. En ese marco de perversiones socio económicas, tomó mucho mayor relieve el desarrollo nuclear que apuntaló la gestión de Castro Madero, acentuando la importancia del Sector Nuclear, fundado por Perón en 1950, como todo un hito del desarrollo tecnológico argentino.       
Completado el ciclo nuclear con tecnología propia- otro hito tecnológico trascendente- en su función de presidente de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), comunicó la muy buena nueva al por entonces nuevo Presidente de la República, Raúl Alfonsín. Lejos de potenciar aún más el desarrollo nuclear, el medroso alfonsinato cometió uno de los varios gruesos errores estratégicos (si no fue error, fue manifiesta mala fe), paralizando el Plan Nuclear, congelando las vacantes en la CNEA, y reduciendo de hecho el presupuesto asignado a este estratégico sector tecnológico argentino.
En la  década del ’90, con los tecnócratas neoliberales encaramados al poder ejercido con inusitado despotismo, el desguace acelerado y “al como sea” del Estado era la consigna del “pensamiento único”, repetido machaconamente por los mercenarios de la comunicación.
Sin duda intentaron hacer desaparecer completamente al Sector Nuclear, lo cual fue expresado muy claramente por el nefasto dúo Cavallo – Bastos, quienes concretaron privatizaciones parciales, pero afortunadamente no lograron transformar Atucha II en una vulgar central a gas, ni desarticular completamente a la CNEA y al todo el Sector.
Una gran bocanada de aire fresco, fue ganar la licitación para vender un reactor nuclear a Australia, venciendo en el proceso a las megas potencias, incluyendo a Gran Bretaña. De allí proviene el encarnizamiento de los perros de presa “vestidos de verde” del vetusto imperio, atacando permanentemente al Sector Nuclear Argentino, con Greenpeace y WWF como arietes principales operados por y para Gran Bretaña. Esta operación se concretó en plena crisis terminal de Argentina, lo cual dio más importancia al logro de por si sobresaliente.
Cabe destacar que desde 2006, se relanzó con mucha fuerza el Plan Nuclear, terminándose Atucha II, comenzándose efectivamente el CArEM (congelado desde los '80), se trabaja en la Cuarta Central, se volvió a producir agua pesada, se incorporaron profesionales jóvenes (cuyos ingresos estuvieron congelados desde mediados de los '80, por decisión de Alfonsín - Lapeña, y sucesores), y otros ítems recientes que muestran el fuerte impulso a esta actividad tecnológica. Como dato, el presupuesto de la CNEA se multiplicó por ocho, siendo ello parte indudable de las medidas de heterodoxia económica.
Adicionalmente se iniciaron los trabajos de repotenciación de la Central Embalse, que prolongarán la vida útil e incrementarán levemente su potencia.
En forma paralela, se trabaja en incrementar los servicios a la comunidad, tanto en medicina nuclear, como en otros diversos usos pacíficos de la tecnología nuclear.
En todo ese excelente contexto de concreciones muy positivas, y de avances tecnológicos en un área de tecnología de punta en la cual Argentina es por méritos propios uno de los países líderes mundiales, algunas acciones de mediocridad política, como las inconsistentes oposiciones del senador formoseño Luis Petcoff Naidenoff, plegándose al falaz alarmismo de sectores del fundamentalismo ecolátrico, pasan al negativo anecdotario de la politiquería de muy bajo vuelo.
Del mismo paupérrimo nivel de irracionalidad es la postura de algunos legisladores misioneros que en el colmo de la incoherencia, manifiestan querer suplantar las grandes hidroeléctricas binacionales, con las minúsculas micros turbinas hídricas; que es como querer construir una autopista, utilizando palitas de juguete de los enanos de adornos de jardín. Pero esta ya es otra historia.



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