La publicación de estos apuntes sobre Historia Argentina, no tienen otra pretensión que prestar ayuda, tanto a estudiantes como a profesores de la materia en cuestión.

Muchos de ellos, simplemente son los apuntes confeccionados por el suscripto, para servir como ayuda memoria en las respectivas clases de los distintos temas que expusiera durante mi práctica en el Profesorado. Me daría por muy satisfecho si sirvieran a otras personas para ese objetivo.

Al finalizar cada apunte, o en el transcurso del mismo texto se puede encontrar la bibliografía correspondiente a los diferentes aspectos mencionados.

Al margen de ello invitaremos a personas que compartan esta metodología, a sumarse con nuevos apuntes de Historia Argentina.




Profesor Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com



sábado, 7 de abril de 2012


GRECIA EN NUESTROS DIAS. La historia de hoy


Por: Contador Carlor Andrés Ortiz
El triste y dramático caso de Grecia actual, tiene múltiples enseñanzas valiosas para Argentina.

Esa ficción llamada “los mercados” (eufemismo que significa las corporaciones y otros grandes poderes económicos), logró en la milenaria Grecia lo que estuvo a punto de conseguir en Argentina: la capitulación política total, el destrozamiento económico, la destructiva conmoción social  y la quiebra total del país. El daño producido es equiparable al ocasionado a un país vencido y ferozmente atacado en una guerra, lo cual significa un grado de perversión difícilmente equiparable a otro caso en tiempos de paz.

En Grecia lograron imponer el tutelaje de un “virrey” financiero, con poder de veto y excluyente capacidad de decisión, tirando por tierra los últimos vestigios de soberanía, ya muy vapuleados desde que se agudizó la crisis en 2011. Es de recordar que similar infamia -con notable desfachatez- había “sugerido” el economista norteamericano Rudiger Dornbusch, a comienzos de 2002, cuando expresó que Argentina debía ser dirigida por un grupo de funcionarios (del establishment financiero) del Primer Mundo. Fue claro que el osado economista opinó como vocero del Consenso de Washington, el mismo grupo de poder que nos había impuesto las perniciosas “recetas” del FMI., las que -aceptadas dócil y gustosamente por los testaferros locales de las corporaciones financieras- provocaron la debacle sin precedentes que sufrimos en 2001/2002.

Pero el caso de Grecia brinda múltiples enseñanzas que permiten visualizar las consecuencias que nos habría deparado la “obediencia” a “los pensamientos política y económicamente correctos” -tan largamente reclamada y exigida por los medios de comunicación “serios” y los “especialistas” con grandes espacios en aquellos medios-; todo lo cual hubiera significado ni más ni menos que volver al desquicio neoliberal, cuyos puntos más traumáticos tuvieron lugar en el menemato y el delarruato, pero que arrancó con “el proceso” y siguió sin solución de continuidad hasta el 2001.

Grecia tiene una economía muy débil, carente de industrias importantes y con escasa producción de tecnologías avanzadas propias. Es una economía primarizada y de servicios, entre estos el turismo y los fletes navieros.

Con ese esquema, la economía griega es tributaria de las grandes economías europeas, principalmente de Alemania y Francia. Esa debilidad estructural la hace poco competitiva. La falta de competitividad lleva naturalmente a déficits crónicos en la Balanza Comercial, y ella provoca problemas en la Balanza de Pagos, con lo cual Grecia se endeudó, agravado ello por sucesivos déficits presupuestarios, por un Estado débil y tremendamente acotado por los severos compromisos asumidos para forzar su ingreso a la Unión Europea…¡supuestamente esa unión era el “pasaporte” al primer mundo, y terminó siendo el empujón al infierno socio - económico!

La debilidad económica estructural, usualmente provoca subas de precios internos, que descolocan más a la producción nacional, incluso a los servicios como el turismo, que se encarece a valores internacionales. Eso sucedió en Grecia.

Como Grecia carece de moneda propia, al imponérsele el Euro, de “fuerte” (léase cara) cotización, su economía quedó descolocada, sin posibilidades de competitividad ni de implementación de cambios estructurales -a esa altura de los hechos imprescindibles-. Para completar el cuadro de ataduras previas que condujeron a Grecia al caos y la pérdida total de soberanía, al carecer de moneda propia, perdió el manejo soberano del sector financiero y cambiario, no pudiendo apelar a la devaluación como herramienta de reactivación y de estímulo a la competitividad de su ya enferma estructura económica.

La deuda externa es usada como instrumento de presión política, siendo la herramienta que ahogó todo conato de resistencia, debiendo Grecia de hecho dejar que su dignidad nacional sea pisoteada, y su soberanía -trabajosamente conseguida luego del largo período del duro yugo otomano-, se perdió prácticamente por completo.

Las formalidades de la república perduran, pero el Primer Ministro es del riñón financiero transnacional (hombre al servicio de Goldman Sachs y de confianza del Banco Central Europeo, este último hoy un coto elitista, bajo la batuta alemana, y en mucho menor medida francesa y británica). El Parlamento existe, pero está bajo la tutela de “supervisores” de la Banca transnacional, y existen cerradas normativas que el propio Parlamento no puede modificar, como por ejemplo cuentas bancarias en las que se deposita la recaudación fiscal y fondos financieros, que inamoviblementedeben ser girados como pagos parciales de la impagable deuda externa actual, sin importar un ápice las durísimas penalidades del grueso del pueblo helénico, ni el descomunal desplome de la economía.

Esos son “daños colaterales” socio - económicos, que a los insensibles y ávidos banqueros extranjeros nada les importan…¡ellos no deben rendir cuentas al pueblo, para eso deben poner la cara los hoy políticamente impotentes legisladores griegos!

Para algunos punzantes y certeros analistas políticos, hoy Grecia es simplemente un protectorado, una colonia manipulada y manejada por “el Club de Primera” (las grandes potencias) de la Unión Europea, si bien estas potencias operan en estrecha simbiosis con el FMI, el Banco Central Europeo, y la Gran Banca Transnacional con sedes en Frankfurt, París y Londres, y con ramificaciones en Nueva York y Tokio.

Otros países europeos en serios riesgos son Portugal, Irlanda, España, Islandia e Italia; este último ya con un banquero transnacional puesto a Primer Ministro.

Comparemos con lo que el liberalismo quiso y tozudamente quiere hacer en Argentina, casi un calco del desmadre generalizado que sí lograron imponer en Grecia.

La sobrevaluación de la moneda adosada a la inmovilidad cambiaria total, ya la padecimos en Argentina durante la convertibilidad, de la mano del agente del poder financiero transnacional Domingo Cavallo (el de la línea telefónica directa con su “amigo” David Mulford -hombre del Consenso de Washington-, presto a auxiliarlo ante cada sucesivo traspié del verborrágico cordobés de la Fundación Mediterránea).

Eso de quedarnos atados a una divisa extranjera, durante el menemato pugnaron por perpetrarlo, bajo el fogoneo público del Ing. Jorge Castro, hoy devenido en “Analista Internacional” en las páginas dominicales del matutino Clarín (órgano vinculado accionariamente a la Banca Goldman Sachs). A fines del menemato, a toda costa querían hacernos perder la moneda propia, para adoptar el dólar estadounidense, al más crudo estilo colonialista. Cabe a Aldo Ferrer el mérito de haber salido al cruce, con muy buenos fundamentos académicos, a tan demencial y antinacional propuesta de encadenamiento a una divisa extranjera, lo cual nos hubiese impedido devaluar, que fue la herramienta básica para la década de fuerte desarrollo, que estamos cercanos a conseguir, con “tasas chinas” de crecimiento del PBI.

La desindustrialización forzosa de nuestra economía, ha sido el permanente objetivo del establishment ultra liberal. Ese fue el objetivo central de las perversiones económicas instrumentadas por la siniestra dupla Videla - Martínez de Hoz (y el proceso); y ese siguió siendo el terrible resultado buscado durante el cuarto de siglo neoliberal (1976-2001), que involucró no solo al proceso, sino también al alfonsinato (por algo suprimió las escuelas técnicas, entre otras medidas muy regresivas), del menemato y del delarruato.

La “alianza” subalterna a la gran potencia continental -EEUU- fue el objetivo perseguido por el ALCA, sepultado en la cumbre de mandatarios de Mar Del Plata (2005), lo cual fue muy lamentado por los políticos y los voceros del neoliberalismo, entre ellos los “diarios serios” de gran difusión nacional (hoy en clara decadencia). Los postulados del ALCA guardan mucha relación con la subordinación explícita de Grecia respecto a las grandes potencias europeas y la Banca transnacional.

Ya se explicó que acá también quisieron nombrarnos un “virrey” impuesto por la Banca internacional, pero no lo consiguieron…¡se desquitaron destrozando a Grecia y nombrando “virreyes” financieros!
Acá rebajaron sueldos, jubilaciones y el poder adquisitivo de la mayoría de la población, incautándose de los depósitos, y casi nos hacen estallar en media docena de republiquetas bananeras. Recordar al respecto, entre otras, las acciones del verborrágico Gerardo Morales, de la ex “izquierdista” Patricia Bulrich, y los intentos de ahogar presupuestariamente a las universidades públicas, del “radical” López Murphy, hombre del riñón del establishment neoliberal.

Afortunadamente las rebajas de salarios son un mal recuerdo, por muchos olvidado (floja memoria política de algunos sectores de la clase media argentina), y se quedaron con las ganas de destruirnos como unidad política nacional (si bien los voceros del neoliberalismo, con sus aliados de “las izquierdas” funcionales persisten en el intento). En Grecia lograron crear un formidable caos socio - económico, hoy con final abierto, pero con muy lúgubres perspectivas para el pueblo y la ex nación helénica.

Grecia entró a la Unión Europea “por la puerta de servicio”, con avales de informes económicos falseados, pergeñados por las “clasificadoras de riesgo” del G 7; las mismas consultoras que ocultaron los desfalcos de los Bancos de EEUU con las operaciones de hipotecas sin sustento y otras operaciones delictivas de tipo financiero. Hoy muchos griegos quisieran -y no pueden- salir de las tenazas de la UE.

Por el contrario, Argentina es uno de los baluartes para el fortalecimiento del MERCOSUR, de la UNASUR y de la CELAC. Entes que están demostrando grados de solidaridad y de visión integradora, que son hoy notables ejemplos positivos, en el mundo convulsionado actual.

En Argentina muchos “bienpensantes” de la muy voluble clase media, siguen olvidando la historia reciente, y contra toda lógica, apuestan a repetir errores, tal como ya lo hicieron en 1955, 1962 y 1976; insólitamente sumándose a los mismos que tanta destrucción y caos socio - económico ya hicieron con sus “sensatas” propuestas de desindustrialización, achicamiento del Estado, dólar barato y supremacía absoluta del sector financiero transnacional; tal como pregonan los Redrado, Prat Gay, Grondona y otros voceros y/o miembros del establishment ultra liberal y antinacional, de tan persistente y negativo accionar.



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