INDIGENISMO A ULTRANZA - Una herramienta para la disolución nacional
Por: Contador Carlos Andrés Ortiz
El tema tiene connotaciones mucho más profundas que el simple –y en principio justo- “principio de reparación histórica”, que seguramente anima a la mayoría de los que se suman por lo general con mucha enjundia a esa relativamente nueva “causa”. Eso además de un elemental humanismo, ante las por lo general malas condiciones de vida de los pueblos indígenas que no se han integrado y/o han sido marginados.
Parto de la base que en principio, todos los seres humanos somos hermanos, por lo que todo tipo de discriminación por raza, religión, etc., es deplorable y debe ser revertido.
No obstante, es muy importante analizar las variables geopolíticas que –inadvertidamente para el grueso de la población- se mueven e incluso atizan y exacerban hasta el mismo odio visceral e irracional, a muchos movimientos “de reparación” o “de conservación”, que no por casualidad se instalaron, y adquieren creciente fuerza, en base a presiones de todo tipo, complementadas por generosas financiaciones de allende los mares, que pocos conocen y tal vez menos aún entienden los motivos últimos de tantas “generosidades” que por cierto no son inocentes ni casuales.
No es casual que “se carguen las tintas” contra la colonización española, mientras que muy poco se dice de la lusitana (portuguesa), y en cambio se omita totalmente el exterminio masivo de las poblaciones autóctonas, como política directa, realizado en Norteamérica, en territorios colonizados por franceses y británicos, pero sobre todo por estos últimos y sus descendientes, realizado en forma sistemática e impiadosa. Pero de todo esto último “se olvidan” tanto determinados catedráticos de sociología y disciplinas afines, algunos conocidos escritores, y sobre todo, las ONGs que prohíjan al movimiento indigenista.
Precisamente los españoles mezclaron su sangre con los pobladores autóctonos, dando origen a las mayorías de las poblaciones de las naciones latinoamericanas, mestizadas en paz y formando la tipología étnica mestiza predominante en casi todas nuestras naciones, que incluso tiene fuertes componentes en nuestro NOA, y en otras provincias como Formosa, Corrientes y buena parte de La Patagonia. Esa mezcla de sangre NO SE DIO por parte de los británicos, desde el principio abocados a la exterminación lisa y llana de los “pieles rojas”, política de acción “perfeccionada” por sus “primos” de EEUU. ¿Por qué omiten eso los sociólogos y otros intelectuales que en estas tierras promueven los odios sin retorno de los indígenas hacia “los blancos”?
No es casual que ese indigenismo a ultranza, está siendo fogoneado desde la embajada británica y otras del G 7, con fuertes apoyos de “fundaciones” y entes similares, que no por casualidad son instituciones británicas, norteamericanas, o de otros países del G 7.
Un par de años atrás, en un breve suelto periodístico, la embajada británica en Buenos Aires anunció el incremente de su personal “diplomático” en un centenar de personas, todas ellas a dedicarse a “la promoción de entidades de derechos humanos y similares”.
Si bien para el gran público esos hechos pasan desapercibidos, es muy claro que esas instituciones –que florecen como hongos, y cuentan con generosos presupuestos básicamente aportados desde “la Rubia Albión ” y otras potencias del G 7, están realizando tareas de zapa tendientes a facilitar la disolución social, la corrosión de la unidad nacional, la instauración de odios y rencores estériles dentro de nuestra población y para con nuestros pueblos hermanos de Sudamérica, y combatir todo sano patriotismo argentino. La entidad “Mapuche Nation” que promueve el odio de los “mapuches” hacia argentinos y chilenos…tiene su sede en Bristol, Gran Bretaña, y está formada por “inocentes” británicos. ¿Casual?
Hasta lograron imponer el uso de una “bandera en común” para los “pueblos autóctonos”, y de hecho están fogoneando activamente la creación de verdaderos “Estados independientes”, dentro del territorio argentino, e incluso en casos abarcando parte de territorios de países vecinos, como los de los muy duros reclamos de los mapuches. Sin duda siguen actuando en la vieja máxima del vetusto imperio británico, aquella de “divide y reinarás”.
Hilando fino, la bandera del “País Vasco”, de reciente creación, tiene claras connotaciones británicas, pues es casi una copia con distintos colores, de la “Unión Jack”, bandera oficial británica. ¡Y casualmente, los irracionales planteos independentistas de vascos y catalanes, tienden a debilitar a un país potencialmente rival económico de Gran Bretaña!, que unos siglos atrás ya sufrió la escisión de Portugal, también azuzada por los británicos, que después usurparon el Peñón de Gibraltar.
Recordemos que los mapuches son un pueblo invasor en el Territorio Argentino, adonde se instalaron luego de exterminar a pueblos locales, como los tehuelches.
También debe tenerse presente que el descrédito al que pretenden arrojar a figuras históricas de gran importancia histórica, como las del General Julio Argentino Roca y sus colaboradores, no tiene ninguna inocencia. Eso fue fogoneado por el anarquista Osvaldo Bayer, y hoy de un plumazo pretende olvidarse que la Campaña del Desierto fue una necesidad del Estado Argentino, para terminar con los salvajes malones indígenas, que asolaban estancias y poblaciones de “la frontera” de esos años (en las Provincias de Buenos Aires y La Pampa ), con incursiones indígenas que mataban a los hombres y secuestraban a mujeres y niños, con prácticas como desollar las plantas de los pies para evitar las fugas de las mujeres.
Las armas de fuego de los indígenas alzados, les eran suministradas desde Chile, que también les proveían de banderas y otros signos patrios trasandinos, en una campaña de intrusión clara en La Patagonia. El ganado vacuno robado en los malones, mayoritariamente era comercializado allende Los Andes.
También “manu militari”, el Estado Argentino tomó posesión efectiva del Gran Chaco Argentino, sometiendo a tribus que se negaban a reconocer la soberanía nacional, valor elemental para todo Estado que pretende ser tal.
Y es de recordar que lo que quedó del original Territorio de las Misiones Occidentales, hoy es la Provincia de Misiones, gracias a la decisión firme del mismo Roca, que envió a su hermano el General Rudecindo Roca, para consolidar la presencia argentina en la actual provincia de Misiones.
Similares tareas de corrosión de la argentinidad, y de fomentar futuras escisiones de territorios, son realizadas por nada inocentes ONGs pseudos ecologistas, derecho humanistas, etc., en todas las cuales las nociones de patriotismo no solo son dejadas de lado, sino claramente desdeñadas. Sociólogos, antropólogos y otros catedráticos afines al anarquismo, al marxismo dogmático y similares que llegan a ser peones dóciles y descartables de esas acciones británicas y del G 7, curiosamente de última al servicio de la globalización salvaje, o sea del “capitalismo” en su expresión más cruda y deshumanizada, que eso enceguecidos y dogmáticos militantes y atizadores del indigenismo y ecologismo ultra, dicen y creen combatir.
Integrar, mejorar las condiciones de vida, dignificarlos, y permitirles el acceso a la instrucción pública incluyendo la Universidad , a los hoy llamados “pueblos originarios”, es totalmente justo y además necesario. Pero promover o tolerar proto Estados hoy pseudos independientes, eso es una aberración, y constituyen actos de traición a La Patria
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