Catedral de Corrientes |
CORRIENTES Y
Por: Roberto Antonio Lizarazu
Sabemos que el segundo Triunvirato que perdura desde el 8 de octubre de 1812 al 19 de agosto de 1813, estaba integrado por Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte; y surge como consecuencia del movimiento popular del 8 de octubre, dirigido por la Logia Lautaro. Exigiendo los triunfantes revolucionarios la convocatoria a una asamblea general a realizarse en el término de noventa días. Se debe mencionar también que desde la Semana de Mayo de 1810 se venía exigiendo esta tan anhelada asamblea que debería posibilitar la institucionalización del antiguo Virreinato del Río de la Plata , con su independencia política incluida. Ya estábamos en octubre de 1812; y de hecho continuábamos en la indefinición más absoluta de lo que éramos y de lo que queríamos ser.
El 31 de enero de 1813, la Asamblea General Constituyente inició sus sesiones en el antiguo edificio del Consulado.
El triunviro Paso pronunció el discurso de apertura y a continuación fue elegido presidente de la Asamblea el representante de la Provincia de Corrientes Carlos María de Alvear, y secretarios los diputados por Buenos Aires, Hipólito Vieytes y Valentín Gómez. (1)
La primera disposición política fue un decreto de diez artículos donde “asumió la representación de la soberanía”, decretó la inviolabilidad de sus diputados y confirmó en el gobierno a los miembros del segundo Triunvirato. La Asamblea se constituyó en el Poder Legislativo y Constituyente y confirmó en su cargo al Ejecutivo que era el Segundo Triunvirato. Inmediatamente hizo público su ideal de Independencia de cualquier potencia extraña. Por fin, fue el evidente comienzo del proceso que finalizará en el Congreso de Tucumán.
Tendencias políticas en el seno de la Asamblea.
José Matías Zapiola, amigo personal tanto de San Martín como de Alvear (regresa en la fragata George Canning de Inglaterra junto con ellos) es el autor de unas notables cartas ahora inhallables, en las cuales entre otras cosas narra las tendencias políticas que había en la Asamblea.
Según Zapiola los asambleístas podían agruparse de la siguiente manera: “Los alvearistas”, “los sanmartinistas”, “los acomodaticios”, “los teocráticos” y “los independientes”.
Nos aclara en esa correspondencia que “Los teocráticos”, que eran de marcada tendencia conservadora, no gustaban de las innovaciones y formaban un grupo semejante a “Los independientes”, no se juntaban con nadie. En cambio “Los alvearistas” que al principio contaban solamente con seis diputados, de inmediato sumaron a sus filas a “Los acomodaticios” que tenían trece diputados, sumados a los seis diputados originales, ahora eran mayoría y contaban con diecinueve diputados.
¿Alguien supuso que la borocotización era algo relativo a la modernidad?
“Los sanmartinistas” a los pocos días se quedaron sin su jefe y perdieron peso en la Asamblea. San Martín debió alejarse para luchar en San Lorenzo.
Repercusión en Corrientes de la Asamblea del año XIII
Breve cuadro de situación. Al establecerse la Junta de Buenos Aires fue nombrado teniente de gobernador el coronel Elías Galván. Como sabemos nuestra provincia fue tomada en abril de 1811 por fuerzas españolas, que la ocuparon hasta el 16 de mayo, en que el comandante Blas de Rojas se declaró por la causa patriota. Durante ese período el gobierno fue detentado por Ángel Fernández Blanco.
El resto del año 1811 y principios de 1812 fue gobernado por Carlos Casal hasta el arribo del coronel Eusebio Valdenegro, jefe oriental enviado por Artigas para poner paz en la vida correntina. El 3 de agosto fue sustituido por el coronel Toribio de Luzuriaga, nativo del Perú, quien realizó un buen gobierno, en cuyo curso, a expensas de los vecinos, se construyó el edificio del Cabildo.
Al instalarse la Asamblea del año XIII, el cuerpo capitular (del Cabildo) estaba integrado por Sebastián Almirón, Francisco Antonio Soto, Francisco de Paula Pérez, Eugenio Tomás Cabral y Francisco de Paula Araujo, quienes en abril de 1813 juraron y reconocieron la soberanía de la Asamblea General Constituyente. En la nota informando del acto de juramento y reconocimiento, los capitulares mencionados expresaron: “Llegada aquella época feliz en que el vasto continente de la América , esperase a disfrutar de las benignas influencias de una soberanía organizada dentro de su propio seno, y colocada en beneméritas personas de sus propios hijos y habitantes; y no como ates aislado para nosotros, y concentrada entre quienes sólo para con los nacidos en el Antiguo mundo se mostraba pródiga, benigna y fecunda”.
Con fecha 5 de julio de 1813 el coronel Luzuriaga (peruano que respondía a Buenos Aires), fue sustituido por el coronel José León Domínguez (mendocino que respondía a Buenos Aires). No es novedad que la sociedad correntina se hallaba por afinidades diversas y por intereses comerciales, más cerca de Paraguay que de Buenos Aires. Corrientes colocada en el centro del campo de influencias del doctor Francia y de Artigas, participó de los problemas del Paraguay como de la Banda Oriental y de Entre Ríos, tanto como de las ideas comunes de esos pueblos. Corrientes también mostró su desagrado con el armisticio convenido con Elío, (no se suponía que estábamos en plena Guerra de la Independencia ) de manera que Artigas ganó su apoyo, máxime ante las depredaciones de que fueron víctimas en aquellos años de parte de los portugueses, sus enemigos tradicionales desde la colonización. No puede extrañar que Corrientes se plegara a Artigas cuando éste, rompiendo con Buenos Aires, se retirara del sitio a Montevideo.
Desde un par de años antes, Artigas venía trabajando el ánimo de los correntinos, mediante la acción de algunos caudillos indígenas. “Tales como Domingo Manduré, Blas Basualdo, Blas Ojeda, Lafuente, Carrasco, Quinteros, Cuzú; jefes propios de una población inorgánica, sin consistencia social ni administrativa, sin organización económica ni administrativa, sin organización económica ni financiera, sin estabilidad gubernamental, como era entonces nuestra provincia”. (2)
El Gobernador Domínguez se mantuvo en su cargo hasta el 14 de marzo de 1814, en que fue derrotado por el alzamiento del Teniente Juan Bautista Méndez, que tomó el gobierno y proclamó el protectorado del caudillo oriental.
Poco duró la tranquilidad y la situación de Corrientes llegó a ser angustiosa por las ambiciones de los jefes de las distintas facciones que surgieron ávidos de conquistar el poder. El Cabildo pidió a Artigas que interviniera, y éste encomendó al capitán Genaro Perugorría la misión de poner orden, a cuyo efecto llegó a Corrientes el 30 de mayo. Pocos días antes, el 20 de abril, el Cabildo había resuelto “DECLARAR LA INDEPENDENCIA DE LA PROVINCIA BAJO EL SISTEMA FEDERATIVO” (3)
El 9 de junio Perugorría declara nula la declaración de independencia del Cabildo e instala un Congreso General Constituyente Provincial, integrado con representantes elegidos por los vecinos, citados al efecto por las autoridades departamentales de común acuerdo entre sí. Esta fue una elección oficial semejante a cuantas hasta entonces se habían realizado en el país. Este Congreso General Constituyente correntino, sería el equivalente a nivel provincial de la Asamblea General Constituyente que sesionaba en Buenos Aires bajo el sistema federativo. Con el objetivo de Integrarse a la federación de estados provinciales, no para independizarse de ella.
Los congresistas electos fueron: “Por la capital, Dr. José Simón de Cossio; por Curuzú Cuatiá, José Cayetano Martínez; por Goya, Juan Vicente Gómez Botello; por Esquina, Francisco Javier de la Graña ; por Empedrado y San Lorenzo, José Antonio Paz; por Yaguareté-Corá, Manuel Ignacio Pérez; por Santa Lucía, fray José Pesoa; por Riachuelo, fray Manuel Garamendi; por Las Saladas, Dr. Juan Francisco Cabral; por Iratí, Bernardo Garay; por San Roque, Juan A. Rajoy; por Caacatí, Baltasar Acosta; y por Ensenada, Juan B. Fernández.
(1) Los señores lectores que deseen ampliar los detalles del inicio de la Asamblea , pueden consultar en Corrientes Opina un comentario del suscripto publicado el 26 de abril del 2011, Titulado “Juan Hipólito Vieytes, un periodista injustamente olvidado”. Como considero de suma importancia y con el objeto de destacar la valentía y el carácter patriótico de los que juraron el acta inaugural de la asamblea, me permito reproducir completo el apartado que sigue:
Cuando se comienza a dejar de lado a Fernando VII
Sabemos que desde mayo de 1810 en adelante, toda la documentación oficial y los juramentos de las autoridades, de cualquier nivel, debía ser presidida por la declaración de absoluta dependencia al señor don Fernando VII, monarca de estas alejadas regiones y reafirmar el vasallaje por parte de los gobernantes que firmaban el documento.
Pero el 31 de mayo de 1813, a las nueve de la mañana, se reunieron en el Fuerte los diputados electos que inaugurarían la Asamblea General Constituyente que elegirían la nueva composición del Triunvirato. Pasaron previamente por la Iglesia Catedral “… a efectos de implorar el auxilio divino en el manejo de los negocios.”
“Terminada la ceremonia religiosa, se procedió a tomar juramento a los diputados. Al efecto se colocaron tres sillas en el presbiterio, y un sitial sobre el que se colocó el libro de los Santos Evangelios. Ocupadas las sillas por los triunviros, éstos procedieron a recibir el juramento de los diputados, de dos en dos, y con la siguiente fórmula: Jurad Vmds. Por Dios Nuestro Señor, sobre los Santos Evangelios y prometen a la Patria desempeñar fiel y exactamente los deberes del sublime cargo a que los han elevado los Pueblos, sosteniendo la Religión Católica y promoviendo los derechos de la causa del país y felicidad común de América.”
¿Y la fidelidad a Fernando VII? Ya era hora, que corte de manga notable. Se comienza a gestar en 1813, precisamente en ese momento, lo que se ratificaría en 1816.
Este feliz y trascendente acontecimiento, que no fue menor, lo menciono en este comentario porqué uno de los tres firmantes por Buenos Aires, fue nuestro personaje de hoy: El criollo Juan Hipólito Vieytes, juntamente con Vicente López y Planes y el canónigo Juan Valentín Gómez. También es verdad que quien tuvo el honor de ser el primer firmante (con corte de manga incluido) de ese documento fue nuestra Provincia. Porqué el diputado representante de la Provincia de Corrientes, nuestro Carlos María de Alvear, fue el primero en hacerlo. Honor a todos ellos. Reitero, en ese momento comienza el proceso que finalizaría en 1816 con la Declaración de la Independencia y en la cual, lamentablemente, nuestra Provincia estuvo ausente.
Observaciones: Vmds. es el plural de Vmd. Como los juramentos se hacían de dos en dos. Quería decir Vuestras mercedes
(2) y (3) Manuel Florencio Mantilla, “Crónica Histórica de la Provincia de Corrientes”, Buenos Aires, 1928.
(4) Vicente D. Sierra, obra y tomo mencionado, pág. 87.
Fuente documental: Vicente D. Sierra. Historia de
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