La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



jueves, 28 de marzo de 2013

SEGURIDAD O INSEGURIDAD, EQUIDAD O INEQUIDAD

Por: Roberto Antonio Lizarazu

A esta altura de las circunstancias, ya todos  sabemos que los países con mayores  índices de inseguridad, son aquellos que tienen mayor inequidad social. ¿Entonces para que hacemos planes -que además nunca se llevan a cabo- intentando convertir a nuestra crónica inseguridad en una sociedad segura y previsible?; en lugar de pretender arreglar los efectos perniciosos de algo. ¿Nunca se nos puede ocurrir corregir las causas de ese efecto pernicioso? ¿Tan difícil puede resultar entender   esto? La inequidad es la causa y la inseguridad es uno de los tantos efectos de ella.

Existe un conocido coeficiente denominado Gini, que se utiliza  para medir la desigualdad en los ingresos y por ende  la desigualdad de la riqueza de las personas.  En realidad con este sistema se puede medir cualquier forma de distribución desigual. Lo que comúnmente se denomina, entre otras cosas, como inequidad. El coeficiente Gini o de Gini, lleva el nombre de su autor el sociólogo y estadístico italiano Corrado Gini.

Como mencionamos al comienzo, a mayor inequidad mayor inseguridad.
Por ejemplo, en los países africanos, que es el sitio   donde existe la peor distribución de los ingresos, vemos según este coeficiente las siguientes cifras.

Namibia:            70.7
Sudáfrica:          65.0
Lesoto:               63.2
Botswana:          63.0
Sierra Leona:      62.9

Como no existen estadísticas confiables sobre inseguridad en estos países, me atrevería a preguntar a los lectores de este blog,  ¿Si alguno se animaría a caminar solo en horas de la noche, en cualquier ciudad de los sitios arriba mencionados?
En el lado opuesto, los países mejor ubicados según el coeficiente Gini  son:

Portugal:       38.5
Italia:             36.0
España:          32.5
Finlandia:       26.0
Dinamarca:     23.2

Y Suecia: 23.0, que es el país con mejor distribución en los ingresos.  

Dejé por último a nuestro país. Argentina: 51.3

Nosotros estamos ubicados a mitad de camino entre lo bueno y lo malo. Las cifras y la experiencia de otros países no dejan lugar a dudas: la violencia es el precio de la injusticia social. El determinante  de los niveles de violencia social es la diferencia de ingresos entre los que más tienen y los que menos tienen. Entre los más ricos y los más  pobres. Se tiende a agrandar esa brecha y como consecuencia disminuye proporcionalmente la clase media. Vapuleada clase media que era el distintivo de nuestro modelo socio económico de décadas anteriores y el objetivo de pertenecer a ella,  por medio de la movilidad social de las clases menos pudientes. El hijo del obrero podía aspirar, casi siempre por medio de la educación pública, a cambiar de clase.

Es clara la correlación entre los aumentos de homicidios y otros graves delitos con las grandes diferencias de ingresos en las sociedades más violentas. La evidencia proviene de estudios internacionales en países desarrollados y en vías de desarrollo. Las sociedades con mayor inequidad se caracterizan por tener relaciones sociales muy conflictivas: más homicidios, más crímenes, menos confianza, menor participación en la vida comunitaria, más discriminación.

Uno de los factores más relevantes para desencadenar la violencia es que las personas sienten que no se las considera como tal, que  se les falta el respeto como ser humano. Apenas esta percepción se generaliza, la violencia se expande geométricamente. No aumenta solamente entre ricos y pobres, sino también entre los que menos tienen. El viejo planteo: pobres contra pobres. Todos contra todos.

Muchas sociedades tienden a descriminalizar el tema de la inseguridad, es decir abordarlo fundamentalmente como un conflicto social. Por favor no confundir con garantismo ni con abolicionismo, pero si implica responsabilizarnos como ciudadanos  por la flagrante injusticia de la pobreza y también por la de la extrema desigualdad. “La pobreza y la desigualdad son las peores formas de la violencia”. Y esto no es de Karl Marx ni de Friedrich Engels, es una definición que corresponde al absolutamente insospechado de ser un “petardista” o un “tirabombas”, corresponde al  santo de la no violencia,  al Mahatma Gandhi.

Aclaro que Corrado Gini no es socialista ni izquierdista; y la creación de su Coeficiente está exenta de toda sospecha ideológica. Gini es Demócrata Cristiano. Y si deseamos podemos medir estos índices, además del Coeficiente de Gini, ayudados o no, con la Fórmula de Brown, pero los resultados serán casi idénticos y guardan la misma tendencia. A mayor inequidad siempre da mayor inseguridad.

¿Por qué corremos detrás de los efectos sin reparar las causas que pasan frente a nuestras narices? A no ser que existan interesados proyectos de que esto nunca ocurra, y permanezcamos en un “statu quo” muy conveniente para ciertos grupos dirigenciales.

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