La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



miércoles, 25 de abril de 2012

Almirante Guillermo Brown

EN 1829 OTRO ATAQUE FRANCÉS


Por: Roberto Antonio Lizarazu

Cuadro de situación: En 1829 la Confederación Argentina se encontraba gobernada de hecho, por  los Gobernadores de la Provincia de Buenos Aires en ejercicio del Poder Ejecutivo Nacional, perdurando esta transición institucional desde 1827 hasta 1852.

En 1829 el Gobernador de Buenos Aires, era Juan Galo de Lavalle (13.12.1828 hasta el 26.06.1829), quien por razones de encontrarse permanentemente en campaña, delegó sus funciones de manera provisoria en Guillermo Brown.      

Brown de acuerdo a una Ley de Alistamiento de Residentes Extranjeros que databa de 1823,  promulgada por el gobierno de Martín Rodríguez (20.09.1820 al 02.04.1826), dispuso el alistamiento de todos los residentes extranjeros, exceptuando a los residentes británicos en razón que desde 1825 por el Tratado anglo-argentino, la corona británica había reconocido la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Este tratado que lleva el nombre de Tratado de amistad, comercio y navegación entre los gobiernos de las Provincias Unidas del Río de la Plata y S.M. el Rey del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda, y que fuera ratificado el 2 de febrero de 1825, además de las características que su propio título indica, nos reconocía como nación soberana e independiente de cualquier dominación.

Los Amigos del Orden

Brown dispuso de acuerdo a los antecedentes legales con que contaba, la formación del Batallón los Amigos del Orden, al mando de Ramón Larrea (era vasco francés), ayudado por Alejandro Danel y Juan Lasserre, quienes si eran franceses y veteranos con el grado de oficiales de las campañas napoleónicas. Todos ellos eran vecinos de Buenos Aires y con familia arraigada en la ciudad. Eran casados con argentinas y sus hijos eran argentinos.  En realidad, el problema no se presentó con los alistados, si no que su problema fue utilizado políticamente como excusa para intervenir y bloquear el puerto de Buenos Aires y cerrar el paso al Paraná y al Uruguay.

En la organización de este cuerpo tuvieron preeminencia los residentes franceses, pero en realidad estaba mechado con criollos de origen francés, belgas e italianos. El Primer Ayudante del Comandante era el Sargento Mayor Alejandro Danel, ex oficial de la Guardia Imperial de Napoleón, quien ya había participado bajo las ordenes de Alvear en la guerra contra Brasil. Alejandro Danel era el Jefe del Cuerpo de Coraceros. Segundo ayudante era otro ex oficial francés, Juan Lasserre. Abanderado del cuerpo, Juan Lapins, y Jefes de Compañías: Francisco Mizbeck, Francisco de Curel, Norberto Guerin,, Claudio Rey, Juan Bautista Reisig, Miguel Montero, Domingo Gallino, Juan María Gullani y Juan Malter.

Una delegación de los jefes de este Batallón Los Amigos del Orden, visitaron a su cónsul para consultarlo como debían proceder.  Sorprendentemente, Mendeville les respondió a sus compatriotas todo lo contrario de lo que  siete días mas tarde presentaría  por escrito en nuestra cancillería. Les respondió: “El Gobierno, al autorizar la formación de un cuerpo compuesto de extranjeros, en nada ha alterado la ley; ha hecho saber que los que no estén enrolados en el batallón de Los Amigos del Orden, harán parte de la milicia pasiva.”

El cónsul francés era Washington de Mendeville, casado con María Sánchez de Velazco. La que en pocos años sería conocida en nuestro medio como Mariquita Sánchez de Thompson. El cónsul francés elevó un enérgico reclamo por el hecho de que los ciudadanos de origen francés tuviesen que formar milicias, las que eventualmente deberían participar contra los invasores de su misma nacionalidad.

El cónsul Mendeville, acompañado por el propio Venancourt que era el jefe de la escuadra sitiadora, presentaron sus reclamos para “salvar a la población francesa del peligro que le amenazaba” ante el Ministro de Relaciones Exteriores, el doctor José Miguel Díaz Vélez.

Casi simultáneamente el 26 de abril de 1829, Lavalle se enfrentaba en la Batalla de Puente de Márquez, con tropas federales comandadas por Juan Manuel de Rosas y Estanislao López, Gobernador de Santa Fe. El triunfo federal fue categórico y esta batalla sella la suerte del Gobernador Lavalle, quien perdurará en su gobernación un par de meses más en razón que su gobierno era insostenible.  Rosas se instala en Los Cerrillos en San Miguel del Monte  y López espera los acontecimientos en los Campos de Álvarez en Moreno. Los Colorados del Monte al mando del coronel José María Vilela toman posiciones y forman campamentos en: San Fernando, en La Chacarita que en ese momento aun no era cementerio, era la chacrita de los jesuitas; y en San José de Flores. Prácticamente toda la ciudad está rodeada. Las fuerzas federales quintuplican a las unitarias en hombres en armamento y en caballada. Lavalle y su gobierno durarán hasta el 26 de junio de 1829, cuando prácticamente cae por inercia.

Pero tenemos que regresar al bloqueo francés comandado por el Capitán de Navío Francois Marie Cornette de Venancourt, y algunas de las consecuencias que derivaron de ello.

Venancourt en realidad dependía del comandante de la escuadra francesa en el Atlántico Sur, el almirante barón Albín Roussin quien se encontraba con el grueso de la flota frente a Río de Janeiro, ciudad que les servía de apoyo logístico para sus operaciones marítimas en esta parte del mundo. Conviene reiterar que tanto el bloqueo como el ataque a la flotilla nacional se realiza contra un gobierno unitario. El del Gobernador Lavalle.

El 21 de mayo de 1829, la flotilla francesa al mando de Venancourt atacó a la flotilla nacional anclada en la Rada del Riachuelo (2). Incendiando unas naves y apoderándose de  otras. Esta flotilla dependía de Tomás Espora y se encontraba en situación de desarme y con la tripulación reducida. Las goletas La Argentina, y 11 de junio y los bergantines General Rondeau, y General Balcarce, y el transporte Cacique, fueron saqueados y llevados aguas afuera.  Otros navíos se encontraban en proceso de desarme y reparación que imposibilitó su desplazamiento.

Numerosos presos políticos del Partido Federal que se encontraban detenidos en el pontón Río Bamba, desde los sucesos de diciembre de 1828 que terminara con el fusilamiento del Gobernador Dorrego, fueron liberados por los franceses.  Entre ellos el ex gobernador, el General y héroe condecorado de la Guerra de la Independencia Juan Ramón Balcarce, quien combatiera bajo las órdenes  de Belgrano en toda su campaña.  Los hermanos Tomás Manuel y Juan José Anchorena. El tercer hermano Nicolás  había huido al norte de la Banda Oriental, cercano a la frontera con Brasil. Felipe Benicio Arana y Andonaegui, doctor en jurisprudencia, quien había sido Presidente de la Legislatura del Gobierno del fusilado Dorrego. El abogado Manuel Vicente  Maza dirigente del Partido Federal y colaborador de Dorrego. Después de la liberación por parte de las tropas francesas se refugia en el sur de la Provincia de Buenos Aires, más precisamente en la recientemente fundada Fortaleza Protectora Argentina (actual Bahía Blanca) cuyo Comandante era el Sargento Mayor Tomás Eulogio Sánchez, un soldado federal declarado, quién recibió al doctor Maza y a Tomás García Zuñiga con sus respectivas familias y los mantuvo ocultos en el fuerte hasta la caída de Lavalle. El coronel Juan Pedro Aguirre (1781-1837), uno de los más activos revolucionarios de mayo de 1810 y héroe condecorado al valor en ambas invasiones inglesas. (3). Aguirre presidió la Legislatura en 1824 y 1825. Hubo otros liberados del pontón Río Bamba como Agustín P.  Wright por ejemplo, pero dejaré para otro momento más detalles y el listado completo.  Como se puede observar no solo  Rosas perseguía y encarcelaba a sus opositores políticos, si no que también fue una práctica generalizada en los períodos que gobernaron los   unitarios.

Aunque es preferible ir preso a un pontón anclado en el río que lo fusilen directamente como le sucedió a Dorrego y a varios oficiales más cuyas ejecuciones, inexplicablemente no se mencionan nunca en nuestra historia, acusados  del delito de ser partidarios del federalismo. Lo irónico de las circunstancias de estos presos liberados por los franceses, es que hoy se conoce en detalle toda la lista gracias a la documentación precisada por los franceses, por que en nuestra bibliografía, generalmente, se los menciona como deportados de Buenos Aires, pero no como presos en un pontón de nuestra flota. Que facilidad que tenemos para decir mentiras y ocultar sucesos  amparándonos en razones políticas.

Como uno de los pretextos del bloqueo francés  era la formación del batallón Los Amigos del Orden, el propio Juan Lasserre uno de sus comandantes, publicó el 6 de de junio de 1829, en El Tiempo una carta abierta a Venancourt criticándolo por su artera intervención más propia de tropas mercenarias o corsarias que por tropas que representan a naciones civilizadas.

Dice Lasserre: “¿Piensa usted que si la Escuadra Argentina hubiese tenido en el río enemigos declarados, se habría dejado sorprender? Durante la guerra con Brasil, el almirante Norton, que al menos vale tanto como el señor Venancourt, aprendió más de una vez a su costa, que la Marina Argentina no duerme cuando hay que combatir. Si usted hubiese sabido, señor vizconde, que los laureles no son gloriosos sino cuando se recogen peleando y están teñidos con la sangre del vencedor, hubiese advertido a la República de sus intenciones, hubiese atacado de día claro su escuadra y nada tendría usted que temer por su honor, cualquiera hubiese sido el resultado”.

Por otra parte en nuestro gobierno (Lavalle)  casualmente había asumido como Ministro de Relaciones Exteriores el doctor Salvador María del Carril, quien elevó una protesta mencionando que: “Es intolerable la aceptación de  un acto tan contrario a los derechos de la neutralidad y a la ley de las naciones, como es el atacar sin causa y sin ruptura previa.”. Como vemos en materia de bloqueos a los franceses les daba lo mismo los gobiernos unitarios que los federales. Lo que no les daba lo mismo eran sus intereses comerciales que estaban por sobre cualquier gobierno, sean de la ideología que fuesen.

Tuvieron que pasar once años, para que el problema y las desinteligencias con Francia recién finalizaran el 29 de octubre de 1840, con el Tratado (en realidad Convención) Mackau-Arana, que se firmara a bordo del Boulonnaise entre Felipe Arana y el Barón de Mackau, en el segundo Gobierno de Juan Manuel de Rosas.

Juan Manuel Beruti en sus imperdibles Memorias Curiosas (1) de las que ya hice mención en comentarios anteriores, nos cuenta sus impresiones de esos sucesos. “Como a las doce de la noche de este día fue sorprendida nuestra fuerza de guerra marítima, con varios lanchones (o botes) de gente armada y tomaron de las balizas interiores, la goleta nombrada Argentina. Sacaron del pontón Cacique los prisioneros que teníamos, y por no poder llevar el buque Argentina que cuidaba el Cacique le pegaron fuego. En seguida tomaron los bergantines General Rondeau y Río Bamba, que en las mismas balizas interiores se hallaban fondeados. Este atentado tan inesperado como escandaloso fue cometido con gente armada, y con el pabellón francés, que salieron de la flota de su majestad cristianísima, que se halla surta en este puerto, cuyo comandante es M. Picard, capitán de fragata y comandante de la corbeta de su majestad cristianísima la Isis.”

Fuentes: Vicente D. Sierra. Historia de la Argentina. Tomo VIII, (1829-1840). Editorial Científica Argentina. Buenos Aires, 1974.
José María Rosa. Historia Argentina. Tomo IV y V. Editorial Oriente, Buenos Aires, 1976.
Ernesto Palacio. Historia argentina. 1515-1943. A. Peña Lillo Editor. Buenos Aires, 1975.

Observaciones

(1) Juan Manuel Beruti. Memorias Curiosas. Buenos Aires, EMECÉ, 1999.

(2) Es necesario aclarar que la desembocadura del actual Riachuelo, en ese momento Río de la Matanza, era paralela a la costa del Río de la Plata y no tenía la conformación actual. Ese brazo paralelo a la costa, al desembocar, formaba una rada natural que servía de protección a las naves. Su ubicación aproximada quedaría en el vértice  noreste de la actual barranca del Parque Lezama, y era usada con esa finalidad desde Pedro de Mendoza en adelante.

(3)  No se debería confundir al coronel Juan Pedro Aguirre del Partido Federal  con Manuel Hermenegildo Aguirre, abogado, comerciante y financista. Casualmente Manuel Hermenegildo Aguirre fue uno de los financistas de Lavalle (oportunamente fue financista de Alzaga, de Moreno y de otros personajes)  para sus campañas militares. Luego del fracaso de Puente de Márquez, se distanció definitivamente de Lavalle. Le daba pérdidas.



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